Noche de miedo en el incendio de Los Guájares: los vecinos de Ízbor y Acebuches abandonan sus casas acechadas por las llamas
La llegada de la lluvia intermitente durante la madrugada apenas hace retroceder el fuego, que ya ha arrasado 5.100 hectáreas
La entrada a Ízbor y Acebuches (Granada) por la carretera de la autovía que une Granada con la costa granadina aparecía cerrada a cal y canto pasada las seis de la mañana de esta mañana. Numerosos conos rojos impedían el acceso a una vía que la noche anterior, entre las nueve y medianoche, vio como la mayoría de sus vecinos, de los poco más de 150 que residen en esta época en esas localidades, abandonaron sus residencias camino de un lugar que entendían más seguro, según su alcalde, Francisco Titos, para refugiarse de las llamas erráticas ...
La entrada a Ízbor y Acebuches (Granada) por la carretera de la autovía que une Granada con la costa granadina aparecía cerrada a cal y canto pasada las seis de la mañana de esta mañana. Numerosos conos rojos impedían el acceso a una vía que la noche anterior, entre las nueve y medianoche, vio como la mayoría de sus vecinos, de los poco más de 150 que residen en esta época en esas localidades, abandonaron sus residencias camino de un lugar que entendían más seguro, según su alcalde, Francisco Titos, para refugiarse de las llamas erráticas que desde el pasado jueves arrasan la vecina sierra de Los Guájares y que ya alcanzado los 62 kilómetros de perímetro y las 5.100 hectáreas quemadas..A las 8.20 de esta mañana, la Guardia Civil volvía a permitir el acceso a ambos municipios de la comarca de Los Guájares. Este diario ha sido el que primero ha accedido a Ízbor, una localidad de 192 habitantes, fantasma a esa hora, sin nadie por la calle, con ninguna luz de vivienda encendida. Solo retenes antiincendios, una ambulancia y agentes de la Guardia Civil eran visibles en ese momento.
Acebuches es un pequeño núcleo de 19 habitantes que se encuentra unos cientos de metros antes de llegar a Ízbor. La carretera que permite acceder a ambos está enfrente del monte quemado y ahí han pasado la noche Juan Sánchez y Plácido Hidalgo. Ambos tienen viviendas y fincas en Acebuches y los dos han pasado “una noche bastante mala” viendo cómo el fuego se ha acercado hasta a 80 metros del pequeño núcleo habitado, que tiene nombre de olivo salvaje. Hidalgo teme por una segunda residencia que, señala con el dedo, se halla claramente en la zona quemada. Ambos insisten en que lo que se divisa desde donde se encuentran es “toda su vida”. Aunque aún no hay recuento oficial, dan por hecho que más de un cortijo ha sido arrasado en la sierra durante la noche.
La dirección del Infoca en el incendio ha decidido volver a rebajar al nivel 0 el grado de riesgo a las dos de la tarde, después de que anoche, a las 21.30, decretara el nivel 1 para poder confinar los núcleos urbanos de Ízbor a Acebuches. “Eso no significa que el incendio haya dejado su virulencia”, ha advertido el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, que ha informado de que sobre el terreno se encuentran 25 medios aéreos y 300 terrestres.
En total se han evacuado a 15 personas de distintas edificaciones rurales, según se ha informado el martes por la mañana. Las últimas, en la noche del lunes, nueve personas que se encontraban en una zona conocida como Barranco de la Zaza, en el término municipal del Pinar (886 vecinos). Por otro lado, esa misma noche se dispuso el Pabellón Municipal y la Casa de la Cultura de Mondújar, dependiente del Ayuntamiento de Lecrín, para albergar a esos desalojados y a quienes decidieron abandonar Ízbor y Acebuches, que nadie ha utilizado, según un comunicado del Servicio de Emergencias 112, porque todos los evacuados han pernoctado en casas de familiares o amigos.
Durante los primeros días en los que se declaró el incendio, la vida en los dos pueblos había transcurrido tranquila. Pero el lunes a media tarde, súbitamente, los golpes de viento tornaron las llamas hacia ellos. Pasadas las ocho de la tarde, ante la inminencia de que el fuego se dirigía hacia los municipios, varios helicópteros sobrevolaron el cerro que otea sobre Acebuches y esparcieron material retardante que, en un principio, frenó su avance.
Poco después, relata Titos, el alcalde del Ayuntamiento de El Pinar —del que dependen Ízbor y Acebuches―, un golpe de viento provocó un cambio de dirección y las llamas volvieron a acercarse a los pueblos. Fue sobre las 9.30 de la noche cuando los técnicos del Infoca, el Servicio de Extinción de Incendios de Andalucía, dictaminaron que había riesgo para la población y la Junta de Andalucía decidió confinar ambas poblaciones. Técnicamente, no se podía entrar o salir de ellas. Sin embargo, poco después, sobre las 10 y ante el cariz de la situación, Titos recorrió ambos pueblos instando a que, voluntariamente, quien tuviera otra residencia o posibilidades de irse, abandonara el pueblo. Eso hicieron la mayoría, excepto algunos como Sánchez e Hidalgo que han preferido pasar la noche en el coche frente a su pueblo y las llamas.
La noche ha sido complicada en la zona. Aunque la lluvia ha hecho aparecido afortunadamente para los retenes, no ha tenido la intensidad necesaria para ayudar en las tareas de extinción. Sin embargo, sí ha servido para apagar focos puntuales a primera hora de la mañana. Durante toda la madrugada, el Infoca ha empleado 180 bomberos forestales, cerca de una veintena de especialistas, siete vehículos autobomba, cinco máquinas pesadas, una unidad meteorológica, otra médica y dos de análisis. Los vientos cambiantes han alejado las llamas de Ízbor y Acebuches —mitigando el pánico que vivieron sus vecinos a última hora de la noche del lunes, según relata su alcalde―, pero, a la vez, ha abierto camino al fuego en una línea paralela a la autovía que se dirige a Motril. A las siete de la mañana de este martes, en un recorrido hecho por este diario, el frente activo de fuego originado en la misma dirección de la carretera alcanzaba los 10 kilómetros, una extensión que no había cubierto la noche anterior.
El gran fuego se inició el jueves pasado a las 13.55 en la sierra de Los Guájares. Los investigadores han determinado que no se inició por causas naturales y en este momento aún están tratando de confirmar si ha sido provocado voluntariamente o se ha debido a una negligencia. A última hora del lunes, las cifras oficiales hablaban de 4.000 hectáreas quemadas y un frente de 52 kilómetros, de los que 20 estaban fuera de control. En la mañana de este martes, ese frente ha arrasado otras 1.100, llegando a las 5.000 hectáreas y el perímetro se ha ampliado a los 62 kilómetros y se dirige al término municipal de Vélez de Benaudalla.
El puesto de mando avanzado desde el que se coordinan las actuaciones ha sido trasladado de Albuñuelas a la presa de Rules para un mayor control y visibilidad del fuego, según el Infoca. Asimismo, la presencia de humo y el olor a quemado, al igual que ocurrió en jornadas anteriores, se ha hecho patente en las últimas horas tanto en la capital granadina como el resto del área metropolitana, a pesar de situarse a más de 40 kilómetros de la zona del incendio, ubicado entre las comarcas de la Costa y Lecrín.