Detenido un antiguo bombero forestal por un incendio que quemó 5.100 hectáreas en Granada

El fuego, ocurrido en septiembre de 2022, mantuvo en vilo a cinco municipios y tardó en extinguirse 27 días

Vista del incendio forestal de Los Guájares (Granada) que se originó el 8 de septiembre de 2022.Pepe Torres (EFE)

El 8 de septiembre de 2022, poco antes de las dos de la tarde, se inició en el término municipal de Los Guájares (Granada, 1.100 habitantes) un incendio forestal que mantuvo en vilo a sus vecinos y a los de los otros cuatro municipios del entorno y que quemó 5.100 hectáreas de monte. Desde el primer momento se sospechó que había sido provocado. Casi un año después, su presunto autor, un hombre de 62 años y que había sido bombero forestal, ha sido detenido por la Gu...

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El 8 de septiembre de 2022, poco antes de las dos de la tarde, se inició en el término municipal de Los Guájares (Granada, 1.100 habitantes) un incendio forestal que mantuvo en vilo a sus vecinos y a los de los otros cuatro municipios del entorno y que quemó 5.100 hectáreas de monte. Desde el primer momento se sospechó que había sido provocado. Casi un año después, su presunto autor, un hombre de 62 años y que había sido bombero forestal, ha sido detenido por la Guardia Civil.

Seguir el rastro hasta su detención ha sido una tarea ardua y muy compleja en la que han intervenido efectivos de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente de la Jefatura de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y miembros de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BRIIF) del Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente de la Junta. “Esto ha sido un trabajo muy concienzudo”, explica una fuente cercana a la investigación. “Se han utilizado técnicas de investigación muy avanzadas que permiten ubicar a una persona en el lugar concreto del indicio del incendio, además de entrevistas a un centenar de personas. Con todo ello empezamos a cuadrar hasta dar con él”, indica.

El supuesto autor es un hombre español, y buen conocedor del entorno y había trabajado en el sector de la prevención de incendios, realizando tareas en el enclave en el que se originó el fuego. Anteriormente, también había desarrollado labores como bombero forestal, según confirman las mismas fuentes, que indican que no tenía antecedentes por hechos similares. El detenido no ha asumido haber sido el causante del incendio, pero a la Guardia Civil no le cabe la menor duda de la autoría porque todos los indicios y evidencias apuntan directamente a él, de acuerdo con los interlocutores consultados.

En un porcentaje muy pequeño de los casos se consigue identificar y detener al autor de un incendio. “De 10 casos de incendios provocados, se esclarecen seis o siete y el resto nunca llegan a resolverse”, explica Miguel Ángel Ramos, secretario de comunicación de la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Cádiz, que estuvo 14 años destinado en el Seprona en Huelva. La investigación, con un grado de dificultad elevado, suele prolongarse unos18 meses de media. En general, los efectivos de Infoca y la Guardia Civil trazan el origen del incendio que marca la propia afectación del monte, analizan la tierra para comprobar si hay restos de acelerantes, triangulan señales de móviles o toman declaración a testigos… En ocasiones hasta se hacen moldes de las rodadas de los coches. En el caso de Los Guájares, el análisis forense con el empleo de técnicas muy complejas y avanzadas, la inclusión de informes técnicos, reconstrucciones in situ, un centenar de entrevistas a vecinos, sistemas de geolocalización que permiten ubicar a una persona en el lugar concreto en el que se originó el fuego y otras evidencias que las llamas no calcinaron, permitieron dar con el pirómano y descartar la intervención de terceros, indican las fuentes consultadas.

“Las investigaciones de los incendios son como las de los asesinatos, pero mucho más complejas”, señala Ramos. “Lo esencial es localizar el punto de inicio y a partir de allí se trazan las estrategias de investigación en función de distintos factores: la conflictividad de la zona, si hay rivalidad entre los vecinos o con los cazadores, si hay personas con antecedentes similares...”, añade. Ubicar el lugar exacto donde se originó el fuego es de vital importancia, también la cantidad de viento y la dirección en la que soplaba en aquel momento. A partir de allí, se empiezan a rastrear vestigios -colillas que permiten cotejar el ADN, ramas colocadas de una determinada manera, huellas de neumáticos...-. “La triangulación de las redes móviles en la zona es la segunda fase, a partir del momento en que hay sospechas fundadas sobre alguna persona, eso permite comprobar en qué lugar estaba en el momento del incendio, si tenía cómplices...”, indica Ramos. La celeridad de las actuaciones marca también el arranque de la investigación: “La reactivación de las llamas o que llueva puede eliminar muchas pruebas”, señala Ramos.

Los miembros del BRIFF que trabajaron en el incendio el año pasado localizaron a los dos días de su inicio el lugar exacto en el que se originó. “Un punto a unos centímetros de una curva concreta de la carretera que une los pueblos de Guájar Faragüit y Guájar Alto”, según ha informado a este diario Antonio Aguilar, responsable de estas brigadas. El fuego, que tardó en extinguirse 27 días, pudo haber sido controlado casi de inmediato. Unos agentes forestales jubilados —que, según aseguran las fuentes consultadas, no tienen relación con el detenido― acudieron al lugar donde comenzó e intentaron apagarlo. Cuando estaban a punto de conseguirlo, una brasa prendió en una aulaga vecina y se les descontroló.

Los siguientes cinco días fueron de desasosiego para los habitantes de la zona y para las 300 personas y más de 20 medio aéreos involucrados en la extinción. El entorno escarpado y sin senderos hacía muy difícil acometerlo por las laderas. El fuerte viento, tampoco ayudó a contenerlo y el fuego tan pronto parecía casi controlado, como se reavivaba. Tras esos cinco días se dio por estabilizado y 27 después por extinguido.

No han trascendido los motivos por los que el hombre detenido por provocar el incendio de Los Guájares decidió prender fuego al monte. Ramos indica que en los casos en los que los autores han pertenecido o realizado tareas vinculadas con la extinción de incendios, “la venganza en la causa principal”. “No es habitual que antiguos bomberos causen incendios, pero cuando lo hacen suele suceder que han estado todo el invierno trabajando en medidas de extinción y luego no les renuevan el contrato. Suelen estar resentidos y son más peligrosos porque tienen más temeridad, conocen el terreno, la forma de actuar de sus compañeros...”.

Solo una cuarta parte de los incendios que se investigan son intencionados. De acuerdo con los datos recogidos en la Memoria de la Fiscalía de 2022, el 25,5% de los fuegos originados en 2021 fueron intencionados y el 63,5% se produjo por negligencias. A lo largo de 2022, fueron detenidas o investigadas por su relación con incendios forestales 482 personas, un 7% más que el año anterior (450 personas), algo que se explica porque en los años anteriores la pandemia limitó el acceso a los montes.

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