La Policía detiene en Logroño a un matrimonio paquistaní acusado de matar a su hija por haberse casado sin su permiso
Los hermanos de la fallecida: “No tenemos ninguna otra hermana”. Los arrestos responden a una orden internacional para la extradición de los padres por haber acabado con la vida de la joven en 2020
La Orden Internacional de Detención describía de manera muy somera los hechos: Un matrimonio paquistaní había sido denunciado en su país por el viudo de su hija, que presuntamente habría sido asesinada por sus propios padres en abril de 2020, tras casarse con ese hombre que, al parecer, no era del agrado de la familia. El matrimonio denunciado en cuestión, formado por un hombre y una mujer paquistaníes de 67 y 5...
La Orden Internacional de Detención describía de manera muy somera los hechos: Un matrimonio paquistaní había sido denunciado en su país por el viudo de su hija, que presuntamente habría sido asesinada por sus propios padres en abril de 2020, tras casarse con ese hombre que, al parecer, no era del agrado de la familia. El matrimonio denunciado en cuestión, formado por un hombre y una mujer paquistaníes de 67 y 51 años, respectivamente, vivía desde hacía “bastante tiempo” en un popular barrio de Logroño, donde se concentra buena parte de esta comunidad extranjera.
El pasado 15 de octubre, varios agentes de la Policía Nacional de la capital riojana se presentaron en su vivienda y arrestaron al matrimonio, aunque el asunto se ha conocido este viernes. “No tenemos ninguna otra hermana”, aseguraron los otros tres hijos de la pareja a los agentes al ser preguntados por su hermana mayor. Los padres, aparentemente conscientes de la situación, no declararon nada e inmediatamente contrataron un abogado privado, en lugar de utilizar a uno de oficio.
En ese piso, en la zona de la calle de Carmen Medrano, había vivido toda la familia en los últimos años: “No se ocultaban, hacían vida completamente normal, iban diariamente a la mezquita”, explican fuentes de la investigación. Eran los dos hijos mayores, un chico y otra joven, los que mantenían a la familia, ya que los padres no trabajaban y el más pequeño aún va al instituto, aseguran las mismas fuentes, que sostienen que la joven asesinada en Pakistán también había vivido en España con todos ellos, antes de regresar a su país en 2020. La policía sospecha que engañaron a quienes la conocían en Logroño diciéndoles que se había casado en Pakistán.
La comunidad paquistaní es una de las más numerosas históricamente en La Rioja. Actualmente la conforman unas 2.500 personas, según los datos del padrón, la mayoría asentadas en Logroño. “Se trata de una comunidad muy cerrada, que habla principalmente urdu, más que árabe, y que apenas tiene relación con la población autóctona, salvo en el caso de los menores nacidos en España y escolarizados”, explican fuentes de la investigación, que apenas tardaron unas horas en localizar a los sospechosos. La madre, aseguran, no hablaba ni una palabra de español y el padre lo hacía con dificultad, por lo que fueron asistidos en todo momento por un traductor, según las mismas fuentes. Los tres hijos, que negaron la existencia de una hermana mayor y protegieron a los padres, al no haber cometido ningún delito en España, siguen viviendo en el domicilio familiar.
Otros tres detenidos
Fuentes policiales han revelado que hay otros tres detenidos en Pakistán por el mismo asesinato, y que presuntamente se trataría de otros familiares, que habrían participado en el secuestro, primero, y en el posterior asesinato de la joven. Tras el juicio celebrado en ese país, habrían sido declarados culpables junto a los padres de la fallecida, contra quienes las autoridades paquistaníes habrían emitido la orden internacional de detención que activó la operación policial en España.
La investigación se inició cuando los agentes recibieron información, a través de los mecanismos de cooperación policial internacional, en la que se solicitaba la colaboración para la localización y detención de los dos fugitivos, de nacionalidades paquistaní, reclamados por la autoridad de este país por un delito de homicidio y secuestro, respectivamente. Las autoridades paquistaníes comunicaron a la Policía Nacional que tenían indicios de que estas personas pudieran residir en la capital riojana y detallaron la problemática en torno a los matrimonios en Pakistán, muchos de ellos arreglados de forma tradicional o semiacordados.
Este tipo de casos se conocen en Pakistán como “crímenes de honor”. La policía explica que, por regla general, los matrimonios están pactados en el país islámico. “En el caso de las mujeres que tienen la posibilidad de vivir en algún país europeo, ocurre que los padres no solo no tienen que dar la dote, sino que incluso reciben dinero de la familia del novio”, señalan. La motivación de este asesinato, según las autoridades paquistaníes, parte del hecho de que la hija mayor de la familia se habría casado con un hombre paquistaní que no era el acordado por sus padres.
El pasado mes de mayo Aneesa y Arooj Abbas, dos hermanas de 24 y 21 años residentes en Terrassa (Barcelona), fueron asesinadas por sus propios parientes en Pakistán, adonde viajaron engañadas por sus familiares, por negarse a contraer matrimonio con los hombres que habían acordado para ellas. “Fueron estranguladas y recibieron un disparo mortal mientras dormían”, según declaró Nauman Hassan, portavoz de la policía local de Mouza Nothia, en la provincia del Punjab, de donde proceden la mayoría de los paquistaníes que residen en Cataluña.
Una vez comprobada la vigencia de la notificación, los investigadores comenzaron las pesquisas para localizar a los prófugos en el territorio riojano, por lo que se estableció un dispositivo discreto de control y vigilancia en torno a los investigados para constatar si residían en Logroño. Después de localizar a ambos, se procedió a su detención en las inmediaciones de su domicilio, y una vez cumplimentados los trámites policiales pertinentes, fueron puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional, cuyo titular decretó su ingreso en prisión a la espera de decidir sobre su extradición.