El jurado popular declara culpables de asesinato a dos hombres por un atropello mortal en Málaga
Los hechos ocurrieron en Benalmádena en 2017 tras una pelea en un bar de copas
El jurado popular ha declarado culpables a los dos acusados de atropellar a dos jóvenes embistiendo con su coche la moto en la que viajaban las víctimas. Lo ha hecho por unanimidad, después de un juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Málaga que ha durado dos semanas, en las que han escuchado a numerosos testigos, agentes policiales y peritos. Como conclusión, según ...
El jurado popular ha declarado culpables a los dos acusados de atropellar a dos jóvenes embistiendo con su coche la moto en la que viajaban las víctimas. Lo ha hecho por unanimidad, después de un juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Málaga que ha durado dos semanas, en las que han escuchado a numerosos testigos, agentes policiales y peritos. Como conclusión, según recoge el veredicto, se les considera autores de un delito de asesinato consumado y otro en grado de tentativa. Los cometieron en 2017 en Benalmádena (Málaga, 73.160 habitantes), tras ponerse de acuerdo en “buscar venganza” tras participar en una pelea. Minutos después del altercado, se subieron a un coche y atropellaron por dos veces a la moto donde viajaba el joven con el que habían discutido y un amigo. Uno de ellos murió en el acto y otro resultó herido de gravedad.
La Fiscalía ha pedido 26 años de prisión para cada culpable, tanto para Eloy M., de 31 años, como autor material de los hechos porque conducía el coche que se utilizó en el atropello como para Manuel P., de 48 años, que viajaba de copiloto y ejercía de cooperador necesario, según el jurado. Las dos acusaciones particulares, por su parte, han solicitado 28 años de cárcel para cada uno, así como indemnizaciones para la madre, el padre, la hermana y el hijo del fallecido, Mustapha Jelasi, que entonces tenía 22 años. “Y, como medida cautelar, hemos pedido la prohibición de comunicación de ambos con la familia”, como ha explicado José Lorenzo, abogado de la madre de Jelasi.
El jurado ha tenido en cuenta, eso sí, dos atenuantes para la pena que imponga la jueza del caso. El primero, de dilación indebida, ya que los hechos ocurrieron hace ya siete años. El segundo, que solo afecta al autor material, el de confesión, ya que Mesa acudió de manera voluntaria a la Policía Nacional para declarar que él conducía el coche. Eso sí, en sus declaraciones ante el tribunal, los dos aseguraron que lo ocurrido había sido un accidente. “Los intenté esquivar”, aseguró Eloy M. durante el juicio. “Se les fue la moto y pegaron contra nosotros”, añadió Manuel P. Fuentes jurídicas relatan que las contradicciones en sus relatos y las diferencias con lo declarado por los agentes policiales y los especialistas han sido clave para el veredicto final. Ambos rechazaron un acuerdo de conformidad propuesto por la fiscalía hace dos semanas.
Ahora, el jurado popular ha considerado probado que uno de los acusados, Manuel P. —con antecedentes por tráfico de drogas— se enzarzó en una discusión con Mustapha Jelasi —que más tarde acabaría asesinado— en un bar de Benalmádena sobre las cinco y media de la madrugada del 25 de febrero de 2017. El relato asegura que más tarde, tras la mediación policial, Manuel fue junto a su amigo Eloy M. a recoger el Renault Laguna que tenían aparcado cerca del establecimiento y que lo hicieron “puestos de acuerdo en buscar al agresor y buscar venganza”, según el veredicto.
Pocos minutos después, cuando circulaban por la Avenida de Mijas y vieron a Mustapha en un ciclomotor, en el que también viajaba su amigo Ohtmane como piloto, se adentraron en dirección prohibida “arrollando a alta velocidad” al vehículo, de manera que no tuvieron “tiempo ni espacio” para esquivar el impacto. Tras pasar por encima de ellos, el conductor del coche dio marcha atrás para atropellarlos por segunda vez. Como resultado, Jelasi falleció y su amigo Ohtmane resultó herido de gravedad (y necesitó 423 días de recuperación, según informó la fiscal el caso, Rosa María Romero). Luego ambos huyeron “sin avisar a nadie de lo sucedido” y “dando explicaciones vagas sobre los hechos” cuando los agentes de la autoridad les llamaron horas más tarde.