Un juez abre diligencias contra el alcalde que hizo alusiones pedófilas en las fiestas de un pueblo de Ávila
El magistrado ve indicios de un delito de corrupción de menores en los cánticos entonados por el regidor, que fue expulsado del PP al conocerse los hechos
El juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Ávila ha llamado a declarar al alcalde de Vita (Ávila, 79 habitantes) por los cánticos de contenido pedófilo que hizo en las fiestas del pueblo el pasado verano. El regidor, Antonio Martín Hernández, del PP hasta que el partido lo expulsó tras conocerse los hechos, deberá comparecer ante el juez el 19 de mayo del año próximo. Martín ya no está en el PP pero sigue siendo alcalde, tras negarse otro concejal popular a secundar una moción de censura en su contra. Este segundo edil también fue expulsado de la formación.
Según el pronunciamiento del juez, adelantado por Efe, “los hechos presentan características que hacen presumir la posible existencia de un delito de corrupción de menores”. Los hechos a los que alude tuvieron lugar el pasado 25 de agosto en el marco de las fiestas patronales de San Bartolo en el pueblo de Vita. Allí, subido al escenario donde suelen actuar las verbenas o representarse obras, Martín entonó una canción que incluía versos de carácter pedófilo, pues aludía jocosamente a relaciones sexuales con menores. El alcalde instó al público a corear los siguientes versos: “La metí en mi camita, le subí la faldita, le bajé la braguita. Le eché el primer caliqueño. Le eché el segundo caliqueño. En el tercero ya no quedaba leche”.
Una persona grabó el cántico, que se hizo viral en redes sociales y propició la reacción de diversos agentes políticos, desde locales y autonómicos a miembros del Gobierno como Sira Rego, ministra de Juventud. La querella en contra del alcalde llegó de parte de la asociación ultracatólica Abogados Cristianos, que denunciaron un posible delito de incitación a la pederastia y otro de provocación sexual.
El PP anunció inmediatamente la expulsión del alcalde del partido, si bien esto no implica que Martín pierda la alcaldía: la sigue ocupando como independiente. Un eventual cese dependería de que prosperara una moción de censura en su contra, pero el otro edil del PP, Raúl Blázquez, rechazó respaldar esa iniciativa. Blázquez fue también expulsado a continuación, y por tanto ambos políticos locales siguen al mando del pueblo como independientes.
“Dada la situación, ante la imposibilidad de llegar a un entendimiento para articular la censura, y como a nadie se le puede retirar —salvo por la vía judicial— un acta de representante democráticamente elegido, sea de concejal o de cualquier otro tipo, aceptamos que Blázquez, junto al alcalde, asuman fuera de nuestras siglas la responsabilidad personal, política y de gestión del Consistorio”, señaló el PP provincial en un comunicado.