La nueva distribución de los escaños obliga al PP a compartir parte de su espacio con Vox en el Congreso

La mayoría progresista en la Mesa permite a los partidos nacionalistas mantener o mejorar sus posiciones con respecto a la última legislatura

La presidenta del Congreso, Francina Armengol (c), junto al vicepresidente Alfonso Rodríguez y la secretaria segunda Isaura Leal (d) a su llegada a la reunión de la Mesa del Congreso de este martes.ZIPI ARAGON (EFE)
Madrid -

La Mesa del Congreso ha aprobado este martes la distribución final de los escaños de los diputados para la próxima legislatura gracias a los votos del PSOE y Sumar. Los socialistas mantienen el mismo espacio que han ocupado en los últimos cuatro años, mientras que la formación de Yolanda Díaz se situará en la zona hasta ahora usada por Unidas Podemos y los partidos minoritarios adelantan posiciones y se acercan al centro del hemiciclo. El nuevo reparto ha levantado las quejas del PP, que se abstuvo en la votación al comprobar que deberán compartir parte de la bancada derecha con 10 diputados d...

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La Mesa del Congreso ha aprobado este martes la distribución final de los escaños de los diputados para la próxima legislatura gracias a los votos del PSOE y Sumar. Los socialistas mantienen el mismo espacio que han ocupado en los últimos cuatro años, mientras que la formación de Yolanda Díaz se situará en la zona hasta ahora usada por Unidas Podemos y los partidos minoritarios adelantan posiciones y se acercan al centro del hemiciclo. El nuevo reparto ha levantado las quejas del PP, que se abstuvo en la votación al comprobar que deberán compartir parte de la bancada derecha con 10 diputados de Vox.

Los populares esgrimen que, como grupo parlamentario más numeroso gracias a sus 137 escaños, merecían acaparar todo el tercio de la derecha, algo que no ocurrió en la pasada legislatura, en la que los 88 diputados conservadores compartieron espacio con los de Abascal (52 escaños) y Ciudadanos (10).

En un comunicado, el Congreso sostiene que el nuevo reparto de la Cámara baja ha seguido “criterios históricos”, según los cuales los grupos mayoritarios han de ser situados a izquierda y derecha; pero el PP deseaba reproducir el reparto de la undécima legislatura, en la que Patxi López fue presidente en funciones durante unos meses en 2016. Entonces, los populares obtuvieron el tercio derecho para ellos solos por ser el partido mayoritario, mientras Ciudadanos, que tenía 40 diputados, fueron desplazados hacia el centro.

La nueva distribución permitirá ofrecer una imagen compacta a PSOE y Sumar, que han hecho valer su mayoría para mantener sus posiciones y mejorar las de sus socios. Los socialistas compartirán el flanco izquierdo con los tres diputados del grupo mixto y los siete de Junts, de los que podría depender la consolidación de la nueva legislatura.

El candidato a la investidura, Alberto Núñez Feijóo, necesita el apoyo de los independentistas en la votación que se celebrará el próximo 27 de septiembre. El acuerdo parece improbable tras las declaraciones de Carles Puigdemont de este martes, en las que ha puesto como condición una ley de amnistía para los encausados por el procés como condición para sentarse a negociar con cualquier candidato. Minutos después, el líder conservador ha renunciado a negociar con el grupo nacionalista dadas las pretensiones “imposibles” del líder independentista.

El resto de partidos nacionalistas mantienen sus escaños en las primeras filas del espacio central, con mayor visibilidad. Los cinco diputados del PNV se distribuirán de esta forma: tres en la primera fila y dos en la segunda, mientras que ERC seguirá ocupando la tercera y cuarta. Por su parte, EH Bildu avanza a la cuarta y la quinta fila.

Vox, ausente en la votación al no tener ningún puesto en la Mesa, ve como sus posiciones se diluyen y se mezclan con diversos grupos. Tres de sus 33 diputados estarán en primera línea, pero el grueso de su bancada se verá relegado a la parte trasera del centro del hemiciclo. La nueva situación hace que varios de los diputados de la formación de ultraderecha tengan que compartir espacio con Sumar, ERC, Bildu o PNV.


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