Macarena Olona deja la política “por razones médicas”
El anuncio de la dirigente de Vox coincide con tensiones por el poder del partido ultra en Andalucía
“Vengo a hacer una oposición con la mejor de mis sonrisas”. Esa fue la declaración de intenciones con la que Macarena Olona (Alicante, 43 años) se estrenó como diputada del Parlamento andaluz hace solo dos semanas, el 14 de julio. La Cámara autónoma se quedará sin asistir al cambio de registro de la dirigente de Vox, después de que este viernes anunciara que deja la política y, por tanto, el partido ultraderechista, “por razones médicas ajenas” a su voluntad, según ha comunicado a través de una carta divulgada en...
“Vengo a hacer una oposición con la mejor de mis sonrisas”. Esa fue la declaración de intenciones con la que Macarena Olona (Alicante, 43 años) se estrenó como diputada del Parlamento andaluz hace solo dos semanas, el 14 de julio. La Cámara autónoma se quedará sin asistir al cambio de registro de la dirigente de Vox, después de que este viernes anunciara que deja la política y, por tanto, el partido ultraderechista, “por razones médicas ajenas” a su voluntad, según ha comunicado a través de una carta divulgada en sus redes sociales.
Olona ha trasladado su decisión al líder de la formación, Santiago Abascal, a quien le ha dicho que, aunque su intención era seguir en la política, “la salud no entiende de compromisos” y que ahora debe afrontar “un importante reto personal, por prescripción médica, incompatible con la exposición mediática y la entrega que Andalucía merece y exigiría” como portavoz y líder del partido en la comunidad. Su intención es regresar a su puesto en la Abogacía del Estado. La ya exdirigente de Vox no ha explicado qué problema de salud ha determinado su abandono por sorpresa.
La política explica en la carta, divulgada en Twitter junto a una foto en la que se la ve abrazada a Abascal, que logró acabar con dificultad la campaña electoral de las andaluzas, donde su formación obtuvo 14 parlamentarios (dos más que la anterior legislatura) y quedó fuera de la posibilidad de acceder al Gobierno de la Junta. Olona explica que solo pudo acabar dicha campaña gracias “al esfuerzo de todo el partido para hacerlo posible”, adaptándose, dice, a sus “necesidades y protegiendo” su intimidad.
Santiago Abascal ha agradecido su trabajo a la ya exdirigente, al tiempo que ha dejado la puerta abierta para que regrese al partido cuando quiera. “Solo puedo tener palabras de gratitud para Macarena Olona. Estoy seguro de que el gran servicio que ha prestado a Vox y a España no es nada al lado del que prestará en el futuro. En esta casa, que es la suya, siempre tendrá las puertas abiertas”.
Macarena Olona recaló en Andalucía con las credenciales de ser el azote de Vox al Gobierno en el Congreso, a través de intervenciones muy duras e incluso descalificaciones personales. Era una de las caras más populares del partido y fue la baza que la dirección nacional quiso jugar en esta comunidad para seguir la senda alcanzada en Castilla y León y entrar también en el Gobierno de la Junta. Pero su marcha a Andalucía también fue una puerta de salida marcada por parte del núcleo fundacional del partido, al que Olona nunca perteneció y donde, según aseguran fuentes cercanas a la formación, empezaba a incomodar su excesivo protagonismo dentro de la política nacional. Las razones médicas alegadas por Olona para anunciar su renuncia a su escaño no ocultan la “lucha política” que en realidad subyace entre la candidata a la Junta y la dirección nacional, según esas mismas fuentes.
En el poco tiempo que lleva en el Parlamento andaluz —ha asistido solo a dos plenos: el de la constitución de la Cámara y el de la elección de senadores autonómicos― Olona no ha ocultado que se encontraba “sola” y que no conocía “a nadie”, ni siquiera a los cabezas de lista de su propio partido, nombrados directamente por la dirección nacional.
Las fuentes consultadas señalan que el resorte que ha hecho que Olona anunciara su marcha de la política fue precisamente la elección del senador por designación autonómica que corresponde a Vox. Olona propuso desde el primer momento a Jacobo González-Robatto, que ya ocupó este puesto en la anterior legislatura y ha sido su jefe de campaña. Ella misma anunció esa decisión en un vídeo grabado por su responsable de prensa, Álvaro Zancajo, en uno de los patios del Parlamento, pese a que desde el equipo de Abascal se le advirtió, según esas mismas fuentes, de que la decisión no estaba tomada.
Aunque Vox tenía que proponer a una mujer para el puesto —cumpliendo las normas de paridad del Parlamento― no se contó con la opinión de la hasta ahora portavoz del grupo para designar a la persona que finalmente ha sido elegida: María José Rodríguez de Millán, número dos de la lista por Córdoba y que no sacó el escaño. Esta propuesta se achaca directamente a una decisión “personal” del presidente del grupo y del sindicato Solidaridad, creado por Vox, Rodrigo Alonso.
Una vez que se ha producido su marcha, también empiezan a aflorar las críticas a la campaña que desplegó en las pasadas elecciones andaluzas. Desde Madrid se le dio la orden “de que abandonara la parodia andaluza” y centrara su discurso en aspectos relacionados con la gestión y un discurso identificado con la marca del partido de ultraderecha. Según las fuentes consultadas, Olona hizo caso omiso y acudió a la Feria de Sevilla vestida de flamenca.
Aunque desde el mismo 19-J se especuló con que Olona no duraría mucho en el Parlamento andaluz, dado que su partido pasaba a tener una posición irrelevante en la política de esta Comunidad, fuentes cercanas a la ya exdirigente de Vox han confirmado a este diario que ya tenía vivienda alquilada en Sevilla y había matriculado a su hijo en un colegio de la capital hispalense para el próximo curso escolar, por lo que no parecía que a corto plazo fuera a renunciar a su cargo.
Olona había ido perdiendo peso e influencia dentro del núcleo duro de Vox desde que su partido decidió proponerla como candidata a las elecciones andaluzas. Un aislamiento que empezó a hacerse visible el mismo 20 de junio cuando Abascal, que estaba en el mismo hotel en el que ella se dirigió a los medios de comunicación, decidió no acompañarla. En la comunidad ni siquiera era la interlocutora con el Gobierno de la Junta. Así se lo habían transmitido desde la dirección nacional de Vox a destacados responsables del PP, según afirman fuentes populares. Estos medios señalan que incluso le habían dado los nombres de las personas señaladas desde Madrid para abordar el día a día en la Cámara autonómica: el presidente del grupo, Rodrigo Alonso, y los portavoces adjuntos, Javier Cortés y Manuel Gavira. El PP también tenía claro que la orden de Abascal a los suyos es que la posible negociación de las leyes que remita el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno al Parlamento se discutían en Madrid.
Dimisiones en la cúpula de Jaén y Granada
La de Olona es la última de las bajas en cargos de responsabilidad de Vox en la comunidad. Antes, el 20 de julio, el presidente de la formación en Jaén y diputado regional por esa provincia, Benito Morillo, justificaba en un comunicado del partido que renunciaba al primero de los cargos para “asumir nuevas responsabilidades en el grupo parlamentario de Vox en Andalucía”.
El jueves, el presidente de Vox en Granada, Manuel Martín, propietario también de la vivienda de Salobreña donde se empadronó Olona, anunció su dimisión motivada por la sentencia que anulaba el proceso de primarias en el que él —avalado por la dirección nacional— fue elegido. Martín señaló a este diario que había recibido un mensaje muy afectuoso por parte de Olona cuando esta conoció su decisión.