Una semana sin rastro del adolescente desaparecido en aguas del Mar Menor
Ivaylo Petrov, de 16 años, se perdió la madrugada del 5 de enero después del naufragio de la canoa en la que navegaba con otros dos jóvenes, que fueron rescatados
Ivaylo Petrov, Ivo, sigue sin aparecer. Tras siete días de búsqueda en los que se han peinado los 170 kilómetros cuadrados del mar Menor no hay ni rastro del adolescente, de 16 años, que desapareció la madrugada del 5 de enero en las aguas de la laguna salada.
La búsqueda de Ivo comenzó en torno a las 2.30 de la noche del viernes, cuando el vigilante del Club Náutico de Los Alcázares (17.600 habitantes, Murcia), un policía y un g...
Ivaylo Petrov, Ivo, sigue sin aparecer. Tras siete días de búsqueda en los que se han peinado los 170 kilómetros cuadrados del mar Menor no hay ni rastro del adolescente, de 16 años, que desapareció la madrugada del 5 de enero en las aguas de la laguna salada.
La búsqueda de Ivo comenzó en torno a las 2.30 de la noche del viernes, cuando el vigilante del Club Náutico de Los Alcázares (17.600 habitantes, Murcia), un policía y un guardia civil echaron al agua una barcaza de salvamento del club después de un aviso de naufragio recibido por los servicios de emergencias. Tan solo unos minutos después sacaron a la orilla a un menor de 16 años y a F. J. M., de 22. Estaban exhaustos y acusaban síntomas de hipotermia. Ambos rescatados aseguraron que se habían metido en el agua de noche y en una canoa. Pero también que cuando partieron de la orilla eran tres. Faltaba Ivo.
Aquella misma noche se inició un dispositivo de búsqueda que lleva activo ya una semana y con el que se ha buscado al menor por tierra, mar y aire. Horas después de la desaparición, un helicóptero con cámara térmica barrió el mar buscando calor residual, sin resultado. Ya por la mañana, embarcaciones del Ejército del Aire de la base de San Javier, de la Guardia Civil, de Salvamento Marítimo y de Protección Civil del municipio se incorporaron a la búsqueda. Los buzos del GEAS del instituto armado rastrearon el fondo del mar Menor. Otros agentes del cuerpo recorrieron a pie las dos islas de la laguna salada. Los pescadores se sumaron al dispositivo, ya el lunes. Desde entonces, se han revisado redes de pesca, cañizales, todas las orillas de la albufera y la superficie del agua. Pero Ivo sigue sin aparecer.
Según la versión del menor superviviente del naufragio, Ivo llegó la noche del viernes, pasadas las 12 de la madrugada, a la casa de Javier, diciendo que había encontrado una canoa en la playa. “Decidimos ir a dar una vuelta”, contó el adolescente a EL PAÍS la tarde del sábado, 6. La idea era “solo ir de muelle a muelle”, pero cambiaron de planes: “Luego nos vimos fuertes y dijimos, ¿y si vamos a La Perdiguera?”, afirma que se preguntaron, en referencia a un peñasco inhabitado a casi siete kilómetros de la costa de Los Alcázares. No llegaron.
Según el adolescente, llevaban con ellos tres remos, uno de los cuales se partió por la mitad durante la travesía, y una linterna. Mientras remaban, Ivo se puso de pie para encenderse un cigarro, lo que desequilibró la canoa que acabó volcando. “Intentamos nadar moviendo las piernas, agarrándonos a la canoa, pero vimos que apenas nos movíamos y la soltamos para nadar hacia la costa”, aseguró. Él y F. J. M., el único adulto del grupo, se pusieron a nadar hacia las luces de la orilla y dejaron a Ivo con la canoa. “Al principio le oíamos gritar, pero luego ya dejamos de oírle”, afirmó el menor superviviente.
Ivo no sabía nadar, solo flotar: lo confirma su familia y también María L., propietaria de un chiringuito de Los Alcázares que conocía muy bien al chico, al que ayudaba con dinero o comida a cambio de pequeñas labores en su local. Horas después salió a la luz que la versión que dio el menor sobre lo ocurrido no concuerda con la última conversación de WhatsApp que tuvieron y a la que EL PAÍS ha tenido acceso.
Unas capturas de pantalla enviadas por el propio Ivo a una amiga la noche de su desaparición muestran que fue el menor el que escribió a Ivo para que fuera a casa de Javier, un edificio situado en primera línea de playa. “Vente a casa de Javi”, le escribe a las 0.12 de la madrugada del viernes. Petrov le contesta que no puede salir. “El viejo me va a pillar”, escribe. Respuesta: “Tenemos que hacer cosas”. Ivo le responde: “Ya me entré[.] si me llamas sé para qué es”. Y después un último mensaje: “A la 1 vente a casa de Javi”. Más tarde ya no hubo más mensajes.
Según fuentes de la investigación, el rastro de la señal del móvil de Ivo lo sitúa en el agua esa noche. Su última ubicación, no muy lejos de la costa, ha sido rastreada sin que haya aparecido el dispositivo. También se ha revelado que fue la esposa de uno de los tres miembros del grupo, F. J. M., quien avisó a unos transeúntes del paseo marítimo de que su marido estaba en el agua. Esos transeúntes llamaron al servicio de emergencias.
La familia de Ivo desconfía de la versión de los dos rescatados sobre lo que sucedió esa noche. Aseguran que le habían dicho a Ivo numerosas veces que no querían que fuera con ellos porque, según sus declaraciones, consideran que los dos jóvenes eran mala compañía para el adolescente. También dicen que Ivo era “rebelde y travieso” y que en muchas ocasiones lo castigaban sin salir, pero que él se escapaba de casa. Así dicen que ocurrió la noche en la que Ivo desapareció: salió a escondidas de su hogar, sin que sus padres siquiera vieran la ropa que llevaba puesta. Luego echaron en falta una chaqueta roja en su armario y reconocieron una chancla que apareció en una de las islas del mar Menor el viernes, a las pocas horas de la desaparición. La familia del desaparecido ha contratado a un bufete de abogados a raíz de la desaparición.
La versión de los rescatados de que después de volcar la canoa estuvieron nadando una hora y media no convence a los investigadores. “El agua estaba esa noche a 11 grados. Y ellos no eran buenos nadadores. Nos han asegurado los expertos que con esa temperatura y sin saber apenas nadar, no duras más de media hora”, sostiene Sergio Gil, coordinador de la búsqueda de Ivo y jefe del servicio de Emergencia Municipal.
El sábado, miembros de la Guardia Civil informaron de que el propietario de la canoa, que reside en una calle cercana a la de Javier, había puesto una denuncia esa misma mañana por el robo de la embarcación, que los rescatados sostienen que les había proporcionado el menor desaparecido y que no saben de dónde la sacó. La embarcación ha sido requisada por la Policía Judicial, que ha abierto diligencias, como parte de la investigación en la que también ha interrogado a los dos rescatados y al padre del otro menor como testigos de la desaparición.
El alcalde de Los Alcázares, Mario Cervera (PSOE), ha estado en primera línea de búsqueda del adolescente desde el mismo viernes, 5 de enero. Después de una semana sin dar con Ivo, no pierde la esperanza de esclarecer el caso y encontrarlo. “Vamos a tener el dispositivo activo los días que sean necesarios, aunque nos quedemos nosotros solos”, defiende.