El Gobierno asegura estar preparado para el examen “político” de los eurodiputados al reparto de fondos
Diez europarlamentarios escudriñarán la marcha de la financiación en España, sobre la que los populares extienden un halo de sospecha pese al visto bueno de Bruselas
Toda la información del Gobierno sobre los fondos europeos asignados a España estará al servicio de los 10 eurodiputados que durante tres días, desde este lunes al miércoles, cuando escudriñarán el manejo de España de su plan de recuperación. Las ventanas están abiertas, pero sobrevuela la intranquilidad que les suscita el manifiesto resquemor de la presidenta de la comisión de Presupuestos de la Eurocámara, la alemana Monika Hohlmeier, del Partido Popular Europeo, en estrecha sintonía con los eurodiputados españoles del PP. Esta posición difiere de la sostenida por la Comisión Europea,...
Toda la información del Gobierno sobre los fondos europeos asignados a España estará al servicio de los 10 eurodiputados que durante tres días, desde este lunes al miércoles, cuando escudriñarán el manejo de España de su plan de recuperación. Las ventanas están abiertas, pero sobrevuela la intranquilidad que les suscita el manifiesto resquemor de la presidenta de la comisión de Presupuestos de la Eurocámara, la alemana Monika Hohlmeier, del Partido Popular Europeo, en estrecha sintonía con los eurodiputados españoles del PP. Esta posición difiere de la sostenida por la Comisión Europea, que este viernes ha desbloqueado el tercer tramo de los fondos: 6.000 millones que se unen a los 31.000 ya recibidos.
No se dirá en alto, pero en medios gubernamentales de los ministerios y departamentos concernidos se habla de la llegada de “una delegación política”, en la que los miembros del PPE y liberal, singularmente los españoles, vienen con prejuicios sobre la corrección del recorrido de los fondos. “Los mecanismos de control se han extremado al máximo, con herramientas nuevas y el cumplimiento de todas las observaciones” efectuadas por la Comisión, señalan en medios gubernamentales. Las mismas fuentes añaden que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero y el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, afrontan la visita europea con la tranquilidad de quien ha hecho bien el trabajo. Los socialistas sitúan el examen en el contexto del campo electoral, en España y en Bruselas: en cuatro meses tocan comicios locales y autonómicos y en 10, los generales; y los europeos, un año después. En los grupos parlamentarios de izquierdas refieren también piques habituales entre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea. En ese fuego cruzado se debe de desarrollar la visita de los eurodiputados.
Desde el ámbito conservador del Parlamento Europeo las consideraciones de que España tenía muy difícil recibir los fondos por su mal desempeño se suceden desde 2021. Pero los hechos lo niegan, y acaba de liberarse ya el tercer tramo en vísperas del viaje encabezado por Hohlmeier, que ha especificado el objeto de su visita: “Queremos información sobre los sistemas existentes para el seguimiento y control del mecanismo, con especial atención a la auditoría, la prevención del fraude, la detección y la cooperación con las instituciones de la UE”. Sus temores se dirigen a una posible “ausencia de metodología, la falta de transparencia y otras dificultades para que la UE verifique el uso de los fondos RRF [siglas inglesas del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia]”. La política alemana añade que España no ha informado de manera suficiente, algo que es repetido por la dirección del PP y los eurodiputados españoles. En el Gobierno se han preparado para desmontar los temores de Hohlmeier, pero no ahora, para esta visita, sino desde antes, porque ha trabajado previamente en todas las objeciones que ha venido formulando la Comisión Europea, señalan los interlocutores consultados, ante la que ha rendido cuentas. Aun así, aún quedan requisitos por cumplir.
El trabajo intenso y nada fácil con la Comisión es ajeno al contexto que ha creado la delegación que llega este lunes a Madrid, a la que se han apuntado una mayoría de políticos españoles interesados en escudriñar la corrección de su país. Acompañan a Hohlmeier el portugués, también del PPE, José Manuel Fernandes, y las socialistas Isabel García Muñoz, española, y Caterina Chinnici, italiana. La composición de miembros de la Comisión de Presupuestos la completa Jorge Buxadé, de Vox. Pero hay más eurodiputados en calidad de “miembros acompañantes”: Isabel Benjumea, del PPE; Eider Gardiazabal, de Socialistas y Demócratas; Ernest Urtasun, del grupo de Los Verdes (y que pertenece a En Comú Podem) y Susana Solís del Grupo Liberal Europeo (miembro de Ciudadanos). De ese grupo liberal, Renew, acude también la eurodiputada búlgara Eva Maria Poptcheva.
La delegación de eurodiputados ha elegido a otros interlocutores durante su visita, incluyendo a consejeros autonómicos como el de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, que ha criticado que el reparto de fondos “va lento” y que su diseño “ha venido de arriba, sin contar con las comunidades autónomas”. La delegación se entrevistará también con los responsables de economía de Andalucía, gobernada por el PP, y con los socialistas de Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura. Organizaciones empresariales, de autónomos y cámaras de comercio también ofrecerán su visión sobre el reparto de fondos de recuperación; un mecanismo de ayuda a los países de la UE tras la hecatombe de la pandemia. La presidenta de la delegación ofrecerá públicamente su visión el miércoles a mediodía, antes de volver a Bruselas. El escrutinio de la Comisión Europea continúa y aún queda, entre otras exigencias, la reforma de las pensiones.