Hallado un narcosubmarino abandonado y a la deriva en la ría de Arousa
Un operativo policial con buzos de la Guardia Civil rastrean la embarcación en busca de un posible alijo de cocaína. Es el tercer narcosumergible hallado en Galicia
Una narcoembarcación semisumergible ha sido localizada este lunes por un pesquero que navegaba en aguas de la ría de Arousa, frente a la costa de Vilagarcía. El aviso movilizó a numerosos efectivos de la Guardia Civil, entre ellos, buzos de la Comandancia de Pontevedra, que inspeccionaron el barco en busca de posibles náufragos y de un alijo de droga, probablemente cocaína. El dispositivo policial estuvo operando desde la dársena portuaria de Vilaxoán donde se intentará reflotar el barco. Ya son tres las embarcaciones de este tipo para transportar droga hallados en Galicia, al lunes siguiente ...
Una narcoembarcación semisumergible ha sido localizada este lunes por un pesquero que navegaba en aguas de la ría de Arousa, frente a la costa de Vilagarcía. El aviso movilizó a numerosos efectivos de la Guardia Civil, entre ellos, buzos de la Comandancia de Pontevedra, que inspeccionaron el barco en busca de posibles náufragos y de un alijo de droga, probablemente cocaína. El dispositivo policial estuvo operando desde la dársena portuaria de Vilaxoán donde se intentará reflotar el barco. Ya son tres las embarcaciones de este tipo para transportar droga hallados en Galicia, al lunes siguiente de que Colombia informara de la detección en sus aguas de tres narcosubmarinos durante este fin de semana.
Los investigadores no descartan la posibilidad de que el semisumergible esté vacío y que los narcos hayan logrado sacar la droga y abandonarlo a la deriva para evitar que fuesen descubiertos en plena faena, según indicaron fuentes del instituto armado. Las condiciones del mar y del viento han complicado las maniobras de rescate de la nave, en las que también están colaborando diversos efectivos de la Policía Nacional, Vigilancia Aduanera y un barco de Salvamento Marítimo.
Hacia de las seis de la tarde, en medio de una fuerte marejada, dieron por concluidas las inmersiones sin poder entrar en el barco, ya que los buzos no han logrado abrir la escotilla del sumergible, de 15 metros de eslora, según ha informado la Guardia Civil. La posición casi vertical de la embarcación de la que solo es visible la punta de la proa que emerge del agua, ha dificultado el trabajo de los especialistas. El operativo se reanudará este martes para decidir si se reflota directamente el batiscafo y el punto de atraque que probablemente sea el puerto de Vilagarcía de Arousa.
La nave ha sido inspeccionada con un dron submarino. Fuentes de Vigilancia Aduanera han confirmado que se trata de un semisumergible cerrado de similares características al localizado frente a las costas de Aldán en noviembre de 2019. La causa del hundimiento, si fue deliberado o no, aún se desconoce, pero la policía sospecha que esta nave está vinculada con las dos modernas planeadoras que aparecieron varadas en las playas de Ribeira en febrero pasado, provistas de potentes motores y combustible. La hipótesis que manejan los investigadores es que las dos lanchas, una vez que alijaron la droga del sumergible, abandonaron las tres embarcaciones para ponerse a salvo tras surgir algún contratiempo en las maniobras de descarga.
Este es el tercer semisumergible localizado en las Rías Baixas desde que los narcos hicieran un primer intento de recoger un cargamento de 750 kilos de cocaína pura a un barco nodriza el 25 de agosto de 2006, pero su capacidad de navegación resultó un fiasco y un chapuza su construcción en una nave de Gondomar (Pontevedra). Fue el encargo de un cartel que quería ensayar en España el último invento de los traficantes colombianos de cocaína para blindar sus envíos a EE UU y Europa. Pese al meticuloso plan, todo el trabajo de ingeniería naval que asumieron los narcos gallegos se convirtió en un estrepitoso fracaso y un timo para sus socios suramericanos que financiaron el artefacto. Los seis cómplices de esta operación fallida fueron condenados a penas mínimas de dos años por un delito de conspiración para el narcotráfico tras confesar los hechos.
Los preparativos se remontan a 2005, cuando los colombianos concertaron el transporte con una organización gallega. Los dueños de la droga pagaron al grupo al menos 100.000 euros para la construcción y avituallamiento del sumergible y la compra del velero que iría de acompañamiento. La primera botadura, el 4 de agosto de 2006, se frustró por problemas mecánicos. Ocho días más tarde el artefacto intentó zarpar, pero su único tripulante, temeroso de que el oxígeno que entraba por un tubo no fuese suficiente, optó por desembarcar. Viendo la que se le venía encima, su jefe decidió abandonar el batiscafo en medio de la ría de Vigo. Simuló su aprehensión por la policía para que el cartel colombiano intentase trasladar la droga en el velero y ,a la mañana siguiente, la policía logró localizar el submarino flotando cerca de las islas Cíes.
El siguiente semisumergible se apresó en noviembre de 2019 con tres toneladas de cocaína dentro y, aunque su fabricación era artesanal, logró atravesar el Atlántico y llegar a duras penas hasta la Ría de Vigo en medio de un fuerte temporal. Aunque sus tres tripulantes cumplen condena de 11 años de cárcel, la investigación de cerró sin poder llegar a los dueños de la cocaína de elevada pureza; un cargamento valorado en 123 millones de euros. Fue un segundo aviso de que la tecnología naval del narco se estaba abriendo paso en Europa para asegurar sus envíos con los expertos navegantes gallegos y sus veloces planeadoras.
El hallazgo del último semisumergible este lunes en Galicia coincide con el apresamiento en cadena por parte de las Fuerzas Armadas de Colombia de otros tres este fin de semana, un hecho insólito que pone en evidencia la multiplicación de estas embarcaciones en manos de los narcos que controlan la producción. Estas embarcaciones en concreto han sido atribuidas a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para transportar entre cuatro y seis toneladas de clorhidrato de cocaína cada uno.
Los artefactos pertenecerían a los grupos Segunda Marquetalia y Comando Coordinador de Occidente de las disidencias de las FARC, que operan en el departamento de Nariño, en el Pacífico colombiano.“Las operaciones militares fueron adelantadas por tropas de la Brigada de Infantería de Marina N°4 sobre las áreas rurales de los municipios de La Tola, Tumaco y Mosquera, donde localizaron los tres semisumergibles de aproximadamente 23 metros de eslora cada uno listos para transportar clorhidrato de cocaína al exterior donde sería comercializado”, han informado las autoridades.
En el registro, hallaron diferentes elementos que serían empleados para la adecuación y mantenimiento de los barcos. El personal militar los remolcó hacia el sector de la Capitanía de Puerto del municipio de Tumaco, donde el personal del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) realizó las diligencias legales para su posterior destrucción”, han explicado las Fuerzas Militares, según la emisora RNC que ha difundido Europa Press.
Esta operación afecta a los grupos armados de Nariño, restándoles capacidad logística (de los grupos armados ilegales) para financiar sus actividades ilícitas, evitando el transporte y comercialización de más de 12 toneladas de clorhidrato de cocaína en el mercado ilegal internacional.