Letizia reaparece sentada en el besamanos de Países Bajos por una afección en el pie izquierdo
La reina sufre de un engrosamiento del tejido alrededor de los nervios que le impide permanecer de pie quieta durante mucho tiempo
La reina Letizia ha protagonizado este miércoles la anécdota del viaje de Estado de los reyes a Países Bajos, el primero que realizan este año. Vestida de gala, Letizia Ortiz ha aparecido en el besamanos sentada en un taburete debido a una afección en el pie izquierdo, en concreto un neurema de Morton, el engrosamiento del tejido alrededor de los nervios. U...
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La reina Letizia ha protagonizado este miércoles la anécdota del viaje de Estado de los reyes a Países Bajos, el primero que realizan este año. Vestida de gala, Letizia Ortiz ha aparecido en el besamanos sentada en un taburete debido a una afección en el pie izquierdo, en concreto un neurema de Morton, el engrosamiento del tejido alrededor de los nervios. Una dolencia que padece desde hace tiempo y que se le suma a una metatarsalgia (inflamación en la bola del pie), lo cual le dificulta permanecer de pie, estática, durante mucho tiempo. De hecho anoche, en la cena de recepción a la comunidad española residente en Países Bajos, ya calzaba unos zapatos con unos tacones más bajos de los que suele lucir habitualmente.
El foco iba a estar puesto este miércoles en Amalia de Orange, primogénita de los reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos, que se estrenaba en este evento como futura jefa del Estado neerlandés. Sin embargo, el gesto de la reina española ha acaparado toda la atención mediática. La recepción se ha celebrado en el Palacio Real de Ámsterdam, donde se hospedan los monarcas y ha dado comienzo por la mañana la visita de Estado con el tradicional desfile y pase de revista a la guardia de honor. En esa ocasión, sin embargo, Letizia Ortiz sí ha aguantado de pie toda la ceremonia junto a su homóloga —y amiga— Máxima Zorreguieta frente a la fachada principal de un palacio oportunamente rodeado de tulipanes rojos y amarillos. Poco después, los monarcas españoles han recorrido bajo una lluvia atroz los aproximadamente 300 metros que separan el Palacio Real del monumento nacional a los caídos en la Segunda Guerra Mundial para llevar a cabo la ofrenda floral y mantener el pertinente minuto de silencio.
El banquete de esta noche se celebra en la conocida Sala Civil del Palacio Real, en el que desde esta mañana ondeaba la bandera española. Un espacio que recibe a jefes de Estado de todo el mundo desde 1808 desde el presidente chino, Xi Jinping, en 2014, hasta los reyes de los Belgas, en 2016. Esta sala se viste de gala ―manteles de lino blanco, centros de flores y, desde 2017, una vajilla fabricada específicamente para los reyes Guillermo y Máxima― para recibir a unos 200 invitados. Entre otros, este miércoles estaban la artista Lita Cabellut, el jugador de fútbol Ronald Koeman y la empresaria Esther Alcocer Koplowitz. El menú: cóctel de gambas y espárragos con mouse de parmesano y vinagreta de langosta, consomé de tomate y gnocchi de rabo de buey, cordero con hierbas y polenta frita, berenjenas y otras verduras al horno y, para finalizar, tartaleta de caramelo con crema picante y salsa de chocolate. Durante la cena de gala, los monarcas españoles han lucido la distinción de la Orden del León, la más alta de la monarquía neerlandesa equivalente al Toisón de Orol español.
En la ceremonia de bienvenida de la mañana, que da el pistoletazo de salida a un viaje de Estado marcado por la autonomía estratégica de Europa, también han estado el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, y el primer ministro neerlandés en funciones, Mark Rutte, además de otras autoridades. Está previsto que ambos se marchen a Bruselas, donde se celebra hoy y mañana un Consejo Europeo extraordinario en el que los Veintisiete abordarán precisamente los “persistentes ataques de Rusia contra civiles e infraestructuras críticas de Ucrania, incluido el sector energético”, según el presidente, Charles Michel.
Como parte del viaje de Estado, los monarcas se han acercado a conocer de cerca la Fundación Cruyff, que trabaja por la cohesión social de niños con discapacidades en todo el mundo a través del deporte. En España hay proyectos en Cataluña, La Rioja, Aragón, País Vasco, Castilla y León, Baleares y Madrid. De allí, y bajo una intensa lluvia, ambos jefes del Estado se han trasladado al puerto de Ámsterdam para ver in situ las instalaciones que a partir de 2030 recibirán hidrógeno verde español a través del segundo corredor europeo de este tipo que conectará la capital neerlandesa con el puerto de Bilbao.