Sánchez exige a Milei “respeto” y avanza que si no hay rectificación dará una “respuesta acorde”

El presidente pide de nuevo a las grandes empresas que ayuden a contener el avance de la ultraderecha y acusa a Abascal de alentar la “violencia política”

Pedro Sánchez, este lunes durante su intervención en el foro económico CREO 2024, organizado por el diario 'Cinco Días'.Foto: Pablo Monge | Vídeo: EPV

Pedro Sánchez está dispuesto a llegar hasta el final en la crisis diplomática con Argentina provocada por las palabras de su presidente, Javier Milei. El presidente del Gobierno ha exigido este lunes “respeto” a Milei —que el domingo llamó “corrupta” a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez— y ha apuntado que, si no hay una rectificación, el Ejecutivo español tomará medidas y habrá una “respuesta acorde a la dignida...

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Pedro Sánchez está dispuesto a llegar hasta el final en la crisis diplomática con Argentina provocada por las palabras de su presidente, Javier Milei. El presidente del Gobierno ha exigido este lunes “respeto” a Milei —que el domingo llamó “corrupta” a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez— y ha apuntado que, si no hay una rectificación, el Ejecutivo español tomará medidas y habrá una “respuesta acorde a la dignidad que representa la democracia española”. Sánchez ha remarcado “los lazos de hermandad que unen a España y Argentina” y ha afirmado que el mandatario argentino “no ha estado a la altura” de esa relación. Entre gobiernos, ha subrayado, “los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable”.

El Gobierno ya ha llamado a consultas a la embajadora española en Buenos Aires y ha convocado al embajador argentino en Madrid, pero ahora las palabras de Sánchez apuntan a que no descarta una escalada mayor de la crisis. Además, el presidente ha pedido colaboración a las grandes empresas españolas —muchas de las cuales se reunieron el domingo con Milei— y ha acusado al líder de Vox, Santiago Abascal, de alentar la “violencia política” contra los socialistas.

Sánchez no cree que las palabras de Milei sean un hecho aislado, sino que las vincula al contexto de una “internacional ultraderechista” que, en su opinión, está “poniendo en riesgo los valores del progreso económico, la justicia social y la convivencia” que son la base de países como España y Argentina. El presidente ha querido desvincular esta tensión entre gobiernos de la unidad de dos países con muchas relaciones de todo tipo como Argentina y España. “Somos dos países hermanos que se quieren y se respetan. Lo que ayer vivimos en Madrid no habla de lo que los españoles y los argentinos sentimos, de dos pueblos que en momentos difíciles contaron el uno con el otro para levantarse. No habla de las raíces comunes que tenemos. Soy plenamente consciente de que quien ayer habló no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino”, ha dicho al empezar su intervención en el foro económico CREO, organizado por Cinco Días, diario del Grupo Prisa.

El embajador de Argentina en España, Roberto Bosch, a su salida de una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en la sede del Ministerio, este lunes.Diego Radamés (Europa Press)

El líder del PSOE ha exigido a todas las fuerzas políticas españolas que condenen las palabras de Milei sin matices, en clara referencia al PP, aunque los populares sí se han distanciado este lunes de las palabras del presidente argentino, que el domingo evitaron criticar. “Defender las instituciones españolas de insultos de mandatarios extranjeros no entiende de peros. Por encima está el patriotismo”, ha señalado Sánchez. En el mitin de Vox en Madrid el domingo, Milei, que había acudido invitado, afirmó: “No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucie y se tome cinco días para pensarlo”. Aludía así claramente, aunque sin dar nombres, al periodo de reflexión que se tomó Pedro Sánchez a finales de abril para decidir si continuaba en el cargo después de que un juez abriera diligencias por la denuncia contra su esposa, Begoña Gómez.

En tono muy serio, y con el trasfondo político claro de la campaña electoral europea que empieza en la noche del próximo jueves, el presidente de Gobierno ha arremetido también contra Vox por ese mitin. El líder de la extrema derecha española, Santiago Abascal, hizo en ese encuentro con Milei una “apelación explícita a la violencia política”, ha considerado Pedro Sánchez. “Decir que hay que sacar a patadas y gorrazos a un Gobierno legítimo es antidemocrático y exige una condena rotunda de todas las fuerzas políticas y todos los medios de comunicación”, ha proseguido.

Sánchez ha rematado su discurso pidiendo, como ya repite en cada foro económico, que las empresas se impliquen también en la defensa de la democracia frente al avance de la ultraderecha, una ola que amenaza, ha dicho, no solo los valores políticos sino también sociales y económicos en los que han crecido estas empresas, “hijas de la democracia”. El presidente reivindica como ejemplo lo que han hecho una treintena de grandes empresas en Alemania, que han secundado una campaña contra la extrema derecha, y anima a seguir esa línea en España. De momento no ha habido ninguna que lo haya hecho, aunque este lunes algunas de ellas sí han criticado a Milei por sus palabras contra Sánchez.

El presidente no ha hecho ninguna mención al incidente protagonizado por su ministro de Transportes, Óscar Puente, quien el pasado 3 de mayo dejó caer que Milei podría estar tomando algún tipo de “sustancias” y que sólo así se explicaban ciertas intervenciones públicas suyas. Es un asunto polémico que el PP usa para poner al mismo nivel las palabras del argentino con las que le dirigió el ministro español. Sí ha hablado de la cuestión el ministro Albares, que ha asegurado que Puente “pidió disculpas” y ha recordado que el portavoz de Milei, Manuel Adorni, dio por cerrada oficialmente esa crisis mucho antes del viaje a España.

En realidad, Puente no pidió disculpas, sino que alegó que había pronunciado esas palabras en un contexto distendido —estaba en una facultad con estudiantes universitarios— y afirmó que, si hubiera sido consciente de la repercusión que tendrían, “nunca las habría dicho”. El Gobierno tampoco desautorizó a Puente. Ahora, después de dar por cerrada la crisis oficialmente, el entorno de Milei utiliza esas declaraciones del ministro español para justificar la agresividad del mandatario argentino.

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