Los barones de peso del PP se miden en mayo
El presidente andaluz Moreno Bonilla hará campaña por al menos cinco comunidades, mientras la mandataria madrileña Isabel Díaz Ayuso, que aspira a igualar su mayoría absoluta, se apoya en Aznar y Rajoy
El 28 de mayo se librarán muchas batallas paralelas. Las elecciones autonómicas y municipales van a dirimir también los equilibrios internos en los partidos. A pesar de que en el PP la creencia generalizada es que Alberto Núñez Feijóo se convertirá en presidente del Gobierno en diciembre, el partido es consciente también de que el líder del partido ha avisado de que si no gana, se marchará, abriendo de nuevo la ...
El 28 de mayo se librarán muchas batallas paralelas. Las elecciones autonómicas y municipales van a dirimir también los equilibrios internos en los partidos. A pesar de que en el PP la creencia generalizada es que Alberto Núñez Feijóo se convertirá en presidente del Gobierno en diciembre, el partido es consciente también de que el líder del partido ha avisado de que si no gana, se marchará, abriendo de nuevo la carrera sucesoria. Por eso en mayo se miden también los barones de peso del PP, aquellos que llegada la ocasión podrían optar a la sucesión. El único que de momento ostenta la corona de la mayoría absoluta es el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, de quien el PP va a tirar en campaña para ayudar a sus candidatos en al menos cinco comunidades autónomas. Mientras, el otro gran referente territorial del PP, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tratará de igualar la mayoría absoluta del barón del sur apoyándose en los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.
El presidente de Andalucía y representante del alma moderada del PP tendrá una intensa actividad en la campaña. Moreno Bonilla protagonizará una gira que le va a llevar por al menos cinco autonomías distintas a la suya, donde no se juega la presidencia, pero sí el poder municipal. A pesar de que el barón andaluz necesita consolidar en los ayuntamientos el giro histórico que logró el pasado junio desalojando a los socialistas de la Junta tras 40 años de gobiernos ininterrumpidos, en las siete semanas que quedan hasta las elecciones se desplazará a Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias, Extremadura y Madrid, según fuentes del PP andaluz. La gira de Moreno Bonilla está pensada para ayudar a los candidatos del PP en esos territorios, y se ha organizado a demanda de estos o de la dirección nacional, aunque relanzará al mismo tiempo su proyección nacional como uno de los principales referentes del partido.
El barón andaluz es uno de los dirigentes territoriales más próximos a Feijóo ―ambos se consideran amigos― y aspira en mayo además a fortalecer su dominio de la comunidad autónoma más poblada de España tratando de que el PP gobierne en cinco de las ocho capitales de provincia andaluzas, según fuentes de los populares andaluces. En el partido reconocen que se les resisten Sevilla y Huelva. Los populares pondrán toda la carne en el asador para arrebatar a la izquierda la capital de la comunidad, la plaza más simbólica que consolidaría la hegemonía del PP comandado por Moreno Bonilla en el antiguo bastión socialista.
La presidenta madrileña y principal figura de los halcones de la derecha también marcará terreno en la campaña. Isabel Díaz Ayuso aspira a igualar la gesta del andaluz consiguiendo la mayoría absoluta en Madrid, para la que le faltaron solo cuatro escaños en las últimas elecciones en 2021. Ayuso celebrará más de cuarenta mítines con un discurso nacional y confrontando con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el que se garantiza proyección más allá de Madrid. Pero esta vez, a diferencia de Moreno Bonilla, solo está previsto que se desplace a Valladolid para arropar al alcaldable del PP en la ciudad castellanoleonesa que ahora está en manos del PSOE.
El equipo de la presidenta explica que ella está obligada a “recorrer su comunidad”, a pesar de que “ha recibido peticiones de casi todas las provincias para que les acompañe”. Ayuso, a diferencia de Moreno Bonilla, se juega ahora su presidencia. Y en mayo, según su equipo directo, el desafío es más difícil porque “los alcaldes tiran mucho” y el problema es que quien escoge la papeleta de su alcalde socialista tiene más complicado elegir a la vez la de Ayuso. “Los presidentes autonómicos que van solos a las elecciones tienen ventaja”, explican en el entorno de la líder madrileña, que por eso también echará el resto en campaña.
Ayuso aspira a una mayoría absoluta con la que gobernar sin ataduras, y de paso consagrar también su auctoritas interna. Aunque sigue atesorando un importante apoyo popular en la derecha y en el PP todo el mundo sabe que es la protegida de Aznar, en el partido algunos barones sostienen que, a efectos de los equilibrios internos para el día después a la era Feijóo, si no la consigue ahora “quedará tocada”.
La presidenta de Madrid se apoyará en Aznar y en Rajoy en dos mítines por separado en la recta final de campaña, y compartirá actos con Feijóo. Ayuso no va a escatimar armas para alcanzar ese listón y ha pedido incluso al propio Moreno Bonilla que la ayude en uno de los bastiones socialistas de su comunidad, el municipio de Fuenlabrada, donde el PSOE arrasó al PP en las municipales de 2019 con casi cinco veces más votos (49.000 frente a 10.000).
Ambos protagonizarán la última semana mano a mano un mitin en esa localidad, en el que se busca que Moreno Bonilla ayude con su imagen más moderada a Ayuso a captar votantes socialistas. Uno de los dos podría ser el futuro del PP, y mayo definirá en qué posición parten ante ese horizonte.