La narcoflota cuyos tripulantes alardeaban de cubrir los retretes con billetes de 50 euros

La Policía Nacional detiene a medio centenar de miembros de una organización criminal que usaba veleros para traer cocaína desde Sudamérica a España

Un retrete de unos de los veleros, cubierto de billetes con los que los narcos alardeaban de sus beneficios, en una imagen intervenida por la Policía.

La fotografía fue encontrada por la Policía Nacional en el móvil de uno de los detenidos. Uno de los delincuentes se la había enviado a otros miembros de su organización para alardear de los beneficios que el narcotráfico le estaba generando. En ella se veía el suelo de un baño y el propio retrete cubiertos de billetes de 50 euros, y en la mano de quien había tomado la imagen, un fajo más. Es la histriónica fotografía que resume la Operación Mentor, un amplio dispositivo en el que han participado policías de 11 países y...

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La fotografía fue encontrada por la Policía Nacional en el móvil de uno de los detenidos. Uno de los delincuentes se la había enviado a otros miembros de su organización para alardear de los beneficios que el narcotráfico le estaba generando. En ella se veía el suelo de un baño y el propio retrete cubiertos de billetes de 50 euros, y en la mano de quien había tomado la imagen, un fajo más. Es la histriónica fotografía que resume la Operación Mentor, un amplio dispositivo en el que han participado policías de 11 países y que ha permitido desmantelar la mayor narcoflota conocida hasta ahora, con la incautación de ocho de los 10 veleros con los que contaba y 36 vehículos. Hay 51 detenidos ―26 de ellos en España― de 15 nacionalidades diferentes, y en los próximos días se espera el arresto de más implicados. También se han intervenido 1.500 kilos de cocaína, según ha informado este viernes el Ministerio del Interior. Lo que la Policía no ha logrado aún es poner nombre al narco que cubrió aquel baño de billetes.

La investigación se inició en junio de 2020, cuando agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional, en colaboración con la Agencia Nacional del Crimen británica (NCA, en sus siglas en inglés), detectaron la presencia de una organización de narcotraficantes asentados en la Costa del Sol que contaba con un número inusual de veleros puestos a nombre de testaferros. Con ellos presuntamente traían grandes cargamentos de cocaína desde Sudamérica hasta el sur de España y, desde ahí, los distribuían al resto de Europa. Las pesquisas permitieron concretar que la trama utilizaba los puertos de Valencia, Alicante, Almería y Málaga para fondear sus barcos antes de enviarlos a las islas de Tenerife, Gran Canaria, El Hierro y Lanzarote, así como a las Azores (Portugal) y Cabo Verde, desde donde partían a Sudamérica para aprovechar los vientos y las corrientes marinas.

En Sudamérica, solían atracar en Brasil, Colombia, Guayana, Trinidad y Tobago, Santa Lucía, Barbados o Panamá para, desde allí, dirigirse vacíos hasta un punto convenido en aguas internacionales cercano al mar Caribe donde recoger los alijos que les trasbordaban desde otras embarcaciones, principalmente pesqueros. Una vez con la droga en la bodega, emprendían el viaje de regreso hasta otro punto en aguas internacionales cercano ya a las costas europeas o africanas, y allí traspasaban el cargamento a otros barcos que se encargaban de hacer el recorrido final hasta España.

Al frente de esta narcoflota los investigadores sitúan a un ciudadano de nacionalidad noruega y origen iraní asentado en Alicante y apodado El Profesor porque utilizaba de pantalla su actividad como docente de noruego en cursos de internet. Según detalla la Policía en su nota, El Profesor ―que por el momento ha conseguido eludir el arresto― se encargaba de reclutar a los tripulantes de los veleros (tres marineros para cada barco, cada uno de los cuales cobraba alrededor de 300.000 euros por un viaje de ida y vuelta) y de mantener a punto las embarcaciones. En sus conversaciones, este capo presumía de llevar traficando con droga más de 20 años y de haberse ganado el respeto de los principales carteles colombianos y mexicanos, que le confiaban el traslado del estupefaciente hacia Europa. Está catalogado desde hace tiempo como HVT (siglas en inglés de “objetivos de alto valor”, referidas a los más buscados).

En su labor, El Profesor contaba con otro ciudadano noruego, este asentado en Valencia, como lugarteniente, y con cuatro presuntos narcos establecidos en Marbella ―un hombre y su hijo británicos, un canadiense y un montenegrino―, así como vínculos con clanes albaneses, organizaciones que en los últimos años se han hecho con el control de tráfico de cocaína en Europa, que financiaban parte de los grandes alijos. Para comunicarse, todos ellos utilizaban teléfonos móviles encriptados y palabras clave para referirse a los veleros ―siempre nombres de pila ingleses como John, Ben, Henry, Peter o Mike―; así no tenían que utilizar el que aparecía en sus cascos, dificultando su localización a la Policía. Además, contaban con una compleja estructura empresarial que utilizaban para blanquear los ingentes beneficios que obtenían. De hecho, la narcoflota cobraba entre un 25 y un 30% del valor de los cargamentos que transportaba.

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Lo que parecía un perfecto engranaje naviero empezó a resquebrajarse el pasado diciembre, cuando un velero de la organización cargado con 1.500 kilos de cocaína (cuyo precio en el mercado negro supera los 45 millones de euros, según Europol) sufrió una avería mecánica cuando estaba a 600 millas náuticas de la isla de Martinica que le impidió seguir navegando. La organización criminal mandó rápidamente un barco desde el Caribe y otro desde Cabo Verde para intentar trasbordar la droga y seguir el viaje, pero antes de que llegaran el alijo fue intervenido por un barco francés que había sido alertado por los agentes españoles. Poco después eran detenidos, cuando mantenían una reunión en un bar de Marbella, los cuatro miembros de la organización que residían en la Costa del Sol. Cuando fueron arrestados, intentaban descubrir por qué había sido intervenido el cargamento y, sobre la mesa, tenían una docena de teléfonos encriptados, según fuentes de la investigación. Ese mismo día fue arrestado en Valencia el lugarteniente de El Profesor.

El avance de las pesquisas permitió detectar que la organización, pese al percance, continuaba su actividad y que, de hecho, preparaba el envío de dos veleros de su flota para recoger sendos alijos de 1.000 kilos de cocaína cada uno. Los investigadores decidieron poner en marcha el pasado 24 de junio un amplio operativo para impedir que se produjera la carga en aguas internacionales. La acción, en la que participaron policías de una decena de países, se saldó con el arresto de otras 39 personas y la práctica de numerosos registros, 28 de ellos en España, la mayoría en la provincia de Málaga. Entre los arrestados hay 16 noruegos, entre ellos un individuo que había cumplido una condena de 15 años de prisión por atracos a bancos y furgones blindados y que contaba con el respeto de las mafias del Este de Europa, según detalla la Policía en una nota.

En la operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Arrecife (Lanzarote) han participado, además de la Policía Nacional y la NCA británica, Servicio Nacional de Investigación Criminal de Noruega (NCIS) y la Agencia Antidroga de EE UU (Drug Enforcement Administration-DEA), así como la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) y agentes policiales de Francia, Polonia, Portugal, Bulgaria, Panamá y Santa Lucía.

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