Primarias sin cuartel en un Ciudadanos en crisis
7.642 afiliados están llamados a votar en el proceso de elección interno que se celebra los días 11 y 12, un 63% menos que hace dos años
Una de las sorpresas del proceso de refundación de Ciudadanos fue, hace dos meses, el anuncio de que la campaña de las primarias para liderar el partido tendría lugar en medio de las fiestas de Navidad. Quizá el equipo técnico que ha trabajado en la renovación de la fuerza política pensó que en una formación que atraviesa una crisis tan profunda solo habría una candidatura de unidad, o simplemente fue una argucia para ...
Una de las sorpresas del proceso de refundación de Ciudadanos fue, hace dos meses, el anuncio de que la campaña de las primarias para liderar el partido tendría lugar en medio de las fiestas de Navidad. Quizá el equipo técnico que ha trabajado en la renovación de la fuerza política pensó que en una formación que atraviesa una crisis tan profunda solo habría una candidatura de unidad, o simplemente fue una argucia para esconder el proceso. Hoy, sin embargo, son tres las listas que se enfrentan por los restos de Ciudadanos.
Los afiliados llamados a votar en las primarias que se celebran los días 11 y 12 son 7.642 (pueden participar aquellos al corriente de pago y con al menos seis meses de antigüedad). Un dato que arroja luz sobre la sangría que sufre Cs desde hace años. A principios de 2020, cuando Inés Arrimadas venció al procurador Francisco Igea en el último proceso de elección interno por la presidencia del partido tras la dimisión de Albert Rivera, pudieron participar 20.713 militantes. Se ha producido, por tanto, la pérdida de en torno al 63% de afiliados en menos de dos años.
Diez días tienen por delante los aspirantes a liderar Ciudadanos para convencer a esos 7.642 afiliados de un partido que se asoma a 2023 en serio riesgo de desaparecer. Este lunes arranca la campaña de unas primarias en las que la unidad no ha sido posible pese a la grave crisis que arrastra Cs. Ni los pésimos resultados en las urnas, ni las fugas al PP, ni la sangría en el número de militantes han conseguido frenar la guerra interna desatada en octubre entre la presidenta del partido, Inés Arrimadas, y el portavoz parlamentario, Edmundo Bal, a cuenta del liderazgo y la identidad ideológica de Cs. Una pugna que ha partido en dos a una formación ya de por sí dolorida.
Tres son las candidaturas que concurren a las primarias de Ciudadanos. La encabezada por el eurodiputado Adrián Vázquez y la coordinadora de Cs en Baleares, Patricia Guasp, de la que forma parte, en el último puesto, la presidenta del partido, Inés Arrimadas; la capitaneada por el portavoz parlamentario, Edmundo Bal, y el concejal madrileño Santiago Saura; y una tercera impulsada por dos miembros apenas conocidos, el afiliado Marcos Morales y la edil de El Álamo (Madrid) Laura Alves, quienes, pese a su escasa relevancia, también han conseguido los avales necesarios para presentarse.
Habrá dos debates. Uno el día 4 en Barcelona, en el que los aspirantes al cargo de secretario general —Vázquez, Saura y Alves— medirán sus fuerzas. Y un segundo, el próximo 9 de enero en Madrid, entre quienes optan al puesto de portavoz político: Bal, Guasp y Morales. Quien salga elegido como portavoz político ostentará la representación institucional y política del partido. Mientras que el secretario general será responsable de la pata orgánica. Una bicefalia con la que se pretende un reparto de tareas más igualitario sin “cesarismos”. En cualquier caso, la voz cantante de Ciudadanos será la del portavoz político, que sustituirá a Arrimadas en sus principales funciones. La presidenta saldrá del núcleo duro de las decisiones ejecutivas, pero pretende, no obstante, seguir como portavoz parlamentaria en el Congreso. Tampoco descarta concurrir a las primarias de julio para optar a la presidencia del Gobierno.
Renace tu partido. Vázquez y Guasp arrancan esta carrera sabiéndose favoritos. La candidatura de ambos, miembros además del G-8, el equipo que ha pilotado la refundación del partido desde julio, consiguió la semana pasada 1.367 avales, el doble que la de Edmundo Bal. Tanto la mayoría de coordinadores autonómicos, como Arrimadas y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, apoyan su candidatura, por lo que ha sido tildada por algunos de lista “oficialista”.
Fuentes de la candidatura rechazan este extremo y ponen el énfasis en que la suya es una lista “renovadora” y “transversal” compuesta por caras nuevas. Un espíritu que han trasladado al lema de la campaña, Renace tu partido. “Inés no ha tutelado la candidatura. No es la lista del aparato. El aparato son ellos [la lista de Bal]. Llevan a personas que ya estaban en la ejecutiva. Si hay un David contra Goliat, en todo caso, nosotros somos David”.
Lo cierto es que tanto Vázquez como Guasp se han ganado a buena parte de las bases como dos de las caras visibles del proceso de renovación puesto en marcha a instancias de Arrimadas. La presidenta, por su parte, ha conseguido colar entre los aspirantes a figuras de su confianza como el diputado navarro Carlos Pérez-Nievas. Y la lista goza del beneplácito del equipo de la dirección. Pero también se rechazaron otros nombres propuestos por Arrimadas. Vázquez y Guasp han planteado una campaña con presencia por “todo el territorio”. Junto a reuniones más minoritarias, se prevén tres grandes actos: en Valencia (3 de enero), Barcelona (el 4) y el cierre, en Madrid (el 10).
Ciudadanos de nuevo. Por su parte, el entorno de Bal pretende una campaña al estilo de las primarias en las que Pedro Sánchez fue vencedor frente al aparato del PSOE recorriendo “cada rincón de España”. Casualidad o no, la dupla Bal-Saura aspira a atraer al votante de centroizquierda “descontento con la deriva de Sánchez” una vez que gran parte de sus antiguos simpatizantes sostienen ahora al PP. “Sois unos valientes apoyando esta candidatura de David contra Goliat, gente que da un paso adelante porque quiere un cambio, quiere que resucitemos este proyecto político más necesario que nunca”, afirmó Bal el jueves. Fuentes allegadas al portavoz tildan la candidatura contraria como “hecha a la medida” de Arrimadas e integrada por sus “peleles”.
Sin embargo, Bal invitó a Vázquez a sumarse a su candidatura antes de cerrar los nombres que completan su lista. Pero el eurodiputado declinó la oferta. Entre quienes lo acompañan finalmente están diputadas como Sara Giménez y María Carmen Martínez. Y durante la campaña priorizarán el “contacto directo” con las agrupaciones. Tanto su lema, Ciudadanos de nuevo, como las consignas lanzadas por Bal durante los últimos días muestran una candidatura centrada en recuperar el “espíritu” de un partido que llegó a alcanzar los 57 parlamentarios en el Congreso en abril de 2019, para bajar a los infiernos pocos meses después, en noviembre, cuando el resultado fue de 10 escaños.
“Venimos a recuperar a mucha gente que se ha quedado por el camino”, explicó Bal, tras las críticas por haber reclutado para su lista a dirigentes que se han sublevado contra Arrimadas. El portavoz planea mantener el partido a flote en las elecciones de mayo para luego ceder el testigo a un nuevo “Rivera” que termine de consagrar la supervivencia en los comicios generales de finales de 2023. El próximo 12 de enero uno de los dos equipos asumirá la misión de reflotar a un Ciudadanos en descomposición.