Defensa expedienta al capitán que dirigió el ejercicio militar en el que murieron ahogados dos soldados en Córdoba
El oficial, que ya fue apartado del mando, será suspendido en sus funciones por seis meses
El Ministerio de Defensa ha puesto en marcha el expediente para suspender de funciones al capitán que dirigió el ejercicio en el que murieron dos militares el pasado 21 de diciembre, cuando cruzaban cargados con el equipo de combate un lago artificial en la base de Cerro Muriano (Córdoba), según fuentes de dicho departamento. La ley de la Carrera Militar de 2007 prevé la suspensión de funciones de los miembros de las Fuerzas Armadas “como consecuenc...
El Ministerio de Defensa ha puesto en marcha el expediente para suspender de funciones al capitán que dirigió el ejercicio en el que murieron dos militares el pasado 21 de diciembre, cuando cruzaban cargados con el equipo de combate un lago artificial en la base de Cerro Muriano (Córdoba), según fuentes de dicho departamento. La ley de la Carrera Militar de 2007 prevé la suspensión de funciones de los miembros de las Fuerzas Armadas “como consecuencia del procesamiento, inculpación o adopción de alguna medida cautelar contra el imputado en un procedimiento penal o por la incoación de un procedimiento disciplinario por falta muy grave”. La imposición de esta medida, que ya había sido solicitada por las familias de los fallecidos, corresponde a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y tiene una duración máxima de seis meses.
El Ejército de Tierra ya apartó al capitán del mando de la compañía inmediatamente después del accidente, pero no fue suspendido en sus funciones, por lo que siguió acudiendo al cuartel y ejerciendo tareas de mando. Cuando sea suspendido en sus funciones dejará de hacerlo, aunque no perderá el destino, ya que la suspensión de empleo solo está prevista en caso de condena o sanción disciplinaria firme.
El capitán declaró el pasado viernes como imputado ante el titular del juzgado togado militar territorial de Sevilla, que le imputa un delito contra la eficacia del servicio con resultado de muerte. El oficial defendió la realización del ejercicio, pese al intenso frío y la falta de medidas de seguridad, y aseguró no explicarse todavía qué sucedió y por qué se ahogaron un cabo y un soldado y varios más sufrieron hipotermia. La misma línea defensiva adoptó el teniente, quien consideró normal que unos 15 militares llevaran sus mochilas sobrecargadas con lastres de 3,5 kilos y adujo que si no las llevaban todos es porque no había suficientes. En cambio, el sargento, tercero de los mandos imputados, dijo que se trataba de un castigo impuesto a la compañía por el teniente y admitió que el ejercicio debería haberse suspendido, ya que no se daban las condiciones para realizarlo.