Los Reyes, Sánchez y Mazón, increpados al grito de “asesinos” en su visita a Paiporta
Felipe VI y Letizia aguantan hablando con los afectados en medio de una altísima tensión. Entre los vecinos indignados, varios ultras agitan la bronca contra las autoridades, en especial el presidente
La tensión en las localidades valencianas tras cinco días clamando por ayuda para hacer frente a las consecuencias devastadoras de la gota fría se desbordó este domingo con toda su crudeza y con las primeras autoridades del Estado como objetivo. Cientos de personas han insultado al grito de “asesinos” e incluso arrojado barro y objetos contundentes a los Reyes; al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al de la Generalitat Valenciana, Carlos...
La tensión en las localidades valencianas tras cinco días clamando por ayuda para hacer frente a las consecuencias devastadoras de la gota fría se desbordó este domingo con toda su crudeza y con las primeras autoridades del Estado como objetivo. Cientos de personas han insultado al grito de “asesinos” e incluso arrojado barro y objetos contundentes a los Reyes; al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante la visita que realizaban a Paiporta, el epicentro de la catástrofe, que ha causado al menos 70 muertos en ese municipio del extrarradio de Valencia. En un episodio sin precedentes desde la restauración de la Monarquía, el grupo de indignados lanzó desde cañas a botellas contra la comitiva que encabezaba el jefe del Estado. Los insultos han tenido como especial destinatario al presidente del Gobierno, con cánticos como “Pedro Sánchez, hijo de puta”, aunque a la vez se ha pedido la dimisión de Mazón. De las increpaciones no se ha librado tampoco la reina Letizia.
El rey Felipe ha tratado de calmar los ánimos hablando con algunos de los vecinos, que reprochaban a las autoridades la tardanza en el envío de la ayuda. El monarca ha tratado de defender la respuesta de las Administraciones. “Las fuerzas están en todos lados al nivel que pueden”, ha comentado. “No hay otra manera, están haciendo todo lo posible”. Al mismo tiempo, ha advertido sobre los bulos que circulan por las redes. “No hagáis caso a todo lo que se publica porque hay mucha intoxicación informativa”, se ha escuchado decir al jefe del Estado. “Hay muchas personas interesadas en esto para que haya caos”.
La Guardia Civil, junto a agentes de la policía, ha improvisado un cordón policial para contener a la multitud, que ha coreado varias veces:
—¡Asesinos, asesinos!, ¡Nos hemos quedado sin nada!, !Fuera del pueblo!
La escena ha sido de máxima tensión, de varios minutos, con algunos ciudadanos cargados con palos y echando barro al paso de la comitiva. Los altercados se han producido en medio de la frustración, indignación y el agotamiento de los vecinos que llevan cinco días limpiando calles y casas de fango. Varios ciudadanos han iniciado el lanzamiento de objetos en una acción que no esperaban los cuerpos de seguridad. El ataque se ha tornado momentos después en insultos: “¡Asesinos! ¡Pedro Sánchez, hijo de puta! ¡Pide ahora ayuda!”, han sido algunos de los lemas. “La gente muriéndose y venís ahora”, le han reprochado también. “Coged una pala”, les han gritado.
Entre tumultos y empujones, Sánchez ha abandonado la comitiva. A un coche de la caravana presidencial le han roto los cristales. Mazón ha continuado detrás del Rey, pero al cabo de un rato también se ha marchado. En medio del caos, Felipe VI ha pedido retirar un paraguas negro que el equipo de seguridad había colocado para protegerse de los lanzamientos de objetos y se ha dirigido a los vecinos para dialogar. Algunos de ellos le han dicho: “Se sabía, se sabía” [en referencia a la alerta roja de gota fría que se había dado por parte de la Amet a primera hora del martes]. El jefe del Estado pedía calma.
El Rey se ha quedado solo y ha continuado la visita, intentando hablar con algunos vecinos. Una muchedumbre, ya más reducida en número, lo seguía por los laterales de la calle. Los ánimos se han ido calentando más con gritos como “fuera del pueblo”, de los más coreados. Ya casi en la salida de Paiporta, cerca del cuartel de la Guardia Civil, la escolta y los agentes se han tenido que emplear a fondo para evitar que los más exaltados llegasen hasta el Rey. Entre las críticas, se ha oído alguna voz que decía: “¡Pero súbete al coche ya!”. Finalmente, han conseguido formar un cordón para evitar el contacto directo y el monarca ha seguido su camino. Ha entablado un breve diálogo con una mujer, llena de barro, que le ha contado que se ha quedado sin nada, antes de subirse al vehículo oficial. Finalmente, se ha marchado sobre las 14.15 horas escoltado por guardias civiles, que corrían a ambos lados del coche, y con agentes montados a caballo. Por la tarde, en una reunión con los miembros del comité operativo de emergencia en Valencia, el monarca ha subrayado que “hay que entender el enfado y la frustración de muchas personas por lo mal que lo han pasado” y por “la dificultad de entender todos los mecanismos” con que se gestiona la crisis. Felioe VI ha incidido en que, “además de atender la emergencia”, es preciso “dar esperanza” a la gente y hacerle ver que “el Estado en toda su plenitud está presente”.
Entre los que protestaban había vecinos de Paiporta y voluntarios de pueblos de alrededor. Entre los más exaltados se han visto algunos hombres con vestimenta ultra que pedían que no se grabase a la gente. También ha estado presente un joven que portaba una camiseta de la División Azul al que se le ha visto conversar con el Rey. Otro con una camiseta negra características en círculos ultraderechistas (Sic Samper tyrannis, Así siempre con los tiranos). Al tiempo, un hombre de 44 años, identificado como Carlos, gritaba “¡Alvise Pérez es el único que da la cara!”. Y luego explicaba: “Estamos gobernados por nadie”. El Gobierno ha atribuido a la ultraderecha la organización de los incidentes. Y las fuerzas de seguridad están investigando e identificando a los autores de los incidentes y del lanzamiento de objetos y la posible vinculación de la presencia de ultras con mensajes en las redes sociales, convocándola o alentándola, informa Óscar López-Fonseca. Horas después de los sucesos, el sindicato próximo a Vox, Solidaridad, ha enviado un mensaje en X, en el que ofrece sus servicios: “Si hay detenidos o multados nuestros servicios jurídicos están a su disposición de forma gratuita”.
La composición de la muchedumbre, no obstante, era diversa. Antonio, estudiante de Ingeniería Mecánica en la Politécnica de Valencia, ha asegurado que no ha habido ninguna organización detrás y que en ella ha participado gente de derechas y de izquierdas. “Hemos venido a ayudar, a sacar el pueblo adelante y vienen estos a compadecerse de la gente en vez de ayudar”, ha manifestado. Héctor, cuyos padres han perdido a un amigo íntimo, le ha dicho al Rey: “Venimos a protestar por las cabezas visibles de este país: Mazón y Sánchez, incompetentes”. “Calma, calma”, afirma Héctor que le ha dicho el monarca.
Otra escena ha marcado la visita. Ha sido la de la reina Letizia, con el rostro en shock y salpicada de barro, llevándose las dos manos a la cara. Una mujer le ha soltado: “¡A ti no te falta agua! ¡No te falta nada! ¡Nada te falta!”. Letizia ha tratado de dialogar con ella, mientras otro vecino insultaba a Sánchez: “¡No tenemos de nada y el presidente de Gobierno, un perro! ¡La gente aquí muriéndose!”. Entonces, un hombre se ha acercado a la reina, que ha seguido lidiando con la situación, para templar los ánimos: “Por ustedes no es, señora”.
Ante los abucheos, y tras hablar con una joven que pedía a la comitiva política que se metiera dentro de Paiporta —“que hay muertos sin sacar”, le espetaba―, se ha oído decir a la reina: “¡Cómo no van a sentirse así!”. Doña Letizia se ha abrazado finalmente a una mujer que buscaba consuelo. Acompañada de un escolta que mostraba una herida sangrante en la cabeza, ha recorrido varios metros dando la mano a los afectados y ofreciéndoles un “lo siento”.
Cristina e Inés, de 26 y 23 años, dos voluntarias que viven en Valencia, se han topado la visita de los reyes y Sánchez. “El ambiente estaba muy crispado y han empezado a tirar barro”, cuenta Cristina, que confiesa que la tensión le ha hecho saltar las lágrimas. Han gritado “Sánchez dimisión” y “Mazón dimisión”. “¿Qué buscaban con esta visita?. La gente está muy cabreada. Tendría que haber venido Pedro Sánchez el primer día con una pala”, agrega Pere, otro voluntario de Barcelona, que elogia a los Reyes: “Se han portado muy bien y se han acercado”
Mientras, Sánchez ha sido conducido a la sede en la que se reúne el operativo de emergencias ante la insistencia del dispositivo de seguridad. Fuentes de La Moncloa han señalado que al recorrer las calles de Paiporta, “la comitiva ha sido increpada y agredida por un grupo de personas”. “Algunos han arrojado bolas de barro y otros objetos. En ese momento, la escolta del presidente del Gobierno ha activado el protocolo de seguridad y lo ha desplazado al Puesto de Mando Avanzado”, han explicado las mismas fuentes. En una breve declaración distribuida posteriormente por La Moncloa, Sánchez ha afirmado que su Gobierno “no se va a apartar de su principal objetivo” de “salvar vidas”, recuperar cadáveres y reconstruir las zonas afectadas, “pese a lo que pueda suceder con algunos violentos absolutamente marginales”. El presidente ha dicho que comprende las “angustias, el sufrimiento y la necesidad de certidumbre” de los damnificados.
Tras los altercados, Carlos Mazón ha mandado un mensaje a través de las redes sociales: “Entiendo la indignación social y por supuesto me quedo a recibirla. Es mi obligación política y moral. La actitud del Rey esta mañana ha sido ejemplar”. El programa inicial incluía una segunda visita a Chiva, otra de las localidades más castigadas, pero tras los incidentes de Paiporta se ha decidido suspenderla por acuerdo conjunto de las autoridades estatales, autonómicas y de la Casa del Rey.
Vecinos y alcaldes de los pueblos afectados por la dana han reclamado, desde el primer día la falta de ayuda, que ha sido paliada por la llegada de miles de voluntarios que son los que más han colaborado en la limpieza del fango. Paiporta, con 29.000 habitantes, es la población valenciana en la que, en principio, más personas han fallecido. Son cerca de 70 vecinos. Los vecinos llevan cinco días limpiando, tratando de recuperar sus casas ante lo que han considerado el abandono de las instituciones.