Un campo de minas para abordar la configuración territorial y fiscal

La lejanía de citas electorales impulsa a socialistas y populares a mantener sus posiciones

El líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa (i), durante el Comité Federal del PSOE este sábado en Madrid.Eva Ercolanese/PSOE (PSOE/EFE)

La lejanía de elecciones autonómicas, no antes de tres años para la mayoría de comunidades, permite a las organizaciones territoriales del PSOE y del PP actuar sin la ansiedad de ser examinadas de inmediato por los ciudadanos. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pretende innovar ―y arriesgar― con la apertura de debates delicados y su plasmación en resoluciones que formarán parte de la doctrina del partido y ulteriores...

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La lejanía de elecciones autonómicas, no antes de tres años para la mayoría de comunidades, permite a las organizaciones territoriales del PSOE y del PP actuar sin la ansiedad de ser examinadas de inmediato por los ciudadanos. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pretende innovar ―y arriesgar― con la apertura de debates delicados y su plasmación en resoluciones que formarán parte de la doctrina del partido y ulteriores pasos en normas legales. La definición del Estado Autonómico, las competencias de las comunidades y su relación con el Estado central, la aún mayor descentralización y el aumento de las capacidades tributarias formarán parte del cónclave socialista de finales de noviembre. El temario será el más relevante y conflictivo que haya vivido el PSOE desde la recuperación de la democracia. Esta trascendencia se la otorgan numerosos dirigentes socialistas consultados por este periódico porque afecta “a la estructura del Estado”. Es un debate de mucho mayor rango que medidas polémicas tomadas por el Gobierno, como han sido los indultos y la amnistía para implicados en el procés.

La ausencia de conflicto público y sonoro en el comité federal del PSOE celebrado este sábado es explicado con naturalidad por miembros de su máximo órgano de dirección. Las discrepancias fueron expuestas con rotundidad por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y por el líder del PSOE de Aragón y expresidente de la región, Javier Lambán. Hay mucho interés en destacar que las formas de ambos fueron muy correctas en sus intervenciones a puerta cerrada. Se da por supuesto que Sánchez será reelegido secretario general del PSOE por votación directa y secreta de los delegados al congreso. Ningún partido cuestiona a su máximo líder cuando es el presidente del Gobierno; tampoco a su presidente autonómico.

No es el puesto de Sánchez el que está en juego en este congreso, pero sí que se remuevan las bases de la organización si del cónclave no sale una configuración consensuada de la definición del Estado Autonómico. “Cataluña puede ser el principio del debate, pero no el final”. Esta aproximación del secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, adelanta el devenir de la discusión. A ella quiere llegar el presidente del Gobierno con su invitación a que todas las comunidades autónomas expresen qué necesidades podrían paliarse y atenderse mejor con cambios en sus competencias.

No podía el comité federal del PSOE manifestarse el sábado con acritud ante la presencia de Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña, cuando de forma sincera todo el partido socialista le profesa respeto y aprecio. Moderación en las expresiones, apoyo al liderazgo de Sánchez y preocupación en grandes proporciones sobre el contenido del acuerdo con ERC, aún por conocer. Sí hay preocupación en algunos ámbitos territoriales ―incluidos los nada críticos con Sánchez― en que el acuerdo para Cataluña tenga una repercusión social de amplio rechazo. Este será el objetivo incansable del PP. Los responsables de la ponencia marco, Cristina Narbona, presidenta del PSOE; Idoia Mendia, responsable de Estudios y Programas, y Manuel Escudero, militante y dirigente de largo recorrido y ahora al frente de la Fundación Avanza, tienen la tarea de pergeñar el texto base en todas las materias. Los tres tienen amplia experiencia y bagaje en moverse en el terreno del federalismo. También en el de la fiscalidad.

El reparto de recursos y los impuestos correrán paralelos a la definición de la España autonómica. El presidente del Gobierno echó a rodar la pelota con el rótulo de subida de impuestos para los muy pudientes. Las fuentes consultadas apuntan, de nuevo, a empresas y al sector financiero, susceptibles con muchas probabilidades de que el gravamen a sus beneficios deje de ser coyuntural para tornarse en definitivo. El problema lo tendrá el Gobierno en el Parlamento: un campo de minas por la derecha ―incluido Junts― y por la izquierda para aprobar un cambio del modelo autonómico y de subida de impuestos.

Entre tanto, Venezuela seguirá presente. La concesión de asilo del Gobierno al líder opositor, Edmundo González Urrutia, no interrumpirá las fuertes acusaciones del PP a Sánchez. Este domingo, tras la sorpresa inicial, los populares exigieron al presidente del Gobierno que, además de acogerle, le proclame presidente de Venezuela. De momento, España sigue de la mano de la Unión Europea con la exigencia a Nicolás Maduro de que enseñe las actas electorales; si no, nada de reconocimientos. Este martes el PP exigirá al Gobierno en el Congreso que reconozca la victoria de González Urrutia en una iniciativa presentada antes de que el opositor venezolano pidiera a España que le acogiera junto a su esposa. Sánchez no lo escuchará en directo, está de viaje oficial en China.

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