Golpe al tráfico de ‘gas de la risa’ en la Costa del Sol

La Policía Nacional ha detenido a seis personas en la provincia de Málaga dedicadas al tráfico de óxido nitroso, conocido de manera popular como “gas de la risa”. Se les considera responsables de una organización dedicada a su compra y venta de manera masiva, a la que se han intervenido 4.200 kilos de esta sustancia en las localidades de Torremolinos, Fuengirola y ...

La Policía Nacional ha detenido a seis personas en la provincia de Málaga dedicadas al tráfico de óxido nitroso, conocido de manera popular como “gas de la risa”. Se les considera responsables de una organización dedicada a su compra y venta de manera masiva, a la que se han intervenido 4.200 kilos de esta sustancia en las localidades de Torremolinos, Fuengirola y Marbella. Los responsables policiales consideran que podrían haber traficado con más de tres millones de litros de este gas, que se consume principalmente inhalado desde un globo y que sólo está permitido para uso médico o en la industria alimentaria. No está considerado como droga, pero su utilización recreativa representa un peligro para la salud: sus consecuencias van desde un desmayo hasta paradas respiratorias. “El consumo continuado puede dañar la médula espinal y llegar a provocar la muerte”, asegura un informe del Ministerio de Sanidad publicado el año pasado.

La operación, denominada Globo y desarrollada por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Costa del Sol junto al servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, arrancó en el pasado mes de mayo, justo cuando empieza a aumentar su demanda para su venta durante las vacaciones veraniegas. Las primeras investigaciones permitieron localizar un gran almacén desde el que se distribuían, de manera ilegal, miles de botellas de óxido nitroso. Desde allí pasaban a otros inmuebles en distintas localidades litorales de Málaga, según han explicado fuentes del caso. Hasta esos lugares llegaban los intermediadores para adquirir la mercancía en bombonas y, luego, distribuirlas al por menor. “El funcionamiento es exactamente el mismo que el de los grupos que se dedican a hachís, marihuana o cocaína”, añaden las mismas fuentes.

Durante los meses de junio y julio los agentes avanzaron en sus averiguaciones y comprobaron que existía una gran organización que se encargaba de toda la logística para importar grandes cantidades de óxido nitroso en palés desde distintos países. En el escalón inferior había otros grupos que compraban esas botellas y, más tarde, las ofrecían ya en pequeñas dosis en zonas de ocio de toda la Costa del Sol. Esta venta se realiza en globos —que se inhalan— cuyo precio varía entre los cinco y los diez euros, según el lugar donde se produzca la venta. Su uso está asociado principalmente a áreas de fiesta de municipios como Torremolinos o Fuengirola, además de Marbella, donde el consumo está más ligado a fiestas en villas privadas.

Durante el registro de los inmuebles se han intervenido 4.139 botellas de óxido nitroso cuyo peso es de unos 4.200 kilos —más de medio millón de dosis, ya que la media es de ocho gramos por inhalación— y su valoración se estima en cerca de 300.000 euros. La documentación hallada indica que estos grupos criminales podrían haber traficado con más de tres millones de litros de este gas. “Eso supone muchos millones de dosis”, añaden las mismas fuentes, que sostienen que debido al bajo precio esta sustancia es consumida sobre todo por chavales jóvenes, entre ellos muchos menores de edad.

A los arrestados, la mayoría españoles pero entre los que hay también extranjeros, se les acusa de los delitos de organización criminal y delito de salud pública. Todos se encuentran en libertad sin fianza. El caso está en manos de los juzgados de Torremolinos, Fuengirola y Marbella y la operación, además, continúa abierta, lo que no descarta nuevas incautaciones o detenciones.

Ibiza, la Costa Brava o Marbella

El óxido nitroso se ha vuelto habitual en zonas de ocio de toda España —también Europa— las operaciones policiales se suceden en lugares como Ibiza, la Costa Brava o Marbella, donde no es difícil encontrar personas en los alrededores de clubes y discotecas que ofrezcan dosis a cambio de unos diez euros. El pasado junio, la Guardia Civil intervino el más de 21.000 litros de esta sustancia en Málaga en la mayor aprehensión policial de esta sustancia en toda Europa, según comunicó entonces el Ministerio del Interior. También se incautaron, en el mismo mes, más de 16.000 cápsulas en Ibiza.

Este gas, que tiene no tiene color, apenas huele y tiene un sabor ligeramente dulce, posee propiedades anestésicas, analgésicas y disociativos, según el Ministerio de Sanidad, que publicó un informe en 2023 donde subraya que también es utilizado como aditivo alimentario industrial. Se trata de una sustancia “de alta disponibilidad y bajo precio” que requiere de permisos para su comercialización y distribución.

Lo más habitual es inhalarlo a través de globos. Sus efectos llegan tan rápido como se van porque su máxima duración es de 15 a 45 minutos, según el documento, que relata que existe una “percepción social de seguridad en su consumo” y, sin embargo, éste puede “conllevar graves secuelas”. Puede probar asfixia, alucinaciones, alteraciones de la percepción, desorientación especial o reducir la sensibilidad al dolor, así como desmayos. Su uso continuado puede, igualmente, dañar la médula espinal “y llegar a provocar la muerte”, sentencia Sanidad.