El viento complica el incendio de Vall d’Ebo, que sigue sin control
La superficie afectada de 9.500 hectáreas aumentará en las próximas horas. Las llamas en Bejís, en el sur de Castellón, obliga a desalojar a a sus 400 habitantes, al igual que sucede en los municipios próximos de Toràs y Teresa
Las llamas no dan tregua en la Comunidad Valenciana. El incendio forestal de Vall d’Ebo, en el noreste de Alicante —que ha quemado ya 9.500 hectáreas en un perímetro de 65 kilómetros y que ha forzado el desalojo de 1.500 vecinos― sigue muy activo y las previsiones de vientos “erráticos” complican su extinción. Otro incendio en Bejís, en el sur de Castellón, ha obligado a desplegar 20 medios aéreos, procedentes de la Generalitat, del Gobierno, y de otras comu...
Las llamas no dan tregua en la Comunidad Valenciana. El incendio forestal de Vall d’Ebo, en el noreste de Alicante —que ha quemado ya 9.500 hectáreas en un perímetro de 65 kilómetros y que ha forzado el desalojo de 1.500 vecinos― sigue muy activo y las previsiones de vientos “erráticos” complican su extinción. Otro incendio en Bejís, en el sur de Castellón, ha obligado a desplegar 20 medios aéreos, procedentes de la Generalitat, del Gobierno, y de otras comunidades como Castilla La Mancha, Murcia y Aragón. Su perímetro es de 20 kilómetros y ha afectado a 670 hectáreas de una zona de alto valor ecológico, según ha explicado la consejera de Interior de la Comunidad Valenciana, Gabriela Bravo. Tanto este municipio, de unos 400 habitantes; como la localidad próxima de Toràs, con alrededor de 250 vecinos, y la de Teresa, con 245 censados, han tenido que ser desalojados esta tarde por el avance del fuego.
El fuego ha obligado a cortar la carretera CV-712, que une Vall d’Ebo con Pego, y durante la mañana se ha desalojado el municipio de Benimassot, con 96 vecinos censados. La mayoría de la población afectada se está reubicando por sus propios medios. Solo 20 realojados han pernoctado esta noche en los albergues provisionales de Cruz Roja instalados en Pego y Muro de Alcoi, según datos de esta organización. Parte de la superficie afectada en Alicante ya se había quemado en 2015, aunque había lugares que ya se habían recuperado. En las labores de extinción trabajan una veintena de medios aéreos y más de 300 personas, entre Bomberos de la Diputación alicantina, de la Generalitat Valenciana, brigadas forestales del Gobierno, y efectivos de la UME.
La consejera de Interior del Gobierno valenciano ha destacado a primera hora de la mañana en la Cadena Ser que el aumento de la humedad en Vall d’Ebo había ayudado a refrescar la zona, aunque el reparto de esa humedad, en un perímetro de 65 kilómetros, no ha sido proporcional. A pesar de ello, la situación sigue siendo, según Bravo, “muy preocupante” al ser un fuego de gran complejidad por la orografía de la zona y por la cantidad de humo.
Junto a este incendio de Alicante, se han producido, casi de forma simultánea, otros tres que han obligado a derivar medios: en Calles (Valencia), controlado este lunes; Les Useres (Castellón, con 800 hectáreas afectadas y ya estabilizado); y Bejís, que se mantiene en una situación “extremadamente complicada”. En el incendio de Bejís han trabajado durante la noche hasta 200 efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón, la Generalitat y la UME. Además del desalojo de varios municipios de la zona, las llamas han obligado también a cortar el tramo de la carretera CV-235 entre Bejís y Teresa. En total, siete vías de la Comunidad Valenciana permanecen cortadas en distintos puntos de la comunidad. También hay una docena de heridos en un tren afectado por el fuego, que están siendo atendidos. Tres de ellos se encuentran estado grave por quemaduras. Uno ha sido trasladado en helicóptero al hospital de La Fe de Valencia y los otros dos por el Servicio de Asistencia Médica de Urgencias (SAMU), uno también a La Fe y otro al hospital Clínic. Otra persona con quemaduras menos graves ha sido derivada a Sagunt. “Lo importante ahora son las personas y hacer caso a las autoridades”, ha indicado el presidente. El nivel de pre-emergencia por riesgo de incendios forestales es extremo en toda la Comunidad Valenciana, salvo en el litoral de Castellón, que es bajo.
El avance, desde distinto puntos, de los incendios forestales registrados en la comunidad, ha llevado al servicio de bomberos adscrito a la Generalitat Valenciana a emitir un comunicado en el que se pide a los efectivos que estén disfrutando de sus vacaciones o de días de descanso, si así lo estiman oportuno, que se incorporen a las operaciones de manera voluntaria “ante la situación extraordinaria de simultaneidad” de los incendios.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha garantizado esta mañana que los municipios afectados por las llamas contarán con ayudas para “recuperar y relanzar” los terrenos calcinados. Puig ha viajado por la tarde a la zona afectada, y ha informado, desde Viver —localidad próxima a Bejís—, de que dos bomberos han resultado heridos en el incendio de Bejís. A las tres de la tarde se ha producido un cambio de dirección en el viento que ha echado por tierra toda la estrategia para la extinción del incendio. De hecho, el puesto de mando avanzado estaba ubicado en Bejís, y se ha trasladado a Viver, donde se espera que las condiciones meteorológicas cambien este miércoles y permitan la contención de las llamas.
Moncayo, en situación favorable
El otro gran incendio del pasado fin de semana, el de Añón del Moncayo (Zaragoza), se mantiene en situación favorable, una vez estabilizado y se han retirado los medios del Ministerio de Transición Ecológica y las comunidades autónomas, así como una sección de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Todos los vecinos evacuados por el incendio de Aragón, salvo los de la pedanía del Santuario de la Misericordia, ya tienen permiso para regresar a sus viviendas, según ha informado el Gobierno autonómico.