Feijóo y Casado acercan posturas en el aniversario de la crisis interna pero no pactan un acto de reconciliación

El entorno del exlíder del PP cree que su etapa no puede ser borrada. El actual presidente del PP rechaza que hiciera falta un deshielo entre ambos: “¿Reconciliación, de qué?”

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el expresidente del partido, Pablo Casado, salen por separado de la Taberna del Alabardero, en Madrid, este miércoles.Andrea Comas

El día no podía ser más señalado. La víspera del aniversario de la noche de los cuchillos largos del PP, en la que los barones, reunidos durante cuatro horas en la sede del partido en la madrileña calle de Génova, acabaron con la carrera política de Pablo Casado por su guerra abierta con Isabel Díaz Ayuso. En el aniversario de ese pacto territorial que le apartó de la presidencia del PP, Casado no ha tenido inconveniente en compartir una comida con su sucesor al frente del partido, Alberto Núñez Feijóo. Los dos políticos se han reencontrado de forma discreta en un céntrico restaurante d...

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El día no podía ser más señalado. La víspera del aniversario de la noche de los cuchillos largos del PP, en la que los barones, reunidos durante cuatro horas en la sede del partido en la madrileña calle de Génova, acabaron con la carrera política de Pablo Casado por su guerra abierta con Isabel Díaz Ayuso. En el aniversario de ese pacto territorial que le apartó de la presidencia del PP, Casado no ha tenido inconveniente en compartir una comida con su sucesor al frente del partido, Alberto Núñez Feijóo. Los dos políticos se han reencontrado de forma discreta en un céntrico restaurante de la capital, según ha adelantado EL PAÍS. Han compartido mantel solos, cara a cara, en la Taberna del Alabardero, muy próxima al Teatro Real y al Senado, en una fecha de gran significado para ambos, sobre todo para Casado, que desde aquella fatídica noche permanece apartado de la vida pública y ajeno a toda actividad del partido.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras salir de la Taberna del Alabardero en Madrid. Andrea Comas

A pesar de la fecha tan señalada, Génova sostiene que la comida estaba fijada de antemano y no se ha improvisado por la crisis interna, aunque el aniversario ha revuelto las aguas y los afines a Casado están muy molestos por el trato que el partido está dando al expresidente, a quien ha borrado del mapa. Según el PP, el encuentro estaba inicialmente previsto para finales del año pasado, y fue aplazado por motivos de agenda, pero el hecho es que se ha celebrado el mismo día en el que, este jueves hará justo un año, los barones forzaron la salida de Casado. En aquella reunión, que se prolongó hasta la una y media de la madrugada, Casado vivió sus horas más aciagas. Aquella noche el político gallego ya salió ungido por el resto para hacerse con las riendas del PP.

Con ese recuerdo en la memoria, Feijóo y Casado se han visto las caras este miércoles durante algo más de hora y media. El líder del PP sostiene que no hacía falta un deshielo entre ambos porque la relación ya era buena. “¿Reconciliación, de qué?”, ha afirmado a la salida del restaurante, dando por hecho que no había nada que reconciliar. Pero ambos tenían mucho de qué hablar, después de que el ambiente se haya enrarecido una vez que Génova descartó a principios de esta semana rehabilitar políticamente a Casado con algún tipo de regreso público un año después de su salida, una decisión que ha indignado a sus afines. La dirección nacional teme la reacción de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que salió victoriosa en la guerra interna, pero no olvida ni perdona el intento de Casado de destruir su carrera política al hacer pública la comisión que cobró su hermano por la venta de mascarillas al Gobierno de Madrid en plena pandemia.

Casado, en cambio, asegura que ni quiere ni pide nada al partido, y que su trabajo actual en la empresa privada le impide tener actividad política. El exlíder del PP rechazó un puesto en Europa que Feijóo le ofreció hace un año, y ahora está contento con su nuevo desempeño profesional. En la comida, Casado y Feijóo no hablaron ni acordaron que reaparezca en un acto público del PP. Casado, que parecía relajado y sonriente a la salida del encuentro con Feijóo, rechaza estar molesto por que el PP le haya borrado de la historia del partido, pero sí reivindica su periodo al frente del PP. En su entorno, de hecho, aseguran que su etapa no puede ser borrada, en referencia a la intención de voto en la que dejó al PP, según las encuestas, superando los 100 escaños cuando llegó a obtener en las elecciones de 2019 apenas 66 diputados.

Casado mantiene contacto con Feijóo con cierta periodicidad, igual que él hacía en su día con José María Aznar y Mariano Rajoy. El comunicado de Génova, hecho público después de que EL PAÍS publicara su cita discreta, subraya que “Feijóo y Casado tienen una relación fluida que han ido manteniendo en el tiempo, y en el último año han compartido reflexiones en diversas ocasiones. La comida se enmarca dentro de un clima de normalidad y respeto entre dos personas que han tenido el honor de presidir el Partido Popular”.

Pero Feijóo sabe que todo acercamiento con Casado tiene riesgos en su relación con Ayuso. Hace también un año, la presidenta de la Comunidad de Madrid estaba reclamando venganza en la Junta Directiva del PP. En aquella reunión interna de principios de marzo, celebrada cuando ya se sabía que Casado dejaba la presidencia del partido, la líder madrileña pidió la “expulsión” del PP de todos los que hubieran formado parte de la “campaña” contra ella. “No creo en las heridas cerradas en falso”, llegó a decir Ayuso, a quien el reencuentro de este miércoles entre Feijóo y Casado ha pillado fuera de España, en Londres, volviendo de un viaje oficial. De momento, Ayuso opta por un perfil bajo. Fuentes de su entorno han restado importancia a la cita de los dos líderes. “Ni fu ni fa”, afirman con cierto desdén en el equipo de la presidenta madrileña, informa Juan José Mateo.

El expresidente del PP, Pablo Casado, después de abandonar la Taberna del Alabardero, en el centro de Madrid, este miércoles.Andrea Comas

Aunque la dirección nacional del partido sostiene que entre ambos no hay ningún problema y que la cita estaba fijada de antemano, a nadie escapa en el PP que el encuentro sirve a Feijóo para buscar un acercamiento privado con su predecesor ante el riesgo de que este pudiera abandonar la discreción en la que permanece desde su salida. Un año después, Casado no ha concedido ninguna entrevista ni ha hablado de todo lo que pasó, incluida la traición de sus colaboradores más estrechos, como acreditan los mensajes que recibió halagándole de destacados miembros del comité de dirección solo unas horas antes de retirarle el apoyo, y que ha publicado EL PAÍS.

Después de la comida del reencuentro, Feijóo ha abandonado rápido el restaurante, antes que Casado. El líder del PP se ha ido directo al coche oficial para llegar a tiempo a la votación en el Pleno del Senado. Casado lo ha hecho con calma, tras fotografiarse con un grupo de comensales de la taberna que se lo han pedido. Cumplido el acercamiento el mismo día el que hace un año terminó la carrera política de uno de los dos, el líder defenestrado y su sucesor han emprendido el camino a su nueva vida cada uno por su lado.

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