Albares cifra en 360 los turistas españoles atrapados en Perú por los disturbios
Exteriores asegura que 175 han abandonado ya el país y todos los que quieran salir podrán hacerlo esta semana
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha cifrado este lunes en 360 los turistas españoles que quedaron atrapados en Perú a raíz del autogolpe frustrado que el pasado 7 de diciembre perpetró el presidente Pedro Castillo y los disturbios que se han extendido posteriormente por todo el país. Según el jefe de la diplomacia española, el mayor número de turistas españoles, 279 en total, se encontraban en la ciudad de Cuzco, la más próx...
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha cifrado este lunes en 360 los turistas españoles que quedaron atrapados en Perú a raíz del autogolpe frustrado que el pasado 7 de diciembre perpetró el presidente Pedro Castillo y los disturbios que se han extendido posteriormente por todo el país. Según el jefe de la diplomacia española, el mayor número de turistas españoles, 279 en total, se encontraban en la ciudad de Cuzco, la más próxima al Machu Pichu; pero 175 ha salido ya del país y otros 50 lo harán durante la jornada de hoy. También hay, según Albares, grupos menos numerosos en Arequipa y otras localidades.
Durante una rueda de prensa junto con su homólogo lituano, Gabrielius Landsbergis, Albares ha asegurado que a lo largo de la semana saldrán los restantes ciudadanos españoles que quieran hacerlo, salvo la “minoría” que voluntariamente ha decidido quedarse en Perú. Ha admitido, no obstante, que estas cifras se refieren solo a aquellos de los que tiene constancia el Ministerio de Asuntos Exteriores, por lo que ha realizado un llamamiento a quienes aún no lo hayan hecho para que se pongan en contacto con la unidad de emergencia consular, la Embajada española en Perú o el Consulado: “Para darnos sus coordenadas y saber dónde se encuentran”.
Según el ministro, en el momento en que comenzaron a extenderse las protesas por la detención de Castillo, que han incluido cierres de aeropuertos y cortes de carreteras, tanto la Embajada como el Consulado en Lima y la unidad de emergencia consular del ministerio se han puesto en contacto con todos los ciudadanos españoles de cuya presencia en Perú se tenía constancia para ayudarlos a salir del país.
En Arquipa están atrapados unos 50 españoles, según las estimaciones de Gillermo Gamir, un madrileño de 32 años, trabajador de una empresa de comercio electrónico, que llegó a Lima de vaciaciones el pasado día 4, tres días antes del autogolpe del presidente Castillo. Pase a la crisis política, la situación en la capital era tranquila, explica en conversación telefónica con EL PAÍS, por lo que él y su pareja decidieron seguir el plan previsto y desplazarse al sur del país. En Araquipa les soprendieron los disturbios, que incluyeron la violenta toma del aeropuerto, cuyas luces de emergencia y torre de control resultaron dañadas.
Al principio, explica Gamir, estaban “asustados y preocupados”, con el Ejército patrullando las calles bajo el toque de queda, pero ahora la situación está más tranquila, aunque les ha advertido de que es peligroso salir de la ciudad y solo desean poder volver a Esñaña cuanto antes. Tanto él y su pareja como otros dos españoles con los que coincideron en el hotel enviaron un emiail a la Embajada española explicando su situación. Desde el Consulado en Lima se han puesto en contacto con ellos en dos ocasiones, la última este domingo, les ha enviado formularios para que los rellenen y les ha recomendado estar atentos al móvil y el correo elecrónico por si se organiza una evacuación, pero no les han dicho cuándo ni cómo se producirá, si se produce. Este lunes se ha reabierto el aeropuerto de Arequipa, tras una semana cerrado, pero hay largas colas y nadie garantiza que un corte de carreteras, como los que proliferan estos días, no te impida llegar, concluye Gamir, entre esperanzado y receloso.
El Ministerio de Asuntos Exteriores condenó desde el primer momento el autogolpe. El miso 7 de diceimbre ya difundió un comunicado en el que condenaba “firmemente la ruptura del orden constitucional en Perú” y se congratulaba “por el restablecimiento de la normalidad democrática”, en alusión al intento del hasta entonces presidente de disolver el Parlamento y declarar el estado de excepción y su posterior cese y arresto. “España siempre estará del lado de la democracia y la defensa de la legalidad constitucional”, concluía la nota.