El Ministerio de Infancia redobla los contactos con las comunidades que reciben menores migrantes para abordar su gestión

El Ministerio de Juventud e Infancia arranca el curso político con sus esfuerzos centrados en la gestión de la crisis de los menores migrantes. Tras el repunte de llegadas en las últimas semanas y después de que el pleno del 23 de julio tumbase la propuesta de reforma de la ley de extranjería para hacer obligatorio el reparto entre comunidades, el departamento que dirige Sira Rego, que ha seguido en comunicación permanente con los territorios a...

El Ministerio de Juventud e Infancia arranca el curso político con sus esfuerzos centrados en la gestión de la crisis de los menores migrantes. Tras el repunte de llegadas en las últimas semanas y después de que el pleno del 23 de julio tumbase la propuesta de reforma de la ley de extranjería para hacer obligatorio el reparto entre comunidades, el departamento que dirige Sira Rego, que ha seguido en comunicación permanente con los territorios afectados todo agosto, intensifica los contactos para buscar posibles salidas a la situación de colapso que viven tanto las islas como la ciudad autónoma de Ceuta. La titular de la cartera tiene previsto viajar este jueves a Baleares, un archipiélago afectado también por las llegadas, aunque en menor medida que Canarias, que actualmente acoge en torno a 5.100 menores cuando su capacidad máxima se sitúa en las 2.000 plazas.

La ministra, cuyo gabinete ultima el diseño de su agenda en la visita a Palma, se reunirá con las autoridades locales, incluida la presidenta Marga Prohens, para conocer de primer mano la coyuntura en las islas y seguir coordinando una acción conjunta entre el Gobierno de España y las comunidades, que ejercen la competencia en materia de menores. A mediados de agosto, el Consell de Mallorca, gestionado por el PP, acogía a 303 jóvenes no acompañados. Está previsto, además, que Rego se desplace el martes y miércoles de la próxima semana a Ceuta, donde también se verá con el mandatario popular, Juan Jesús Vivas. La semana pasada, la ciudad autónoma vivió su pico máximo de entradas en un solo día, con la llegada de 47 menores el jueves. Según los últimos datos que traslada el Ejecutivo ceutí este lunes, actualmente atienden a 475 niños y adolescentes, cuando su capacidad máxima está en 88.

La saturación se extiende al conjunto de recursos para acoger a los migrantes que arriban cada día, también mayores de edad. En declaraciones recogidas por Europa Press, la delegada del Gobierno en la ciudad autónoma, Cristina Pérez, ha calificado este lunes la situación de “presión migratoria extrema” y se ha referido a una media de 500 intentos de entradas de personas procedentes de Marruecos y Argelia en una jornada. Tan solo este pasado domingo lo intentaron unas 1.500, añade. La Delegación trabaja junto al Gobierno local y el Ministerio de Juventud e Infancia para contar con nuevos espacios de acogida de menores en caso de que sea necesario. “Existen instalaciones que se pueden habilitar para acoger a menores y en ello estamos trabajando”, ha afirmado ante los medios.

Ya el viernes, Vivas reconoció que su Ejecutivo estudiaba la posibilidad de recurrir a ONG para derivar a los menores a otras comunidades, más allá del cupo pactado de manera voluntaria en la Conferencia Sectorial de Infancia del pasado julio. Fuentes del Ministerio reconocen que exploran esta vía de trabajo, que ya expuso el departamento en la reunión con las comunidades en primavera.

La visita de Rego a Baleares —la ministra, que otorga a este asunto máxima relevancia, ya estuvo en Canarias como primer viaje oficial tras ser nombrada— coincidirá con la gira que Pedro Sánchez inicia este martes por Mauritania, Gambia y Senegal para reforzar el control de fronteras y se produce tan solo unos días después de la reunión del presidente con el mandatario canario, Fernando Clavijo. En el encuentro celebrado el viernes en La Palma, el Gobierno se comprometió a destinar 50 millones de euros para compensar al Archipiélago por los esfuerzos financieros en la gestión de la crisis. Tanto el Ejecutivo central como el insular aprovecharon la reunión para elevar la presión a los populares y conseguir su apoyo para hacer obligatorio el reparto de menores.