Los equilibrios de Feijóo en las votaciones para no perder el perfil de político de Estado

Desde que llegó a la presidencia del PP, el líder conservador ha ordenado rechazar o abstenerse en los cuatro decretos de mayor calado político, mientras ha votado a favor de los ocho restantes

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, conversa con unas mujeres tras recorrer un tramo del Camino de Santiago a su paso por Pontevedra, este jueves.Salvador Sas (EFE)

Alberto Núñez Feijóo no quiere ser el líder del no a todo como su predecesor Pablo Casado. El presidente del PP sabe que debe cultivar el perfil de político de Estado para sus expectativas electorales, como reconocen fuentes populares. El Gobierno también lo sabe y por eso busca desgastarle acusándolo de bloquear todo. Pero Feijóo no se lo va a poner tan fácil. La fotografía de las votaciones del PP en el Congreso de los Diputados es un fiel reflejo de la estrategia de Feijóo para evitar que el Gobierno pueda encasillarle en el no. Desde que llegó a la presidencia del PP, el líder popul...

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Alberto Núñez Feijóo no quiere ser el líder del no a todo como su predecesor Pablo Casado. El presidente del PP sabe que debe cultivar el perfil de político de Estado para sus expectativas electorales, como reconocen fuentes populares. El Gobierno también lo sabe y por eso busca desgastarle acusándolo de bloquear todo. Pero Feijóo no se lo va a poner tan fácil. La fotografía de las votaciones del PP en el Congreso de los Diputados es un fiel reflejo de la estrategia de Feijóo para evitar que el Gobierno pueda encasillarle en el no. Desde que llegó a la presidencia del PP, el líder popular ha ordenado rechazar dos de los cuatro decretos de mayor calado político, y abstenerse en los otros dos. En paralelo, ha votado a favor de los ocho decretos restantes de menor relieve. Pleno a pleno, el PP hace los mismos equilibrios, como en el de este jueves. Feijóo decidió rechazar el decreto más importante, el destinado al ahorro energético, pero al mismo tiempo votó a favor de los otros dos decretos que se convalidaban, que incluían medidas para los autónomos y contra los incendios forestales. Del no a todo al no equilibrista.

La estrategia tampoco es nueva; todo está inventado en política. Los veteranos del PP la recitan de carrerilla. “Hay que jugar a oposición y a Gobierno”, resume uno de ellos. Es decir, no basta con ser el partido protesta que critica todo lo que hace el Ejecutivo ―eso ya lo es Vox―, sino que el PP tiene que presentarse como alternativa. “Una de las principales fortalezas de Feijóo es su buena imagen, de hombre de Estado, pero él tiene que alimentar esa fortaleza porque queda mucho para las elecciones generales y no va a poder llegar viviendo de las rentas”, analiza este veterano. “Un líder presidenciable no está solo a quejarse, sino que tiene que presentar propuestas y ser capaz de llegar a acuerdos. O, al menos, que parezca que quiere llegar a acuerdos”.

Lo ocurrido este jueves con el decreto energético es un ejemplo de que Feijóo sigue fielmente esa estrategia. Mientras los diputados del PP votaban que no a unas medidas de ahorro de energía por las que Bruselas ha felicitado a España, el líder popular ofrecía a Pedro Sánchez negociar un nuevo plan. Un no revestido de un ofrecimiento a nuevos acuerdos, que se encargaron de resaltar tanto Feijóo como Cuca Gamarra desde la tribuna del Congreso. “Somos y seguimos siendo el partido que votamos que sí a los intereses de España y no a los intereses de Sánchez, que son cosas distintas”, argumentó el líder popular. “Estábamos dispuestos a negociar con el Gobierno medidas de ahorro serias ante el desafío que afrontamos”, dijo Gamarra en el Pleno. De forma paradójica, el PP cuenta a veces con la ayuda del propio Gobierno para desarrollar esa estrategia. La Moncloa tampoco le suele poner en el brete de tener que negociar de verdad, salvo en algunas ocasiones ―que es cierto que tampoco prosperan―. El PP se queja de que el Ejecutivo ni siquiera levantó el teléfono para buscar su apoyo a las medidas de ahorro energético. Según fuentes populares, a Sánchez tampoco le interesa. El presidente prefiere, creen en el PP, empujar a Feijóo al no y evitar los problemas con sus socios de investidura.

Un análisis al resultado de las votaciones del PP desde que Feijóo llegó a la presidencia del partido demuestra ese juego de equilibrios. Desde el mes de abril, el Gobierno ha convalidado 12 reales decretos, de los cuales cuatro eran de mayor calado político. En los de este grupo Feijóo ha basculado entre el no y la abstención, dependiendo también de si el Ejecutivo tenía asegurada o no la convalidación. Ordenó votar en contra del primer decreto con medidas económicas para paliar las consecuencias de la guerra y abstenerse en el que le siguió ampliando esas medidas. En los otros dos decretos de relieve siguió el mismo esquema: se abstuvo en el decreto que buscaba paliar la subida de la electricidad y se ha opuesto en el aprobado este jueves para ahorrar energía. En paralelo, el PP ha votado a favor de ocho decretos de menos impacto político, como uno con medidas hipotecarias, otro sobre el personal estatutario de salud u otro sobre contratación en el sistema español de ciencia. En contra de lo que proclama el Gobierno, Feijóo no está instalado en el no a todo. Selecciona.

Pero hay un elemento que empaña esta estrategia del líder del PP: el Consejo General del Poder Judicial. Cuatro meses después de su salto a la política nacional, Feijóo no ha logrado pactar con el Gobierno la renovación de los jueces. En este punto sigue la estela de Casado. En la cúpula popular aseguran que sí quieren llegar a un acuerdo, pero los puentes han vuelto a saltar por los aires en agosto, con la revelación por EL PAÍS del pacto secreto que el Ejecutivo tenía con la anterior dirección del PP y que Feijóo sostiene que ni conocía ni acepta.

Feijóo inicia el curso con ese desencuentro del Poder Judicial y con un nuevo rechazo a las políticas del Gobierno, en este caso ante la crisis de la energía. Sin embargo, el líder popular ha decidido no presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la norma, como sí hará la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Vox se sumó este jueves al recurso. En cambio, la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla ha rechazado seguir ese camino, poniendo de relieve otra vez las distintas almas del PP. Entre ellas nada Feijóo, experto en equilibrios.

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