La convocatoria de elecciones trastoca la presidencia española de la UE

Pedro Sánchez tendrá apenas tres semanas para capitalizar su papel internacional como máximo responsable del semestre europeo. El ministro Planas asegura en Bruselas que España cumplirá sus funciones al frente de los Veintisiete

Pedro Sánchez junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el canciller alemán, Olaf Scholz, en una cumbre del Consejo Europeo en febrero en Bruselas.STEPHANIE LECOCQ (EFE)

España afrontará las elecciones generales anticipadas del 23 de julio, poco después de que comience, el 1 de julio, el semestre de presidencia española del Consejo de la UE, en una fase importante y muy marcada por la guerra en Ucrania, los movimientos de la Unión para comerciar con EE UU y China y la reforma del pacto de estabilidad. La convocatoria de los comicios cambia el foco de un semestre que Pedro Sánchez había planteado como un gran e...

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España afrontará las elecciones generales anticipadas del 23 de julio, poco después de que comience, el 1 de julio, el semestre de presidencia española del Consejo de la UE, en una fase importante y muy marcada por la guerra en Ucrania, los movimientos de la Unión para comerciar con EE UU y China y la reforma del pacto de estabilidad. La convocatoria de los comicios cambia el foco de un semestre que Pedro Sánchez había planteado como un gran escaparate para explotar uno de sus puntos fuertes: su perfil internacional y el peso que ha dado a España en las instituciones europeas en los últimos años.

Aun así, Madrid ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a Bruselas: España “asume plenamente” sus responsabilidades al frente de los Veintisiete, ha asegurado este martes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a su llegada al Consejo de Agricultura y Pesca en la capital europea. “España está en condiciones de asegurar el normal funcionamiento de la presidencia rotatoria de la Unión Europea” ha insistido Planas. “Tenemos la experiencia, tenemos la voluntad, España es un país no solo europeo sino europeísta, absolutamente convencido del papel que desempeña en la UE y que va continuar desempeñando”, ha agregado el primer alto responsable del Gobierno español en Bruselas desde el anuncio del adelanto electoral 24 horas antes.

Con todo, Sánchez dispondrá ahora de menos de un mes para capitalizar su peso en Europa. Aunque tendrá por delante citas decisivas: la cumbre de la UE de finales de junio, en la que se debatirá la relación del club comunitario con China (y que se celebrará aún en Bruselas), la decisiva cumbre de la OTAN del 11 y 12 de julio, en la que el foco estará en Ucrania y en el modelo que le ofrecerá la Alianza —también en la decisión de quién será el próximo secretario general de la organización militar, un puesto para el que Sánchez ha sonado alguna que otra vez— y la cumbre de la UE con los países de América Latina y el Caribe a mediados de julio, planteada como uno de los platos fuertes del semestre europeo.

El Partido Popular Europeo ve en España su gran baza para recuperar peso en el continente en un momento en el que la formación conservadora no gobierna en ninguno de los países grandes del club —y en el que, para lograrlo, está cultivando cada vez más alianzas con la extrema derecha—. Con ese objetivo dará apoyo a Alberto Núñez-Feijóo, que tiene por delante la negociación con Vox para gobernar en varias comunidades autónomas. “Estos resultados [de los comicios locales en España] son el primer paso para un Gobierno fuerte y estable liderado por el PP”, ha dicho Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo y líder del grupo popular en la Eurocámara. El tradicional cordón sanitario en la UE para aislar a los ultras ya se rompió el año pasado con el pacto de los populares europeos para entrar en el Gobierno en Italia con Giorgia Meloni.

Aunque PP y PSOE mantienen posiciones muy distintas en algunos asuntos clave que se debatirán durante la presidencia española de la UE, como la Ley para Restauración de la Naturaleza rechazada ya por los conservadores europeos en la Eurocámara y que sin embargo cuenta con el visto bueno del Gobierno de Sánchez, un cambio del ejecutivo en España no supondría, sin embargo, una variación de la agenda de la presidencia española, según Planas. “Por parte de España se asegura no solo la normal actividad, sino la defensa de las posiciones que corresponden a la presidencia desde el punto de vista de la coordinación de todos los dosieres comunitarios”, ha indicado.

La convocatoria de elecciones anticipadas en España ha tenido, de momento, poco impacto en las instituciones comunitarias, que el lunes vivieron un parón festivo, aunque se ha acogido con cierta sorpresa. Incluso un cambio de Gobierno tendría escaso impacto práctico en los asuntos de los que se ocupará la presidencia española, ya que los equipos técnicos en Bruselas, que llevan tiempo trabajando en ello, son los mismos. Fuentes diplomáticas, sin embargo, apuntan que el riesgo es que los comicios y las posteriores negociaciones hagan perder el foco sobre un semestre que se veía importante para el club comunitario. España sucederá el 1 de julio a Suecia y anticipará a Bélgica (que también prevé elecciones al final de su turno), y encabezará el Consejo de la UE en el último semestre del año, cuando se decidirá si abrir el proceso de negociación de adhesión con Ucrania y se negociará la reforma del pacto de estabilidad.

No es la primera vez que un país de la UE se encuentra en una situación similar. Los casos de elecciones a mitad de semestre de la presidencia de turno rotatoria son varios. El último, en Francia en 2022, cuando Emmanuel Macron perdió la mayoría absoluta en el Parlamento francés tras revalidar su mandato como jefe de Estado, en un ciclo electoral que implicó cuatro convocatorias a las urnas de los franceses en plena presidencia europea. Ha habido incluso algún antecedente (muy pocos) de cambio de liderazgo durante el turno de presidencia del Consejo de la UE. El más sonoro se produjo en el primer semestre de 1995, cuando François Mitterrand cedió el testigo a Jacques Chirac durante una presidencia rotatoria. O en República Checa en 2009, cuando el Ejecutivo de Mirek Topolanek perdió una moción de censura y fue reemplazado por Jan Fischer. Aquel semestre la presidencia checa tuvo sobre la mesa asuntos tan importantes como la guerra del gas de Rusia a Ucrania.

Alberto Alemanno, profesor de Derecho de la UE en la cátedra Jean Monnet de la HEC en París, señala que también existe la posibilidad de que España pida un cambio de orden y sea Bélgica quien encabece el Consejo en el próximo semestre. Aunque al quedar tan poco tiempo, apenas un mes para que arranque el turno español, parece una opción improbable.

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