Aluvión de renuncias en Ciudadanos: la desbandada de concejales en Madrid se suma a las bajas en Zaragoza, Asturias y Baleares
La dirección desdeña la crisis y acusa de tránsfugas a quienes dejan el partido
El goteo de abandonos en Ciudadanos ha dado paso en los últimos días a un tsunami. Con la convocatoria formal de las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, el número de cargos del partido que renuncia a las siglas se multiplica conforme se agota el tiempo para la inscripción de candidaturas. Un factor que agrava aún más la situación del partido, que ya de por sí tenía difícil mantenerse tras la cita en las urnas, ...
El goteo de abandonos en Ciudadanos ha dado paso en los últimos días a un tsunami. Con la convocatoria formal de las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, el número de cargos del partido que renuncia a las siglas se multiplica conforme se agota el tiempo para la inscripción de candidaturas. Un factor que agrava aún más la situación del partido, que ya de por sí tenía difícil mantenerse tras la cita en las urnas, según la mayoría de encuestas. Fuentes internas hablan incluso de “overbooking” de bajas de afiliación en las últimas semanas. Tanto es así que los técnicos —víctimas a su vez de una reducción de plantilla debido a recientes despidos— no dan abasto y las solicitudes tardan en resolverse más de lo normal. Pero la nueva dirección de Ciudadanos resta importancia a las fugas de cargos con los comicios encima. “A los ciudadanos lo que les molesta de los partidos es la corrupción, que metan mano en la caja”, ha afirmado este martes Patricia Guasp, portavoz nacional de CS, en una entrevista en TVE.
La líder de Ciudadanos echaba así balones fuera poco después de que EL PAÍS publicase que ya son seis los concejales del Ayuntamiento de Madrid que no continuarán como miembros de Ciudadanos. El plantón a la vicealcaldesa, Begoña Villacís, es a su vez un mazazo para la cúpula, con las esperanzas puestas en la capital madrileña para mantenerse a flote pese a la previsible caída en el número de votos, asumida en el seno del partido. Pero la crisis madrileña no es un caso aislado.
El pasado miércoles, el grupo municipal en bloque del Consistorio de Zaragoza (6 concejales) anunció en un comunicado que todos renunciaban a las siglas de la formación por la que consiguieron entrar a gobernar en coalición con el Partido Popular. También la vicealcaldesa zaragozana, Susana Gaspar, de CS. La dirección nacional anuló precisamente en Aragón y en Zaragoza las primarias para elegir a su candidato autonómico y municipal ante el miedo a “una opa del PP desde dentro”, por el temor del trasvase de cargos a las filas populares. “Todo el mundo es libre de irse, pero el transfuguismo es una forma de corrupción. No sé por qué se ha normalizado”, ha censurado Guasp.
Fuentes de la ejecutiva califican de “jetas” a quienes renuncian a los “principios” de Ciudadanos por asegurarse seguir ostentando un cargo público ahora que CS está en sus horas más bajas. Tampoco se sorprenden de las marchas, ya esperadas, y centran sus esfuerzos en la “dirección renovada” que tomó las riendas de la formación en enero tras unas tensas primarias. “Estamos preparados. Tenemos buenísimos equipos. Las encuestas dicen que seguimos siendo decisivos en Madrid”, ha afirmado Inés Arrimadas, portavoz de CS en el Congreso, este martes.
También este martes han dejado CS el alcalde y dos concejales de San Juan (Alicante). Pero a la fuga de ediles se suman además las de varios diputados autonómicos que han solicitado la baja del partido recientemente. Entre ellos, el parlamentario asturiano Sergio García, que anunció su marcha el día 3, y el diputado balear y candidato al Parlamento regional por CS en 2019, Marc Pérez-Ribas. “Lamentablemente Ciudadanos ya no es el partido al que me afilié hace siete años y no deseo que mis ideas y planteamientos estén condicionados por un partido que ya no cuenta conmigo”, escribió Pérez-Ribas en sus redes sociales el día 5.
A ellos se ha añadido la renuncia como afiliado del exsecretario de Organización Borja González, confirmada este lunes a este periódico. “El acto de arrodillarse ante Bolaños y aceptar su orden de apoyar al Podemos de Montero y Belarra no es solo comprometer los valores fundamentales de un partido centrista, sino también un signo de humillación”, criticó a través de Twitter González, en referencia a una información publicada en EL PAÍS, en la que se avanzaba que Ciudadanos trata de recomponer los puentes volados con el PSOE como estrategia para sobrevivir.
CS contaba hasta el momento con unos 2.800 ediles en todo el país y una cincuentena de diputados autonómicos. Y arrancó el año con 7.642 afiliados al corriente de pago. El aluvión de bajas dejaría estas cifras ahora por debajo.