El PP ha salido en tromba contra el discurso pronunciado por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, tras el acto de inauguración de la decimoquinta legislatura, y minutos después de que el Rey pidiera sobre el estrado entendimiento entre las formaciones políticas. Diputados y senadores populares habían mostrado su contrariedad cuando estaban en el hemiciclo, donde no han aplaudido las palabras de la tercera autoridad del Estado, propuesta po...

El PP ha salido en tromba contra el discurso pronunciado por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, tras el acto de inauguración de la decimoquinta legislatura, y minutos después de que el Rey pidiera sobre el estrado entendimiento entre las formaciones políticas. Diputados y senadores populares habían mostrado su contrariedad cuando estaban en el hemiciclo, donde no han aplaudido las palabras de la tercera autoridad del Estado, propuesta por el PSOE. Alberto Núñez Feijóo ha justificado así el gesto de su partido: “Lo volveríamos a hacer, es lamentable. Hemos estado respetuosos, pero aplaudir esta provocación no nos parece adecuado. Es el peor discurso de un presidente del Congreso que he escuchado”, ha dicho el líder de la oposición en el patio de la Cámara baja. Uno de los principales motivos del rechazo de la formación popular ha sido la defensa que ha hecho Armengol de una decena de leyes aprobadas en distintos Gobiernos del PSOE y del último Ejecutivo de coalición. Solo una de las normas citadas corresponde un Gobierno del PP, la de la supresión del servicio militar obligatorio. “Lamentablemente, ha actuado más como portavoz del Gobierno que como presidenta del Congreso”, ha añadido el vicesecretario popular Borja Sémper.

Las leyes reivindicadas por Armengol que “consiguieron ampliar derechos y mejorar la vida de las personas” han sido la ley de despenalización del aborto (de 1985, aprobada con Felipe González como presidente y reformada en 2010 bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero); la ley general de sanidad (1986, de González); la ley de pensiones no contributivas (1991, de González); la ley del matrimonio igualitario (2005, Zapatero); la ley de dependencia (2006, Zapatero); la de igualdad efectiva de hombres y mujeres (2007, Zapatero); la del ingreso mínimo vital (2020, con Pedro Sánchez); la de cambio climático y transición energética (2021, Sánchez) y la de eutanasia (2021, Sánchez). Armengol también ha citado la ley del divorcio, aprobada en 1981 por el Gobierno de la UCD de Adolfo Suárez. Mientras que la única norma bajo mandato popular que ha nombrado, la de la supresión del servicio militar obligatorio, se sancionó en 2001 con José María Aznar como presidente.

El PP tilda de “impropio” y “sectario” el discurso de Armengol —según lo han tachado algunos altos cargos populares en privado—, y considera que ha estado “fuera de lugar” y al margen de su “papel” como presidenta del Congreso. Sus palabras, según sostienen fuentes del principal partido de la oposición, han provocado así que su participación en el acto solemne de este miércoles como tercera autoridad del Estado haya adquirido un rol “de parte” del partido socialista. “Hoy es un día institucional y vemos cómo se va resquebrajando el respeto institucional. Es una auténtica porquería por dónde va la política española”, ha incidido Borja Sémper, confirmado en la mañana de este miércoles como portavoz del PP. Respecto a la ristra de leyes citadas, fuentes de la dirección afean a Armengol que la enumeración de estas normas haya otorgado “un contenido político a un acto institucional”. Por contra, la ejecutiva del PP sí ha mostrado su conformidad con las palabras de Felipe VI. “El del Rey es el discurso que le toca”, arguyen las mismas fuentes.

También han generado malestar en las filas del PP las referencias de Armengol al conflicto entre Israel y Palestina, uno de los elementos de confrontación frontal entre PSOE y PP durante las últimas semanas. Este desacuerdo se ha acentuado tras afirmar Sánchez la semana pasada que “el número de palestinos muertos es realmente insoportable”, después de su encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. La presidenta del Congreso ha defendido asimismo la legitimidad de la mayoría parlamentaria que sustenta el Gobierno de coalición después de los ataques de los populares a la investidura de Sánchez por haber pactado la ley de amnistía a los encausados por el procés con las formaciones nacionalistas catalanas.

Vox tampoco ha aplaudido el discurso de Armengol y ha vuelto a dudar de la legalidad de los acuerdos parlamentarios de Sánchez. “Comienza una legislatura programada para liquidación del Estado de derecho en España y que nace de un pacto ilegal”, ha insistido este miércoles el líder del partido ultra, Santiago Abascal.

Respecto a las leyes mencionadas por la presidenta del Congreso y aprobadas durante la legislatura pasada —en el primer Gobierno de coalición de Sánchez—, el PP se abstuvo en la ley de cambio climático y transición energética, votó a favor del ingreso mínimo vital y en contra de la eutanasia. Más de la mitad de las 215 leyes de la pasada legislatura pasaron el filtro de la Cámara baja por mayoría absoluta. PNV y EH Bildu fueron los partidos que más leyes apoyaron, ya sea con un voto favorable o con una abstención. Otro de los socios parlamentarios de la coalición que más iniciativas favoreció fue ERC.

Del lado socialista, el portavoz del PSOE en la Cámara baja, Patxi López, ha criticado que diputados y senadores del PP no hayan aplaudido a Armengol. “Ni la cortesía parlamentaria ni el respeto institucional son adornos de este nuevo Partido Popular. Me ha parecido bastante impresentable lo que han hecho”, ha manifestado a los medios.

“Boicot al Rey”

A algunos socios de investidura de Sánchez se ha referido precisamente Feijóo a su llegada a la sesión de apertura al Congreso, antes del discurso de Armengol. Ni ERC ni EH Bildu ni BNG han acudido al acto y han firmado una declaración conjunta en la que han justificado su ausencia en que la Monarquía es una institución “incompatible” con los principios democráticos y, por tanto, no los representa. El líder de la oposición ha censurado tales aseveraciones: “Estas anomalías democráticas deslegitiman las instituciones y acreditan que el Gobierno tiene como socios a partidos que no creen en España”. Feijóo ha tachado el gesto de “boicot al Rey” y ha pedido “un descuento salarial” para dichos diputados por faltar a “su puesto de trabajo”.

Sobre un hipotético entendimiento con Carles Puigdemont en caso de que el expresident mostrase su disconformidad con el desarrollo del acuerdo entre Junts y PSOE, Feijóo ha rechazado de plano un eventual acercamiento. “No puedo aceptar lo que el señor Sánchez ha aceptado”, ha asegurado.