Tres detenidos en una operación hispano-marroquí contra el terrorismo yihadista

Dos presuntos terroristas han sido arrestados en Almería y el tercero, al sur del país magrebí. La célula quería desplazarse al Sahel, nuevo destino de los captados por grupos islamistas

Detención de un presunto yihadista realizada por la Policía Nacional el pasado marzo en Guadalajara, en una imagen de un vídeo facilitado por el Ministerio del Interior.

Una operación conjunta de los servicios de la lucha antiterrorista españoles y marroquíes ha permitido desmantelar este miércoles una célula yihadista del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) asentada en ambos países. Dos de sus presuntos integrantes han sido detenidos en Almería por agentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, según confirman a EL PAÍS fuentes de la lucha antiterrorista. P...

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Una operación conjunta de los servicios de la lucha antiterrorista españoles y marroquíes ha permitido desmantelar este miércoles una célula yihadista del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) asentada en ambos países. Dos de sus presuntos integrantes han sido detenidos en Almería por agentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, según confirman a EL PAÍS fuentes de la lucha antiterrorista. Por su parte, agentes de la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST, por sus siglas en francés, el servicio de inteligencia interior marroquí) han arrestado a un tercero en Chtuka Ait Baha, una provincia situada a 570 kilómetros al sur de Rabat, según ha informado la agencia oficial de este país, MAP.

Según la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ), dependiente de la DGST, los tres presuntos integrantes de la célula desmantelada habían jurado lealtad al Estado Islámico y habían mostrado su disposición a atentar. Además, difundían su ideario extremista para reclutar a nuevos adeptos. Siempre según la BDIJ, los arrestados habían manifestado su intención de desplazarse en breve al Sahel para integrarse en grupos afines al ISIS asentados en esta zona de África Occidental. Fuentes de la lucha antiterrorista señalan que este hecho supone la confirmación del cambio en la estrategia del Estado Islámico, que hasta no hace mucho concentraba el envío de terroristas extranjeros a combatir a Siria y que, tras el desmantelamiento del califato islámico, ahora lo hace a otros países donde el yihadismo está en alza.

En el Sahel, el avance del yihadismo parece imparable desde hace más de una década y no solo ha provocado miles de muertos, tres millones de desplazados y una grave crisis humanitaria, sino también erosionado a los gobiernos de la región y una enorme inestabilidad política y social. La presencia de estos grupos armados se ha convertido, de hecho, en una de las principales amenazas para la seguridad europea. En esta zona de África operan, entre otros, Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin (JNIM, una coalición de grupos vinculados a Al Qaeda) y el Estado Islámico en el Sahel (subordinado al ISIS), que en ocasiones se enfrentan entre ellos por el control de territorios. En noviembre, este último grupo atacó en la región maliense de Gao un campamento de desplazados y mató, al menos, a 11 personas.

Precisamente en Mali, está desplegada la misión militar EUTM-Mali, la más importante de la UE en el Sahel, al frente de la cual está, desde el pasado 16 de diciembre, el general de brigada español Santiago Fernández Ortíz-Repiso. En este país, España llegó a tener desplegados 500 soldados, pero los ha ido reduciendo hasta los 300 actuales, que serán menos próximamente cuando se concentre en la capital, Bamako, la totalidad de los efectivos europeos que han adiestrado durante años a los militares malienses. La retirada de Francia, Alemania y la República Checa de la misión hace que la continuidad de la misma esté en cuestión.

Las de este miércoles son las primeras detenciones de presuntos yihadistas realizadas por las fuerzas de seguridad en 2023. El año anterior, se registraron 53 arrestos de personas vinculadas con estos grupos terroristas, de los que 46 se hicieron en España y siete en otros países, principalmente Marruecos. La más importante por el número de detenidos se produjo en octubre, también en una operación conjunta con el país magrebí. Entonces, fueron 13 los detenidos, 11 de ellos en España, por adoctrinar a menores de edad en parques de Melilla para que “se convirtieran en soldados de Alá y llevaran a cabo la yihad”. En total, desde el comienzo de la legislatura, en 2019, ha habido 139 detenidos por yihadismo, según la estadística oficial del Ministerio del Interior.

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