El 52% de los test a los fallecidos en accidentes de tráfico en 2022 dieron positivo en alcohol u otras drogas
El porcentaje es el más elevado de toda la serie histórica, iniciada en 1996, y responde a un consumo creciente de psicofármacos entre las víctimas mortales
Más de la mitad (51,9%) de los análisis a conductores que murieron en accidentes de tráfico en 2022 dieron positivo en alcohol, otras drogas o psicofármacos, según el Instituto Nacional de Toxicología. Se trata del porcentaje más alto de toda la serie histórica, iniciada en 1996, y reemplaza al anterior récord, alcanzado tan solo un año antes. Con 2022, son ya cinco años en los que ha aumentado sin cesar la cifra. Los datos emanan de la última memoria sobre ...
Más de la mitad (51,9%) de los análisis a conductores que murieron en accidentes de tráfico en 2022 dieron positivo en alcohol, otras drogas o psicofármacos, según el Instituto Nacional de Toxicología. Se trata del porcentaje más alto de toda la serie histórica, iniciada en 1996, y reemplaza al anterior récord, alcanzado tan solo un año antes. Con 2022, son ya cinco años en los que ha aumentado sin cesar la cifra. Los datos emanan de la última memoria sobre Hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidentes de tráfico de Toxicología, presentada este martes en Madrid. El aumento responde a un mayor consumo de psicofármacos, sobre todo antidepresivos y opioides.
La memoria recoge los resultados de los análisis toxicológicos realizados a las 1.214 personas fallecidas en accidentes (854 conductores, 221 peatones y 137 acompañantes), lo que supone un 70% de todos los muertos en accidentes de tráfico en 2022 (1.746 muertos). A través de un test de sangre para detectar la presencia en el cuerpo de alcohol, psicofármacos u otras drogas en el momento del accidente, se determinó que un 51,9% dio resultado positivo en estas sustancias. La cifra supone un incremento en 120 casos con respecto al año anterior y de siete décimas porcentuales.
De las sustancias nocivas, el alcohol fue la más presente (57,6%) entre los fallecidos analizados, frente a un 19,9% de psicofármacos y un 22,5% de otras drogas. El director del Instituto Nacional de Toxicología, Antonio Alonso, ha destacado que el aumento de conductores que dieron positivo responde a un mayor uso de psicofármacos, especialmente antidepresivos y opioides, y no de otro tipo de drogas, una idea en la que ha coincidido el director general de Tráfico, Pere Navarro, que ha relacionado ese consumo a los accidentes mortales por salida de la vía, que suponen el 42% del total. “Probablemente, los psicofármacos tengan algo que ver en esta falta de rapidez de respuesta”, ha apuntado Navarro. También el director de la DGT lo ha asociado a las distracciones —causa que provoca el 38% de siniestros mortales— porque esos fármacos “afectan” a la concentración el conductor. “Nos da la impresión de que en este país tomamos muchos medicamentos que afectan a la conducción y también que no dormimos bien y que todo esto tiene su reflejo en los accidentes de tráfico”, ha detallado el director de Tráfico en un acto en el Ministerio de Justicia.
Por sexos, una gran mayoría —el 92%— de los conductores analizados que dieron positivo en el consumo de estas sustancias fueron hombres; por tramos de edad, el mayoritario —un 63,6%— fue el comprendido entre los 25 y 54 años; y por tipo de vehículo, más de la mitad —51,4%— iba al volante de un coche, mientras que uno de cada tres circulaba en moto o ciclomotor, ha detallado Alonso.
La tradicional campaña de concienciación de la DGT para este verano se ha centrado en los peligros del alcohol, un factor que ha aumentado entre los conductores implicados en los accidentes mortales del último año. Bajo el lema “Cuando matas a alguien en la carretera, lo matas todos los días de tu vida”, la campaña muestra como un comportamiento de riesgo puede cambiar una vida para siempre por el sentimiento de culpa que genera provocar un siniestro de tráfico que deja muertos o heridos.
Navarro ha recordado dos accidentes que le impactaron especialmente, y que tuvieron lugar en Semana Santa. Uno en que seis jóvenes volvían de una fiesta en el coche y cuatro de ellos murieron porque el conductor había bebido. Otro en Cantabria en el que una persona mayor regresaba del pueblo vecino con altas tasas de alcohol en sangre y atropelló a tres personas que estaban paseando por el borde de la carretera. “Detrás de los grandes accidentes sigue apareciendo el alcohol”, ha lamentado el director de Tráfico.