Colau se abre a colaborar en cualquier gobierno de izquierdas: “Siempre que pueda, ayudaré”
La aún alcaldesa defiende su legado al frente del Ayuntamiento de Barcelona ante los empresarios congregados por el Círculo de Economía
Ada Colau ha dejado abierto este lunes por la tarde su concurso en cualquier aventura política que suponga reforzar la alianza de izquierdas que ha gobernado los últimos cuatro años en Barcelona y el Gobierno español desde 2020. “Todos los retos que se han de hacer es mejor que los hagan gobiernos de izquierdas”, ha dicho la alcaldesa saliente de Barcelona en la inauguración de la XXXVIII...
Ada Colau ha dejado abierto este lunes por la tarde su concurso en cualquier aventura política que suponga reforzar la alianza de izquierdas que ha gobernado los últimos cuatro años en Barcelona y el Gobierno español desde 2020. “Todos los retos que se han de hacer es mejor que los hagan gobiernos de izquierdas”, ha dicho la alcaldesa saliente de Barcelona en la inauguración de la XXXVIII Reunión del Círculo de Economía, en la que se respira la incertidumbre acerca de quién será el próximo alcalde en la capital catalana y cuál será el futuro Gobierno de España después de que Pedro Sánchez haya anunciado hoy que avanzará medio año las elecciones generales, fijándolas para el 23 de julio. “Siempre que pueda, ayudaré a que sea posible [lograr mayorías progresistas] desde la ciudad de Barcelona”, ha remachado, sin concretar si se refería a los pactos para apuntalar un gobierno en la ciudad, o a participar en la lista de Sumar en las generales.
La líder de Barcelona en Comú sabe desde el domingo que no seguirá siendo alcaldesa tras quedar tercera en las elecciones y este lunes se ha despedido del mundo empresarial barcelonés, en la gran cita de la institución. Ha sido despedida con aplausos poco entusiastas por un público formado mayormente por empresarios, después de haber agradecido “la colaboración” con el Círculo de Economía y haber hecho un resumen de hitos conseguidos durante su mandato.
Al final de su intervención, Colau ha lanzado su apuesta por las “mayorías progresistas” para sacar adelante los deberes pendientes. Después ya ha salido del Hotel W donde se celebran las jornadas, acompañado del presidente del Círculo, Jaume Guardiola, y sin atender a los medios de comunicación.
La despedida con los empresarios barceloneses ha sido cordial, pero la relación siempre ha sido distante. Hace solo una semana, el Cercle publicó una nota de opinión en la que pedía que el Ayuntamiento de Barcelona rehiciera puentes con las empresas y “genere ilusión”. La alcaldesa Colau ha reivindicado la colaboración de su consistorio con los empresarios: “Durante todos estos años tan complejos, en todo este contexto de tensión siempre he estado muy agradecida al Cercle, una institución muy arraigada a la ciudad con la que hemos trabajado para defender Barcelona y su gente”. Colau ha argumentado que su estrategia ha girado siempre en la capacidad de Barcelona de “poder escoger”, y que ha basado en este principio la colaboración público-privada: “En los últimos años hemos hecho lo que defiende la economista Mariana Mazzucato, que las instituciones no tienen que ser espectadoras, sino que tienen que liderar y gobernar la economía”.
Con esta premisa, la aún alcaldesa ha defendido el legado de estos años, especialmente haber conseguido que el Mobile World Congress haya elegido Barcelona como su sede permanente, que hayan aterrizado otros congresos y citas empresariales importantes como la feria de audiovisual ISE, o, más recientemente, que Barcelona haya sido escogida sede de la Copa del América. Ante los empresarios, que la escuchaban atentamente, Colau también ha sacado pecho de la “transformación urbana” de la ciudad, de los cambios en la movilidad, de la recuperación del PIB tras la pandemia y de los buenos datos de ocupación. “De esto también tenemos que agradecer a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz”, ha dicho, después de que Díaz la haya arropado durante la campaña electoral.
“Gracias al buen trabajo conjunto del Ayuntamiento y el tejido empresarial y las entidades, no solo hemos superado los años difíciles, sino que Barcelona ha podido liderar la economía”, ha destacado. Recogiendo el lema de la reunión anual del Cercle, “reactivar el futuro”, la alcaldesa ha definido los retos de la ciudad: diversificar la economía para depender menos del turismo, trabajar para una economía justa, y luchar contra la emergencia climática.
La falta de entusiasmo hacia Colau no es nada nuevo: el auditorio del Cercle d’Economia no es ni mucho menos afín al ideario de la aún alcaldesa. Por eso, cuando la semana pasada confirmó que participaría en la inauguración de la Jornada, habitualmente reservada al president de la Generalitat y esta vez vacante porque Pere Aragonès prefirió acudir el martes con los resultados electorales digeridos, causó sorpresa. Entonces, antes de que dieran la vuelta en los últimos días de campaña, las encuestas le eran contrarias. “La alcaldesa es valiente”, asumía un miembro de la institución. Pese a sus diferencias de pareceres, en los últimos ocho años Colau no ha tenido reparos en batirse con el empresariado. Echó un pulso al negocio del agua, que perdió, como ha pugnado con el sector inmobiliario, o con el de los coches quitándoles espacio en el centro de Barcelona. Y también se ha opuesto a la ampliación del aeropuerto, tesis chocante para los intereses empresariales.
Pese a celebrarse tras unas elecciones autonómicas y municipales, el equipo de Guardiola había querido restar protagonismo a la política en la última edición de sus jornadas, reduciendo ostensiblemente el concurso miembros de los partidos. Tras los concluyentes resultados del 28-M, con una contundente victoria del PP sobre el PSOE, esa intentona de dar más brillo a la parte económica y empresarial puede quedar en saco rato. Pedro Sánchez acudirá el miércoles a la clausura.
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