Huelva se prepara para el próximo tsunami: una docena de refugios y consejos para una mochila de emergencia

La capital onubense es la única ciudad de España que cuenta con un proyecto multidisciplinar para reaccionar ante un maremoto y en el que la divulgación es fundamental. Por su parte, Chipiona (Cádiz) ha sido declarada ciudad segura

Playa onubense de Matalascañas.PACO PUENTES

Los geólogos onubenses parten de una certeza que, precisamente por ser científica, se torna más apremiante: en el futuro habrá un tsunami en Huelva. “Donde la tierra ha temblado, volverá a temblar y si no ha ocurrido todavía, es que está de camino”, apostilla Francisco M. Alonso Chaves, profesor titular del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Huelva (UHU). Una posibilidad real y que en la noche del pasado martes se dejó sentir en la costa occidental en forma de seísmo de 4,8 de intensidad, con origen en el cabo San Vic...

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Los geólogos onubenses parten de una certeza que, precisamente por ser científica, se torna más apremiante: en el futuro habrá un tsunami en Huelva. “Donde la tierra ha temblado, volverá a temblar y si no ha ocurrido todavía, es que está de camino”, apostilla Francisco M. Alonso Chaves, profesor titular del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Huelva (UHU). Una posibilidad real y que en la noche del pasado martes se dejó sentir en la costa occidental en forma de seísmo de 4,8 de intensidad, con origen en el cabo San Vicente. Se trata del mismo punto donde el 1 de noviembre de 1755 se produjo el terremoto -y posterior maremoto- que obligó a modificar algunas cartas náuticas por los cambios que causó en las dinámicas del litoral. Por eso la capital ha diseñado un completo plan especial para afrontar una catástrofe natural similar, que no solo identifica las zonas más seguras para resguardarse, sino que incluye un ambicioso programa de divulgación y concienciación para que su población interiorice cómo responder ante este tipo de emergencia.

Este plan especial, pionero en España, empezó a gestarse hace tres años de la mano de un grupo multidisciplinar dirigido por Antonio Nogales, presidente de Bomberos Unidos Sin Fronteras; geólogos y geofísicos de la UHU, liderados por los profesores Alonso y Juan Antonio Morales; responsables de Protección Civil y de las fuerzas de seguridad; y el Ayuntamiento de la capital onubense. “Partimos de los estudios de la costa de Huelva que ha ido desarrollando la Universidad, pero además de incluir y marcar las zonas inundables, las rutas de evacuación y las zonas de encuentro de seguras, vamos a difundirlo en colegios, asociaciones de vecinos y centros de trabajo para que conozcan cómo reaccionar y diseñen sus propios planes de evacuación”, explica Nogales.

Para ello han desarrollado una página web donde se incluyen vídeos, recomendaciones y todo tipo de indicaciones para identificar qué es un terremoto o un tsunami y saber cómo actuar. “Cuando pase un año queremos realizar un simulacro en toda la ciudad y ver si se han cumplido los objetivos y se han interiorizado las medidas”, indica Morales.

El Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos diseñado por el Gobierno en 2021 sitúa a la costa occidental andaluza y a Canarias como las zonas más expuestas a maremotos con olas de una altura superior a los ocho metros. El plan de Huelva es el primero que diseña una ciudad en el marco de las directrices fijadas por el Estado. “En Huelva se dan unas condiciones muy particulares por su ubicación, cerca del límite tectónico entre las placas Euroasiática y Africana, un límite que atraviesa el golfo de Cádiz de oeste a este formando la zona de fractura Azores-Gibraltar”, explica Alonso. “Esta zona funciona como una falla y allí los terremotos pueden ser de gran magnitud”, asegura. Es en esa franja donde se sitúa el epicentro de todos los terremotos que a lo largo de la historia han removido Huelva.

De producirse un tsunami, las zonas más expuestas serían las de la costa. En la ciudad de Huelva, enclavada entre el estuario que forman los ríos Tinto y Odiel y parapetada por las marismas, el maremoto llegaría “en forma de una gran marea que inundaría la ciudad”. “En 25 minutos el nivel del mar habría subido muchos metros”, señala Alonso. No hay modelos matemáticos para determinar la altura que podrían alcanzar las olas y por eso es importante el registro histórico.

El plan prevé el tiempo medio en que el mar vomitaría sus olas hacia la costa, un cálculo esencial para preparar la evacuación y ubicar las zonas seguras. “No puede ser cualquier punto alto, porque hay que contemplar que va a acudir mucha gente, por lo que deben ser lugares amplios, alejados de las zonas de peligro donde tendrán que intervenir las emergencias, y también accesibles para que esos servicios y las fuerzas de seguridad puedan llegar con facilidad para atender a la población”, explica. En Huelva se han delimitado una docena de zonas seguras cuya ubicación puede conocerse a través de la aplicación para móviles que también se ha desarrollado como parte del plan de emergencia. “Allí se puede conocer la zona más cercana a tu trabajo, tu casa, el colegio de los niños…”, explica Nogales.

Señalización de una zona de seguridad para refugiarse de un maremoto.

El tiempo para reaccionar también es un factor importante. “Si el origen está en el cabo San Vicente, la ola llegará a Ayamonte [el último municipio andaluz en la frontera con Portugal] en 25-30 minutos y a Huelva en 35-40″, explica Alonso. “Todo el margen norte del golfo de Cádiz tiene acantilados y es esa zona a la que habría que acudir y la que debería estar señalizada, pero si no hay una zona elevada, siempre se puede optar por una evacuación vertical”, advierte el profesor.

Esa forma de escape contempla los edificios altos “a partir de un tercer piso, de nueve metros para arriba”, indica Alonso. Y allí entran en juego otras previsiones. “Los edificios altos o los complejos hoteleros deberían estar preparados y permitir el acceso a las plantas más altas, tenerlas abiertas…”, abunda. Por eso la concienciación y llegar al máximo de colectivos posibles es vital. “Si en México todos saben qué hacer si hay un terremoto, tiene sentido que en Huelva todos conozcan cómo actuar ante un tsunami. Los libros del texto en el golfo de Cádiz, además de hablar sobre catástrofes naturales, deberían explicar cómo afrontarlas. Nuestros bisnietos no tendrían que hacerse la pregunta qué es un maremoto o cómo reaccionar”, abunda.

En la página web y en las charlas que Nogales y su equipo van a impartir en las próximas semanas se incluyen consejos prácticos, como no coger nunca el coche; no ir a por tus familiares, sino acudir directamente a las zonas seguras y preparar después un punto de reunión; no moverse de la vivienda o lugar de trabajo si se encuentra en una zona segura; cómo preparar una mochila de emergencia (donde el teléfono con batería, una linterna, el botiquín, agua, una linterna y un duplicado del DNI no deben faltar); o incluso cómo organizar simulacros periódicos entre amigos. Y sobre todo: mantener la calma.

Recreación en 3D de esquema tectónico de las placas litosféricas en el Océano Atlántico Norte.

Chipiona, único territorio seguro ante un maremoto

Huelva es la primera ciudad de España en contar con un plan de emergencia ante un tsunami, pero Chipiona, en la provincia de Cádiz, tiene el honor de ser el “único territorio español seguro ante un maremoto” según la Unesco. Otras ciudades costeras de Huelva, como Ayamonte, Lepe o Isla Cristina, están adoptando medidas similares a las de Chipiona, pese a que aún no cuenta con un plan integral como la capital onubense.

El riesgo allí es tan real y está tan vivo que, en el centro de la plaza de la Cruz del Mar, una placa recuerda los estragos del último sobresalto que vino del mar, el 1 de noviembre de 1755. Aunque hay otros hitos de la provincia de Cádiz que recuerdan ese suceso —que fue especialmente grave también en Conil o la capital—, la localidad chipionera es la primera que apostó por prepararse ante un posible tsunami. De hecho, este pasado verano ha sido la primera temporada de playas en la que los bañistas han podido ver la nueva cartelería con recomendaciones ante una posible gran ola.

Los paneles recogen normas a seguir en caso de maremoto, como rutas de evacuación de las zonas más cercanas al mar y orientaciones sobre los puntos más altos de la localidad. El alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, ya defendió la idoneidad de dar esta información a los visitantes como un valor añadido de seguridad. Fue municipio piloto en el programa europeo TsunamiReady. La medida se ha traducido en un primer simulacro realizado el pasado mes de octubre, entre Huelva y esta localidad, con más de 400 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias y la colaboración de los técnicos de la Universidad de Málaga y el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria.

La experiencia recabada en esa acción y todas las anteriores de estos meses va encaminada a elaborar un Plan de Emergencia ante Tsunami que se incluirá en el plan municipal de emergencias. Está previsto crear un centro que dará respuesta y atención a los damnificados tras un desastre. La idea es que el simulacro se repita de nuevo en noviembre de 2023 para mejorar la concienciación y respuesta de los rescatistas y la ciudadanía.

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