Los voluntarios que lideran la refundación de Cs: “Queremos que vuelva el Ciudadanos original”
El equipo de trabajo ha iniciado esta semana las primeras reuniones del partido para el desarrollo del proceso
Tienen profesiones diferentes, edades dispares y viven en distintos puntos de España, pero a los cuatro les une la misma motivación: reflotar un partido que se encuentra al borde del abismo. Hace tres semanas, Ciudadanos ofreció a sus afiliados la posibilidad de presentarse como voluntarios para colaborar activamente en el proceso de refundación del partido, y canalizar el flujo de ideas de los 2.000 simpatizantes que se han sumado a la escucha activa. Sonia Reina (54 años), Pedro C...
Tienen profesiones diferentes, edades dispares y viven en distintos puntos de España, pero a los cuatro les une la misma motivación: reflotar un partido que se encuentra al borde del abismo. Hace tres semanas, Ciudadanos ofreció a sus afiliados la posibilidad de presentarse como voluntarios para colaborar activamente en el proceso de refundación del partido, y canalizar el flujo de ideas de los 2.000 simpatizantes que se han sumado a la escucha activa. Sonia Reina (54 años), Pedro Cintero (57), Tomás Martín (44) y José González (27) acudieron a la llamada. Como ellos, unos 150 militantes han sido designados para liderar los grupos de trabajo en los que se debate cómo reflotar Ciudadanos. Y esta semana han tenido las primeras reuniones para ponerse manos a la obra. EL PAÍS reúne a estos cuatro simpatizantes en un debate telemático en el que reflexionan sobre el papel que juegan en esta nueva etapa.
“Yo entiendo la refundación como una vuelta a los orígenes”, sostiene Tomás Martín, carpintero y concejal en Íscar (Valladolid), que recuerda con nostalgia los tiempos en los que el exlíder Albert Rivera empezaba a hacer campaña desde Cataluña. Los cuatro afiliados entienden que el partido necesita orientar su plan de comunicación hacia mensajes claros y concisos. Y quieren que ese mensaje se centre en los principios que en el pasado auparon a Cs: “lucha contra el nacionalismo, contra la corrupción, contra el bipartidismo y defensa de los valores liberales”.
Los cuatro debaten con una pasión sorprendente sobre los problemas de un partido que parece condenado a morir; que lleva meses desangrándose, tanto en número de votos como de afiliados; y que acumula una ristra de abandonos de cargos orgánicos. Una crisis que ha llevado a la dirección actual, con Inés Arrimadas como presidenta, a impulsar la refundación del partido. Son conscientes de los “errores” del pasado, de que la militancia no ha sido escuchada y de que la estructura se construyó de arriba hacia abajo, lo que ha precipitado “un castillo de naipes con pies de barro”. También de lo difícil que supone atraer a los electores hacia una formación que tiene la etiqueta de “perdedor” o “muerto”. Pero, aún así, apuestan por campañas electorales bajo una premisa más que optimista. “Hay que salir a ganar. No podemos presentarnos como la muleta de nadie”, sentencia José González, graduado en Derecho, con máster en abogacía y que realiza prácticas en un despacho en Madrid.
En cuanto a la necesidad de cambiar de nombre, color y dirección, asuntos que se han puesto sobre la mesa en el debate sobre la refundación, y que serán sometidos a refrendo de las bases —si lo pide la militancia cuando acabe el proceso, a finales de año—, no todos opinan lo mismo. González pide una revolución en todos los sentidos. Pedro Cintero, empresario y concejal de Linares (Jaén), cree que Arrimadas está capacitada para pilotar el proceso, pero también desea que el partido deje atrás el naranja y la marca Ciudadanos, y lo ejemplifica así: “Hay marcas que han lanzado algún modelo de coche para un nicho de mercado amplio que estaba sin cubrir. Ese modelo no ha cumplido la expectativas y han tenido que retirarlo del mercado sustituyéndolo por otro igual, pero con un diseño y nombres distintos, y así sí ha cubierto las expectativas”.
Para Sonia Reina, secretaria provincial de Comunicación de Barcelona, el sentimiento es distinto. En su caso, argumenta que la marca Ciutadans está muy arraigada en Cataluña por “la lucha contra el nacionalismo”. Si llegado el momento se decide un cambio de marca a nivel nacional —a Liberales, como sugieren sus compañeros— Reina pide mantener de alguna forma la identidad de Ciutadans. Fuentes del partido en Cataluña defienden la misma idea y así se lo han hecho saber a la dirección en las reuniones que han mantenido los cargos orgánicos desde que arrancó el proceso de refundación a principios de julio.
Ciudadanos no desaparece, sino que se transforma”Sonia Reina, voluntaria del proceso de refundación
“Ciudadanos no desaparece, sino que se transforma”. Esta frase de Reina sintetiza el sentir común de los cuatro afiliados durante el debate. Todos quieren un partido que ocupe el espacio liberal que, a su juicio, tiene cabida en el tablero político, pero que necesita de un lavado de cara en todos los sentidos. Los cinco grupos de trabajo —funcionamiento orgánico; libertades, modelo territorial y regeneración democrática; políticas económicas, energía y digitalización; políticas sociales y medio ambiente, y Europa y asuntos exteriores— en los que la organización ha dividido a los 2.000 afiliados se centrarán a partir de ahora en “dar con la tecla” que dé la vuelta a la tortilla. Los cuatro son responsables de alguna de estás áreas en sus respectivos territorios.
Después de las reuniones telemáticas que han mantenido durante el verano, los voluntarios empezarán a juntarse presencialmente en septiembre. Además, los líderes del G-8 —los ocho dirigentes que lideran la refundación— preparan una gira por los territorios para recabar sus opiniones. Reina, Martín, Cintero y González confían en ser escuchados y en que a partir de ahora la dirección mirará hacia las bases. Las elecciones del año que viene darán cuenta del resultado.