Juan Manuel Moreno exhibe su poderío a pie de calle en su toma de posesión
Todos los barones, Alberto Núñez Feijóo, Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría arropan al presidente de la Junta de Andalucía
El acto de la toma de posesión de Juan Manuel Moreno como presidente de la Junta de Andalucía, celebrado este sábado en Sevilla, parecía como el anuncio de la Cruzcampo, pero sin Lola Flores. “¿Tú sabes por qué a mí se me entendió en todo el mundo? Por el acento”, hacen decir a la enorme jerezana en un spot que para los promotores del llamado nuevo andalucismo, un movimiento político de izquierdas que bebe de la cultura, es todo un icono. Moreno tiene aú...
El acto de la toma de posesión de Juan Manuel Moreno como presidente de la Junta de Andalucía, celebrado este sábado en Sevilla, parecía como el anuncio de la Cruzcampo, pero sin Lola Flores. “¿Tú sabes por qué a mí se me entendió en todo el mundo? Por el acento”, hacen decir a la enorme jerezana en un spot que para los promotores del llamado nuevo andalucismo, un movimiento político de izquierdas que bebe de la cultura, es todo un icono. Moreno tiene aún sus cinco sentidos afinados porque solo lleva tres años y medio al frente de la comunidad más poblada de España y oye el runrún de la calle, esa que le aplaude cuando va a un restaurante, que le llama Juanma, la que persigue un selfi con él. Todo esto se tradujo el pasado 19 de junio, fecha de las elecciones andaluzas, en una mayoría absoluta de 58 de los 109 escaños del Parlamento andaluz conseguida a base de cercanía, falta de errores, normalidad e incomparecencia del contrario.
Antes de que la burbuja empiece a perder aire, Moreno todavía se puede permitir el lujo para un político de celebrar su toma de posesión en plena calle. Sin que se escuche ni un solo grito en contra. En concreto, eligió la avenida de Roma de la ciudad de Sevilla, donde se encuentra el palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta. La fachada barroca del imponente edificio fue el escenario en el que estaban Moreno y 600 personas más para la segunda toma de posesión del presidente andaluz. Nunca un acto de este tipo había salido de las sedes oficiales. Hacía 28 años que no se celebrada en el no menos imponente Hospital de las Cinco Llagas, la casa del Parlamento de Andalucía.
Moreno no citó exactamente las mismas palabras de Lola Flores, pero casi. “Los jóvenes andaluces son protagonistas en la recuperación de este andalucismo orgulloso. Las nuevas generaciones nos muestran con frescura, ingenio y libertad que hay una nueva Andalucía que investiga, crea, innova, cuida, enseña e influye y lo hace en andaluz, con el poderío y la riqueza de nuestro acento”, ha dicho en un acto que empezó a las 9.30 de la mañana, cuando aún la temperatura no se empeñaba en batir récord. Citó a Carlos Cano, este sí de Graná, y autor de una murga que describe una situación subdesarrollada de Andalucía que aún perdura en muchas zonas.” “Andalucía es un proyecto de vida en el que se puede ser feliz”, escribió el cantautor y replicó el presidente andaluz. Explicó que había elegido la calle para tomar posesión porque quiere demostrar una “presidencia abierta y accesible, cerca de los andaluces”.
Moreno es consciente de que esta legislatura no será igual que la pasada. Vienen momentos de “incertidumbres y no hay varitas mágicas”, ha dicho. Apenas hizo referencia a la relación con el Gobierno central, salvo para reiterar que alzará “la voz alta y clara en defensa de los andaluces”.
El acto de toma de posesión fue la visualización del poder autonómico del PP. Acudieron todos los presidentes regionales de este partido —la madrileña Isabel Díaz Ayuso, el murciano Fernando López Miras, el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco, el gallego Alfonso Rueda y el ceutí Juan Jesús Vivas—; el presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo; el expresidente Mariano Rajoy, quien designó con su dedo a Moreno para liderar el PP andaluz; y la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
Por parte del Gobierno central acudió solo el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien apeló a mantener la “cogobernanza útil como en la pandemia”. También prometió “mano tendida” del Ejecutivo de Pedro Sánchez y reclamó “colaboración leal” a la Junta de Andalucía.
Moreno tiene previsto empezar a componer su próximo Gobierno a partir del mediodía del domingo desde su despacho en San Telmo. Nada se sabe aún, porque él mismo reconoce que no ha hecho todavía ninguna llamada. Le preocupa que nombres independientes que tiene apuntados en su libreta rechacen asumir un puesto de responsabilidad en la Junta por la exposición pública a la que todos los gobernantes se someten y también porque los salarios públicos no pueden a veces competir con los privados.
Pero su mayor inquietud procede por la situación económicas. Moreno se resiste a hablar en público de “recesión”, porque como dijo en el debate de investidura esa palabra genera “pesimismo social”. Fuentes próximas señalan que “no vienen vientos de cola” y se lamentan con ironía de que no tendrá la suerte de Manuel Chaves, el presidente andaluz más longevo y que estuvo 19 años al frente de la Junta.
Salvo la expresidenta Susana Díaz, los antecesores de Moreno no acudieron al acto. Chaves y José Antonio Griñán están pendientes del fallo definitivo del Tribunal Supremo por el caso de los ERE. Tampoco Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla asistieron.