Interior alaba a Marruecos por frenar los intentos de entrada en Ceuta y ayudar a mantener el control

Una bolsa de migrantes de origen subsahariano, argelino o tunecino se sumó a los marroquíes que intentaron acceder el domingo sin éxito a territorio español

Varios migrantes este lunes en Castillejos, en el norte de Marruecos, y muy cerca de la frontera de Ceuta.JALAL MORCHIDI (EFE)

Ceuta ha comenzado la semana en tensión después de que este domingo la ciudad volviera a sufrir la presión migratoria en su modo más clásico: con varios intentos multitudinarios de entrada a través del vallado fronterizo. Un llamamiento a través de las redes sociales para cruzar de forma masiva este 15-S, había puesto sobre aviso a las autoridades marroquíes y a las españolas. Y los migrantes que intentaron llegar a territorio e...

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Ceuta ha comenzado la semana en tensión después de que este domingo la ciudad volviera a sufrir la presión migratoria en su modo más clásico: con varios intentos multitudinarios de entrada a través del vallado fronterizo. Un llamamiento a través de las redes sociales para cruzar de forma masiva este 15-S, había puesto sobre aviso a las autoridades marroquíes y a las españolas. Y los migrantes que intentaron llegar a territorio español fueron repelidos con contundencia por la policía marroquí, tanto por la zona terrestre, como por la vía marítima. En la ciudad autónoma, donde también se habían dispuesto refuerzos, especialmente de antidisturbios de la Guardia Civil, y del servicio marítimo, también se emplearon en disuadir a quienes lo intentaban. El Ministerio del Interior ha alabado “el gran esfuerzo” realizado por Rabat para evitar las entradas irregulares, algo que ha permitido “el control de la situación”. “La tensión seguirá al menos unos días”, confían fuentes de este departamento, que recuerdan la gran presión migratoria que también sufre Marruecos.

La prudencia se impone a la hora de explicar las posibles causas de estos últimos intentos masivos. Al llamamiento a través de redes sociales, se ha unido una acumulación de migrantes procedentes de otros países y también ha podido pesar, como señalan otras fuentes, el hartazgo de los propios marroquíes con su situación económica. “Puede haber una coincidencia de factores”, reseñan en el departamento del ministro Fernando Grande-Marlaska. Durante meses se han acumulado migrantes en la parte norte de país, sobre todo subsaharianos, con la intención de llegar a la Unión Europea, y es probable que hayan aprovechado la oportunidad. También hay tunecinos y argelinos, según se desprende de las imágenes de las intervenciones, aunque el origen de la mayoría de quienes han intentado cruzar es marroquí, coinciden varias fuentes.

La llegada de migrantes a nado, especialmente marroquíes y mayoritariamente menores de edad, ha puesto a Ceuta al borde del colapso en los últimos meses. El Gobierno autónomo ha lanzado varias peticiones al Gobierno de Pedro Sánchez para que le ayude a gestionar la atención a los menores ―tienen una capacidad reconocida para acoger a 130 niños y este lunes cuentan con 523 a su cargo― y el Centro de Estancia Temporal de Migrantes (CETI), donde se acoge provisionalmente a migrantes y refugiados, también se encuentra por encima de su capacidad.

El domingo, con la mayor parte de las fuerzas marroquíes en la costa y en la carretera a la frontera, los intentos se desplazaron hacia el perímetro fronterizo. “Esto es como un globo, si aprietas por un lado, el aire tiene que salir por otro”, resume una fuente conocedora de la situación migratoria en Ceuta. “El 90% de los intentos se dirigían contra la valla”, añade.

“Esta vez no ha pasado nada porque Marruecos se ha aplicado a fondo, ha hecho un despliegue importante de Gendarmería y otros cuerpos de su lado de la frontera y han conseguido evitarlo”, subraya Agustín Leal, portavoz de Justicia Guardia Civil (Jucil), la asociación mayoritaria en la Guardia Civil). La asociación ha planteado en repetidas ocasiones medidas concretas para reforzar el control de la frontera sur de Europa, especialmente en las ciudades de Ceuta y Melilla, como el incremento de los agentes de Guardia Civil y Policía Nacional destinados en estas zonas, el uso de drones y sensores y una mayor colaboración con autoridades de Marruecos y otros países del norte de África.

Los intentos de entrada se concentraron por la parte más cercana a la frontera de El Tarajal, donde los migrantes llegaron a romper parte del vallado marroquí. En la población costera de Castillejos (Fnideq en árabe), desde donde se suelen lanzar al mar también se presenciaron enfrentamientos muy violentos de los migrantes con la policía marroquí, señalan fuentes que han escuchado testimonios de lo ocurrido el domingo por la noche en el lado marroquí. En los montes del municipio marroquí de Beliones, situado cerca de la barriada ceutí de Benzú, al norte de Ceuta, también se congregó un grupo de inmigrantes subsaharianos. “Esto llevará un par de días o tres, luego bajará”, confía un agente destinado en la ciudad autónoma. Todos los consultados supeditan los próximos acontecimientos a la contención que puedan ejercer los próximos días las autoridades marroquíes.

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