Un hombre acribillado a balazos en Alicante, identificado como un piloto ruso que desertó a Ucrania
Maxim Kuzmínov escapó con su helicóptero de combate en agosto pasado y su huida fue usada por la propaganda de Kiev. El jefe del espionaje ruso afirma que el piloto era “un cadáver moral” desde su defección
El hombre cuyo cadáver fue hallado la semana pasada en La Vila Joiosa (Alicante), con seis tiros en el cuerpo, ha sido identificado como Maxim Kuzmínov, un piloto ruso que desertó el pasado agosto con su helicóptero de combate para entregarse al Ejército ucranio, según han asegurado este martes fuentes de la Guardia Civil. La identidad de la víctima ha sido confirmada a través de sus huellas dactilares, ya que portaba documentación falsa en la que figuraba como ciudadano ucranio, según las mismas fuentes. El medi...
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El hombre cuyo cadáver fue hallado la semana pasada en La Vila Joiosa (Alicante), con seis tiros en el cuerpo, ha sido identificado como Maxim Kuzmínov, un piloto ruso que desertó el pasado agosto con su helicóptero de combate para entregarse al Ejército ucranio, según han asegurado este martes fuentes de la Guardia Civil. La identidad de la víctima ha sido confirmada a través de sus huellas dactilares, ya que portaba documentación falsa en la que figuraba como ciudadano ucranio, según las mismas fuentes. El medio ucranio Kyiv Post ya informó el lunes de que la inteligencia militar de ese país había confirmado la muerte en España de Kuzmínov. La huida de Rusia de este piloto y su aterrizaje el pasado agosto con un Mi-8 de combate en una base militar de la región de Járkov, en el este de Ucrania, fueron utilizados públicamente por las autoridades de Kiev, que ofrecieron protección a él y a su familia. El jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, ha afirmado este martes que el fallecido era “un traidor criminal” y que desde su deserción era “un cadáver moral”.
El cuerpo de Kuzmínov fue hallado en la tarde del 13 de febrero en la rampa del garaje comunitario de la urbanización de La Cala, en La Vila Joiosa (Alicante). Los presuntos asesinos escaparon en el coche de su víctima, a la que, además, atropellaron en su huida, según fuentes de la investigación. El automóvil fue encontrado poco después, en llamas, en la vecina localidad de El Campello. La Guardia Civil sospechó desde el principio que la documentación del hombre asesinado, correspondiente a un ucranio de 33 años, era falsa. Este lunes, la prensa del país invadido por Rusia ya apuntaba a que se trataba de Kuzmínov, lo que ha sido posteriormente confirmado por fuentes del instituto armado en Alicante.
Fue un vecino quien alertó hacia las 18.30 del día 13 de la presencia de un cuerpo con heridas de bala en la urbanización, en la que viven principalmente ciudadanos rusos y ucranios. Fueron también los propios vecinos quienes contaron a los agentes que, aunque no conocían mucho al hombre, sí creían haberlo visto “trabajando en una obra de la zona”.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, se ha limitado a decir este martes que “hay que dejar trabajar” a los agentes del instituto armado, sin desvelar si Kuzmínov contaba con algún tipo de protección en España. Los investigadores sospechan que los presuntos asesinos conocían algunas rutinas del piloto ruso, a quien “podrían llevar vigilando un tiempo”. El modus operandi de los agresores hizo pensar a los investigadores en un primer momento que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre grupos del crimen organizado.
Por su parte, fuentes de la embajada de Ucrania en España aseguran haberse enterado “por la prensa” de todo, sin poder aclarar tampoco si Kuzmínov contaba con alguna protección en nuestro país. “No hemos sabido nada de él salvo lo que ha sido publicado en la prensa española y ucrania al respecto”, han insistido. Preguntados sobre si conocían la presencia del piloto ruso en España, han manifestado que “todo lo que saben y han sabido de Kumínov ha sido lo que se ha ido publicando en la prensa”.
Apoyo de Ucrania
La deserción y huida del soldado ruso se dieron a conocer en septiembre del año pasado, cuando la inteligencia militar de Ucrania (el GUR) publicó unas imágenes en las que el piloto, que entonces tenía 28 años, explicaba cómo fue contactado por Kiev, que le ofreció pasarse al lado ucranio a cambio de dinero (medio millón de dólares) y protección para él y su familia. En el vídeo puede verse el aterrizaje de Kuzmínov con su helicóptero, un Mi-8 de combate, en una base militar de Járkov. Según informó en su momento el jefe del GUR, Kirilo Budánov, Kuzmínov cruzó la frontera volando por debajo del área de detección de los radares junto con otros miembros de la tripulación que no sabían de los planes del piloto y que murieron, abatidos por soldados ucranios, cuando intentaban escapar tras el aterrizaje.
Maxim Kuzmínov se había graduado en la Escuela de Aviación de Sizran, en el sur de Rusia. Él mismo explicó que había desertado porque estaba en contra de la invasión rusa de Ucrania. “Lamento lo que está ocurriendo, los asesinatos, las lágrimas, la sangre”, dijo en un documental difundido por los servicios de inteligencia ucranios y en el que sostenía que en Ucrania no había “ni fascistas ni nazis” como asegura Moscú. “No quiero ser cómplice de los crímenes rusos”, afirmó.
Kuzmínov tomó la decisión de huir mientras volaba en las proximidades de la frontera entre Rusia y Ucrania el 9 de agosto. Luego guio el helicóptero a través de la frontera a una altitud extremadamente baja. “Aparentemente, durante tres o cuatro días, nadie (en Rusia) entendió lo que me pasó. Aterricé y me recibieron (en Ucrania)”, dijo. Según el vídeo difundido por Kiev, Kuzmínov resultó herido en el aterrizaje, pero se le ofreció asistencia médica a tiempo.
Mientras, en Rusia, el Comité de Instrucción militar incoó una causa por “traición” contra Kuzmínov, y los familiares de sus dos compañeros —que fueron abatidos al intentar huir tras el aterrizaje en Ucrania— pidieron que pagara con su vida por lo que hizo. Esos compañeros de tripulación fueron condecorados a título póstumo por las autoridades rusas.
El jefe del Servicio de Espionaje Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, ha afirmado este martes que Maxim Kuzmínov era un “traidor”. “Este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen”, ha declarado Narishkin, según informa la agencia oficial rusa RIA Nóvosti. Y ha añadido: “En Rusia se suele decir: sobre los muertos o se habla bien o no se habla”.
Cuando la televisión pública rusa informó en octubre de la deserción, el reportero adelantó que la orden de liquidar al piloto ya había sido impartida. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha dicho hoy que no tiene conocimiento de que las autoridades españolas hayan informado a Moscú de lo ocurrido. Además, ha precisado que la muerte de Kuzmínov “no es un asunto” que figure en la agenda del Kremlin.