La superficie quemada en la península Ibérica es superior a la del resto de Estados de la UE juntos
El terreno dañado por los fuegos en España y Portugal es de 393.000 hectáreas, frente a los 352.000 de los otros 25 países
El enorme incendio de Losacio (Zamora), ya casi olvidado por el resto de España, se ha dado por extinguido este miércoles, un mes y medio después de que comenzase y tras quemar 31.473,13 hectáreas, lo que oficialmente lo convierte en el segundo más devastador de la historia del país. El cálculo exacto de la Junta de Castilla y León de la superficie afectada engrosará ahora la estadística de los fuegos de este verano en la península Ibérica, donde la su...
El enorme incendio de Losacio (Zamora), ya casi olvidado por el resto de España, se ha dado por extinguido este miércoles, un mes y medio después de que comenzase y tras quemar 31.473,13 hectáreas, lo que oficialmente lo convierte en el segundo más devastador de la historia del país. El cálculo exacto de la Junta de Castilla y León de la superficie afectada engrosará ahora la estadística de los fuegos de este verano en la península Ibérica, donde la superficie arrasada (393.283 hectáreas) supera con creces la dañada en los otros 25 estados de la Unión Europea juntos (352.592), a pesar de la ola de incendios que también han sufrido en los meses estivales. España ostenta este año el penoso récord de ser el país de la Unión con más terreno dañado por las llamas en números absolutos, mientras Portugal gana en porcentaje de superficie del país echada a perder (el 1%), según la actualización de datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), basados en imágenes de la red de satélite Copernicus Sentinel.
La magnitud de los incendios en España está superando prácticamente todas las marcas, aunque de momento no la de superficie total calcinada en una temporada de fuego. La plusmarca de espacio quemado es la de 1985 (484.475 hectáreas en 12.235 fuegos) y la de número de incendios data de 1995 (con 25.557 que arrasaron 141.000 hectáreas). La estadística española elaborada por el Ministerio de Transición Ecológica, que se actualiza semanalmente, acumula una superficie quemada de 247.667,36 hectáreas (casi 50.000 menos que EFFIS) hasta el 21 de enero, más de cuatro veces la media de la última década.
Los satélites que barren diariamente el suelo de la Unión han calculado que el terreno español afectado por las llamas es ya de 293.326 hectáreas, casi el doble de la perjudicada en Rumanía (149.278) y camino de triplicar la de Portugal, con 102.885 hectáreas, un espacio equivalente al 1% de su territorio. La zona de lindes entre los dos países ibéricos está entre las más quemadas de la UE, lo que están comprobando los automovilistas que salen desde Galicia hacia el sur, especialmente al cruzar en la provincia de Zamora. El último fuego de Galicia, el que afecta a la zona orensana de Oímbra, “entró desde Portugal”, según la Consejería de Medio Rural de la Xunta.
Portugal, un país volcado en el Atlántico, y Rumania, con costa en el mar Negro, podrían considerarse dos rara avis en la estadística de incendios de los 27, ya que son los países mediterráneos los que más siniestros ha sufrido este año, sobre todo Italia (lleva 48.510 hectáreas afectadas), Grecia (22.167), Francia (61.940) y Croacia (32.617), donde las altas temperaturas de la atmósfera y el mar ha contribuido a la extensión de los fuegos. En 26 de los 27 Estados de la UE, la superficie afectada ha superado a la media del milenio.
La ONU ya achacó la proliferación de incendios forestales descontrolados en los países del Mediterráneo de 2021 a “la sequía, la baja humedad combinada con un récord de calor de hasta 48,8º grados”. Es la misma combinación que se ha dado en el presente verano, en el que, además, la temperatura del mar es extremadamente alta. “El Mediterráneo está hirviendo, la temperatura está cinco o seis grados sobre el valor normal”, aseguraba en una entrevista con EL PAÍS, Carlo Buontempo, director de cambio climático del programa Copernicus de la UE. Empujada por todo esto, España ya ha superado varios de sus récords, con el julio más caluroso en la Península desde que hay registros (1961) y con la peor ola de calor desde que hay estudios (1975).
Los incendios fueron especialmente graves en Europa durante el mes de julio, cuando centenares de fuegos ardían simultáneamente en Portugal, Francia, España, Grecia y Croacia, con decenas de miles de personas evacuadas. En España, por ejemplo, hasta el 28 de agosto se habían llevado a cabo “evacuaciones preventivas” en 86 incendios, que obligaron a salir de sus casas casi con lo puesto a 30.000 personas, un tercio de ellas en Castilla y León, la comunidad autónoma con menos densidad de población. Y el peor de todos los incendios, el de Losacio, que ha estado a punto de superar las 34.290 hectáreas afectadas en el que, de momento, es el peor incendio de la historia: el que arrasó Minas de Río Tinto (Huelva) en 2004.