Dimite el secretario de Organización de Ciudadanos tras el manifiesto de los críticos
Borja González, policía nacional de profesión, llevaba dos años y medio en el cargo tras relevar a Fran Hervías
El secretario de Organización de Ciudadanos, Borja González (Bilbao, 1977), ha dimitido este jueves de su cargo en el partido, cuatro días después de que una treintena de miembros de la formación publicasen un manifiesto en el que pedían el cese de la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, y la convocatoria de una asamblea extraordinaria inminente. González manifestó en el Consejo General de principios de julio,...
El secretario de Organización de Ciudadanos, Borja González (Bilbao, 1977), ha dimitido este jueves de su cargo en el partido, cuatro días después de que una treintena de miembros de la formación publicasen un manifiesto en el que pedían el cese de la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, y la convocatoria de una asamblea extraordinaria inminente. González manifestó en el Consejo General de principios de julio, el mismo día en que Arrimadas presentó al equipo del G-8 que lidera el proceso de refundación, su posición favorable ante la celebración de una asamblea. “He acordado con Inés Arrimadas que en esta nueva etapa de refundación que afrontamos lo mejor para el proyecto es que sea otra persona la que se haga cargo de la labor que ahora necesita el partido”, ha afirmado González en su carta de despedida.
González, policía nacional de profesión, llevaba dos años y medio al frente de la secretaría de Organización del partido y formaba parte de la ejecutiva permanente, el núcleo duro de Arrimadas. Con anterioridad ostentó el mismo cargo pero en el País Vasco, donde ejercía como policía nacional. También era el responsable del área de Jóvenes de Cs. Según su entorno, la dimisión ha sido por iniciativa propia al no comulgar con algunas decisiones de Arrimadas, a la que comunicó la necesidad de convocar una asamblea extraordinaria. La renuncia se ha precipitado, además, en una semana en la que la dirección ha sido golpeada por la plataforma rebelde SomosCs, que pide precisamente la dimisión de la Ejecutiva en bloque y la convocatoria del cónclave.
El manifiesto crítico ha sido suscrito por medio millar de afiliados del partido, entre los que se incluyen ocho diputados autonómicos, como el parlamentario en las Cortes de Aragón Carlos Ortas. Ortas era hasta este martes también secretario de Acción institucional de Aragón y fue destituido por sumarse al motín de SomosCs, aunque continuará como diputado. Su cese como secretario de Acción Institucional ha removido toda la organización de Ciudadanos en Aragón, donde varios cargos orgánicos han dimitido posteriormente por su destitución. Borja González era, hasta ahora, el responsable de la estructura orgánica y, desde que relevó a Fran Hervías en el cargo, ha tenido que ejercer como apafuegos del partido de rebelión en rebelión por todos los territorios, sobre todo tras los abandonos de cargos que han dejado Ciudadanos pero se han aferrado al acta.
“Estos años han sido muy difíciles para nosotros por muchos motivos. A pesar de ello hemos seguido trabajando y remando en una misma dirección cuyo único objetivo es el de construir una España más libre y mejor”, añade González en su carta. La creación del grupo G-8, integrado por ocho dirigentes de Ciudadanos que pilotan el proceso de refundación, suscitó las críticas de otros miembros de la cúpula por suponer “una ejecutiva paralela” a los órganos refrendados por la militancia, según varios dirigentes. Arrimadas ha reaccionado en la red social Twitter a la salida de González: “Muchas gracias por tu trabajo, lealtad y dedicación, Borja. Puedes estar muy orgulloso, yo lo estoy de haberte tenido en el equipo y de compartir proyecto con personas como tú”.
La decisión de González es un nuevo mazazo para el partido, que aún no se ha recuperado del golpe que supuso el manifiesto de SomosCs, el lunes, que sigue sumando firmas con el paso de los días. Una dimisión como la del secretario de Organización, en medio del proceso de refundación, tergiversa la estrategia de Arrimadas, que pretende dejar para enero el cambio o no de los líderes de Cs, según decidan los afiliados en el proceso de escucha activa. La dirección no ha confirmado que en enero haya asamblea extraordinaria, aunque tampoco lo descarta. Fuentes del entorno de la presidencia insisten en que no está entre sus planes dimitir por ahora.