Un avión privado que había despegado de Jerez de la Frontera se estrella en Letonia
A bordo viajaban los miembros de una familia alemana, propietaria de la aeronave: un empresario de 72 años; su mujer, de 68, una hija de 26, y otro joven, de 27
Un avión privado se ha estrellado la noche de este domingo frente a las costas de Letonia, según ha anunciado el servicio de rescate de Suecia, y después de que dos aviones militares lo siguieran durante parte de su trayectoria. La aeronave, una Cessna 551, había despegado de Jerez de la Frontera (Cádiz) a las 14.56, según la web de seguimiento de vuelos Flightradar24, que dejó de recibir información del aparato cuando estaba a 2.100 pies de altura (640 metros). A bordo viajaban los miembros de una familia alemana, propietaria...
Un avión privado se ha estrellado la noche de este domingo frente a las costas de Letonia, según ha anunciado el servicio de rescate de Suecia, y después de que dos aviones militares lo siguieran durante parte de su trayectoria. La aeronave, una Cessna 551, había despegado de Jerez de la Frontera (Cádiz) a las 14.56, según la web de seguimiento de vuelos Flightradar24, que dejó de recibir información del aparato cuando estaba a 2.100 pies de altura (640 metros). A bordo viajaban los miembros de una familia alemana, propietaria de la aeronave: Karl-Peter Griesemann, de 72 años, dueño de Quick Air, una empresa aeronáutica especializada en vuelos privados; su mujer Julianne, de 68; su hija Lisa, de 26, y un cuarto pasajero, P. L. F., de 27, del que no consta que tuviera parentesco directo con los anteriores.
La nave partió con destino a Colonia, pero cuando se encontraba en el espacio aéreo francés lanzó un mensaje indicando que sufría una despresurización de cabina, según apuntan las mismas fuentes. En el momento del despegue, Karl-Peter Grisemann pilotaba el avión, según ha asegurado el periódico local Diario de Jerez. Ni el aeropuerto, ni el trayecto era desconocido para el empresario, dueño de una compañía que llevaba años especializada en realizar vuelos privados y medicalizados con aeronaves de su propiedad. La familia tenía una casa en la costa de la provincia de Cádiz y era habitual que su jet privado estuviese estacionado en Jerez.
El avión cambió de rumbo dos veces, primero sobre París y luego sobre Colonia (Alemania), antes de dirigirse en línea recta hacia el mar Báltico y pasar cerca de la isla de Gotland (Suecia). A las 19.37 la web de rastreo señaló que perdía velocidad y altitud. “Hemos tenido constancia de que la nave se ha estrellado [en el mar] al noroeste de la ciudad de Ventspils, en Letonia”, aseguró horas después del choque un portavoz del servicio de rescate sueco. “Ha desaparecido del radar”, añadió
Antes, dos aviones militares, uno alemán y otro danés, se habían aproximado a la aeronave para inspeccionarla, pero no lograron establecer contacto con la tripulación, señaló este domingo Johan Wahlstrom, de la Administración Marítima Sueca, que añadió que los pilotos de los aviones militares no vieron tampoco a nadie en la cabina.
El empresario y su familia tenían desde los años ochenta un chalé en Atlanterra, una zona de la costa de Cádiz colindante con Zahara de los Atunes y que forma parte del término municipal de Tarifa, salpicada de viviendas de lujo y en la que abundan los vecinos alemanes. La familia solía disfrutar de esta vivienda “al menos tres o cuatro veces al año”, según las fuentes del municipio consultadas por la agencia Efe.
Un helicóptero de las fuerzas aéreas de Lituania se desplazó al lugar del choque para realizar labores de búsqueda y rescate, además de varios barcos de la marina letona. “Nuestros barcos van en camino de la posición donde se estrelló el avión”, señaló una portavoz de la Armada de Letonia. No ha trascendido aún el número total de pasajeros y el de tripulantes que viajaban a bordo.
Al lugar del impacto se desplazó también un barco de pasajeros de la compañía Stena Line, que navegaba cerca, según publicó el diario sueco Aftonbladet, que precisa que la aeronave siniestrada voló durante cuatro horas y 51 minutos antes del choque y que perdió en pocos minutos 5.000 metros de altitud.
Los Cessna 551 tienen una longitud de 14,39 metros y una envergadura de 15,90 metros. Según la web especializada Airliners, la cabina puede albergar hasta 10 asientos para pasajeros, aunque el diseño estándar es de solo seis, con espacio para dos miembros de tripulación. Alcanzan una velocidad de crucero de 746 kilómetros por hora.