Feijóo delega en sus barones la respuesta al acuerdo sobre concierto económico para Cataluña

Génova quiere evitar que una reacción demasiado airada del PP se convierta en un aliciente para que las bases de ERC voten a favor del pacto

Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, participa en la ofrenda al apóstol Santiago, celebrado en el día de Galicia, el pasado 25 de julio en Santiago de Compostela.ÓSCAR CORRAL

Mientras sus barones claman contra el concierto económico para Cataluña que han pactado ERC y el PSC, algo que consideran un “golpe de Estado fiscal”, Alberto Núñez Feijóo ha optado por mantener un perfil bajo. El líder del PP se ha limitado a manifestar su rechazo a “otro chantaje independentista” en tres mensajes en la red social X, donde ha escrito m...

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Mientras sus barones claman contra el concierto económico para Cataluña que han pactado ERC y el PSC, algo que consideran un “golpe de Estado fiscal”, Alberto Núñez Feijóo ha optado por mantener un perfil bajo. El líder del PP se ha limitado a manifestar su rechazo a “otro chantaje independentista” en tres mensajes en la red social X, donde ha escrito más sobre las elecciones en Venezuela que sobre acuerdo para la investidura de Salvador Illa. Feijóo ha delegado en sus principales escuderos y en los Gobiernos autonómicos del PP la oposición al pacto, contra el que la dirección del PP ―que cierra un periodo muy duro contra el Gobierno de Pedro Sánchez― esta vez no ha hecho excesivo ruido. Detrás de la sorpresiva reacción templada de la cúpula del PP al concierto económico hay razones de cálculo político, pero también este miércoles por la tarde el partido ha informado de que su líder se ha sometido a una leve intervención quirúrgica a causa del desprendimiento de retina. “Esto no ha hecho más que empezar”, argumentan en el equipo directo del líder del PP, donde aclaran que su oposición a esta medida, pese a la baja intensidad de su respuesta, es total.

Feijóo presidió este lunes la reunión del comité de dirección del PP, pero su última intervención pública se retrotrae a la semana anterior, el miércoles 24 de julio, cuando en un discurso en abierto ante sus diputados y senadores reunidos en el Senado pidió a Pedro Sánchez que dimitiera y convocara elecciones generales. Después de su último pronunciamiento se ha conocido el acuerdo de alto calado político suscrito por ERC y el PSC —pendiente de ratificación por las bases republicanas y defendido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez— que sienta las bases de un modelo de financiación singular para Cataluña. El líder popular se ha limitado, en cambio, a escribir tres mensajes en su cuenta de la red social X sobre ese pacto, en los que critica que se trate de otra “investidura comprada” que generará “más desigualdad”. Feijóo sugiere que el concierto no se llevará a efecto, porque Sánchez “mintió a Junts con la amnistía” y ahora “pretende repetirlo con ERC con una promesa imposible”. Y concluye: “España es una nación solidaria, de ciudadanos libres e iguales. Por eso, más que nunca estamos con los catalanes engañados, arrinconados y utilizados por la ambición egoísta de Sánchez y la connivencia del PSOE-PSC”.

Pese a ello, el líder del PP ha dejado pasar la oportunidad de poner el foco en esa nueva “cesión” a los independentistas catalanes y de responder a Sánchez. Fuentes del equipo directo de Feijóo defienden que “no aceptan lecciones del presidente del Gobierno” sobre atención a la prensa y aseguran que Feijóo ya hizo su balance en sendos discursos en abierto ―sin preguntas― la semana pasada ante la Junta Directiva Nacional y los diputados y senadores del PP. En realidad, como presidente del PP Feijóo no ha protagonizado ninguna rueda de prensa de fin de curso. El jefe de la oposición se llevó en 2022 una reprimenda de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España por no admitir preguntas de los periodistas en el balance que protagonizó ante cargos de su partido, aunque su equipo sostiene que entonces tampoco había convocado a la prensa y argumenta que, en general, atiende con más regularidad que el líder del PSOE a los informadores. En 2023, la campaña de las elecciones generales alteró las habituales comparecencias antes de las vacaciones.

Este año, Feijóo ha delegado en su secretaria general, Cuca Gamarra, quien compareció desde La Rioja para retar al presidente socialista a someter a votación de las bases del PSOE el acuerdo de ERC con el PSC. “No hay nada menos socialista y progresista que intentar romper la caja común”, criticó Gamarra. Con todo, la dirección del PP ha pasado de puntillas por el acuerdo si se compara con su reacción ante la ley de amnistía, contra la que los populares han llegado a organizar cinco manifestaciones consecutivas en contra. Este miércoles, el portavoz parlamentario, Miguel Tellado, pedía esperar a conocer “cómo se materializa” el pacto para “actuar”. Mientras, los barones populares sí han anunciado que batallarán en los tribunales contra el concierto económico catalán.

El equipo de Feijóo explica que detrás del perfil bajo del líder del PP hay razones de cálculo político, porque se ha decidido “no quitarle ni un ápice de espacio a Emiliano García-Page [presidente socialista de Castilla-La Mancha] o a Compromís” en sus críticas al concierto económico para Cataluña, que “desgastan más a Sánchez” que un pronunciamiento de Feijóo. Además, Génova quiere evitar que una reacción demasiado airada del PP en contra del acuerdo se convierta en un aliciente para que las bases de ERC voten a favor del pacto en la consulta de este viernes. “El PP puede hacer de pegamento de ERC y Junts”, argumentan en el gabinete del jefe de la oposición, donde prefieren no ayudar al sí de ERC a la investidura de Salvador Illa. Eso no significa, aclaran estas fuentes, que Feijóo no rechace “al 250%” el concierto económico para Cataluña. Pero ya habrá tiempo de manifestarlo. El líder del PP mantuvo agenda de trabajo privado hasta el martes a mediodía en Madrid, y el miércoles ya se encontraba en Oviedo empezando el periodo de descanso estival. El plan del PP contra el “golpe de Estado fiscal” de Cataluña puede esperar hasta el nuevo curso político.

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