Hombre, español y ladrón: el perfil de los delincuentes que reinciden

Un estudio sobre los 20.000 presos puestos en libertad en 2009 concluye que solo dos de cada 10 volvieron a delinquir en la década siguiente

Arresto de un presunto delincuente en una imagen de archivo.Javier Belver (EFE)

El estereotipo extendido en el imaginario de la sociedad española del delincuente que entra una y otra vez en prisión, a imagen del mediático quinqui de los años ochenta Juan José Moreno Cuenca, alias El Vaquilla, se viene abajo. Un estudio realizado por Instituciones Penitenciarias, pionero tanto por el tiempo que abarca como por el número de casos analizados, concluye que solo dos de cada 10 reclusos vuelven a delinquir en la década siguiente a su excarcelación. La investigación, presen...

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El estereotipo extendido en el imaginario de la sociedad española del delincuente que entra una y otra vez en prisión, a imagen del mediático quinqui de los años ochenta Juan José Moreno Cuenca, alias El Vaquilla, se viene abajo. Un estudio realizado por Instituciones Penitenciarias, pionero tanto por el tiempo que abarca como por el número de casos analizados, concluye que solo dos de cada 10 reclusos vuelven a delinquir en la década siguiente a su excarcelación. La investigación, presentada este viernes por el ministro Fernando Grande-Marlaska en la cárcel de Burgos, analiza caso por caso (y no con un muestreo) qué ocurrió con los 19.909 presos que terminaron en 2009 de cumplir sus condenas en las cárceles entonces dependientes de Interior ―todas excepto las de Cataluña, gestionadas por la Generalitat― para conocer la llamada tasa de reincidencia y, de ese modo también, el grado de reinserción. De ellos, solo 3.978 volvieron a entrar en prisión en los 10 años siguientes por cometer un nuevo delito tras su puesta en libertad. El amplio informe permite dibujar, por primera vez, el perfil del delincuente reincidente: hombre, de entre 31 y 50 años, nacionalidad española, condenado por robo o hurto, y que vuelve a delinquir en los tres años siguientes a su excarcelación. Muy similar al que representó en su día El Vaquilla. Según ha destacado Grande-Marlaska, el estudio permite concluir que los programas de reinserción de las cárceles españolas merecen “una nota muy alta”.

La investigación, elaborada por la Central Penitenciaria de Observación, destaca que, en la mayor parte de los casos, la reincidencia se produjo poco después de que el preso abandonara la prisión. Algo más de la mitad (2.109 delincuentes) volvió a cometer un delito en el transcurso de los tres primeros años desde su excarcelación. Así, en el mismo año en el que recuperaron la libertad, lo hizo un 3,45%; y entre el primer y segundo año, el 4,11%. Sin embargo, a partir del séptimo año, estos porcentajes no llegan al 2%. No obstante, el 66% de los reincidentes cometió un solo delito. Solo uno de cada tres fue lo que se conoce como multirreincidente. El análisis de los datos revela también que el índice de reingreso en prisión entre las mujeres es sensiblemente inferior (un 13,56%) al de la población masculina (20,49%). De hecho, el 94,97% de los reincidentes fueron hombres. Además, casi nueve de cada 10 tenían la nacionalidad española. El porcentaje de presos extranjeros que vuelve a delinquir (el 7,92%) es también sensiblemente inferior al de españoles que lo hicieron (el 24,83%).

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, este viernes en la presentación de un estudio sobre reincidencia en la prisión de Burgos. Santi Otero (EFE)

La tasa de reincidencia disminuye con la edad, sobre todo una vez superados los 50 años. Solo volvió a delinquir un 10% de los presos situados en la franja que va entre esa edad y los 70 años. Y de los presos septuagenarios excarcelados, solo reincidieron cinco y ninguno de ellos era mujer. Por el contrario, entre los 18 y los 30, la reincidencia se eleva al 22% y es ligeramente inferior (el 21,06%) entre los situados entre los 31 y los 50 años. No obstante, como esta última franja es el segmento de edad que predomina entre los reclusos que han formado parte del estudio, su cifra total representa el 64,41% del conjunto de reincidentes.

También hay importantes diferencias entre aquellos internos que al final de su condena disfrutaron de la libertad condicional y los que no. Entre los primeros, solo volvió a delinquir el 12,62%: 644 de 5.103. Sin embargo, de aquellos reclusos que no accedieron a este beneficio penitenciario (12.747) reincidieron 3.170, cerca de uno de cada cuatro. También resulta muy baja la tasa de vuelta al delito entre las 2.634 personas que fueron excarceladas tras ver cómo se le suspendía o sustituía la pena de prisión por otra medida. Solo reincidieron 164 (el 6,23%).

El estudio también intenta determinar en qué grado, entre los cerca de 4.000 presos reincidentes, se da la llamada “profesionalización o especialización delictiva” (es decir, el reingreso en prisión por el mismo delito que habían cometido antes) o la llamada “versatilidad delictiva” (volvieron a la cárcel por uno diferente). Los resultados revelan que la tasa más alta de “especialización” se dio, con gran diferencia, en aquellos que habían entrado por los delitos de robo o hurto: de los 2.278 que habían cumplido condena por estos hechos y habían vuelto a entrar en prisión, 1.738 (el 76,29%) fue por cometer hechos similares. Le siguieron los presos por delitos contra la salud pública o tráfico de drogas (el 42,28%) y los condenados por violencia de género (41,60%).

En el extremo opuesto, es decir, el de quienes presentan “versatilidad delictiva”, se sitúan los que la primera vez entraron en prisión para cumplir una condena por falsedad o por homicidio. En ambos casos, el porcentaje de reincidencia en el mismo delito se sitúa por debajo del 7%. Más alto, pero todavía por debajo del 25% en esta “especialización”, se encuentran los autores de delitos de lesiones (sin contar los de violencia de género), los de usurpación, defraudación, daños o receptación; contra el orden público y los delitos contra la libertad sexual. De estos últimos, de los 63 que reincidieron tras quedar en libertad, 14 volvieron a agredir sexualmente a una mujer. En un tramo intermedio, se sitúan los que cumplieron una pena por un delito contra la seguridad vial: uno de cada tres fueron encarcelados posteriormente por cometer de nuevo una infracción grave de tráfico.

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