Arrimadas descarta dimitir pero someterá la Ejecutiva de Ciudadanos a refrendo de las bases
El proceso de refundación se reduce a seis meses y contará con un equipo político coordinado por la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y con el diputado Guillermo Díaz como portavoz
La propuesta del proceso de refundación que la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha presentado a la ejecutiva ampliada en la mañana de este lunes, tras más de dos horas de reunión, ha logrado contener, de momento, las voces críticas de los cargos del partido que pedían su dimisión y la del resto de la directiva. “Los españoles se merecen que siga habiendo un partido político que sea imprescindible. Mi c...
La propuesta del proceso de refundación que la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha presentado a la ejecutiva ampliada en la mañana de este lunes, tras más de dos horas de reunión, ha logrado contener, de momento, las voces críticas de los cargos del partido que pedían su dimisión y la del resto de la directiva. “Los españoles se merecen que siga habiendo un partido político que sea imprescindible. Mi compromiso personal y el de mi equipo dura hasta que se haga esa refundación. A partir de ahí, serán los militantes los que vuelvan a refrendar, con su apoyo [a la dirección]”, ha subrayado Arrimadas, muy seria y visiblemente afectada, ante los miembros de la ejecutiva ampliada, tras más de horas de reunión, que algunos asistentes han calificado de “tensa” y “dura”.
El cónclave de la mañana era, a priori, el más fácil de los dos a los que se enfrentaba este lunes Arrimadas para afrontar la profunda crisis que atraviesa el partido. Tras el receso y con más de hora y media de retraso sobre la hora prevista, la presidenta de Ciudadanos ha intervenido en la sede del partido, en la calle de Alcalá (Madrid), ante los líderes de la formación para informar de las conclusiones, en una intervención que se ha podido seguir a través de YouTube, pero sin presencia de periodistas ni convocatoria de rueda de prensa y en la que ha descartado dimitir, por ahora. “Nosotros no vamos a ser un problema, ni yéndonos ni quedándonos”, ha subrayado Arrimadas, que ha anunciado que la dirección ha decidido acelerarar el “plan de ataque” que empezó a diseñar hace semanas. En principio, la idea era desarrollar la renovación del partido durante 12 meses, pero la “dolorosa” noche electoral del 19 junio en Andalucía ha provocado la renovación del partido sea ahora una “refundación” y que la hoja de ruta se haya reducido a un plazo de seis meses.
Al equipo de trabajo formado por una veintena de técnicos que estaba trazando el plan de ataque se suma ahora un grupo político que tendrá que “impulsar” una revolución en todos los sentidos. Su portavoz será el diputado nacional Guillermo Díaz —una de las figuras más visibles de Cs y uno de los hombres de confianza de Arrimadas— y con la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, como coordinadora política. Fuentes del partido apuntan a que la dirección habría otorgado a Villacís ese puesto para “aplacar” las aspiraciones de la vicealcaldesa. Completan el gabinete de crisis la alcaldesa de Ciudad Real, Eva Masías; el candidato de Santa Coloma, Dimas Grajera; el eurodiputado Adrián Vázquez; la coordinadora de Baleares, Patricia Guasp; la diputada y responsable del área Económica, María Muñoz, y el concejal del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes.
La presidenta del partido y los miembros del comité permanente —el núcleo duro de Cs— han planteado a la Ejecutiva ampliada su posible dimisión en bloque. Una dimisión que era la salida “más cómoda”, pero no la “más correcta”, ha dicho Arrimadas. Según ha revelado durante su intervención, la Ejecutiva le ha “pedido” continuar al frente del partido para llevar las riendas del proceso de refundación. Por contra, tras la reunión, dos de los miembros de la ejecutiva, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el exportavoz de Cs en la Asamblea de Madrid, César Zafra, han salido de la sede de Ciudadanos con gestos que indicaban que la reunión había sido tensa e incómoda para Arrimadas. “El debate ha sido duro, pero constructivo. Tiene que haber una catarsis”, ha señalado Villacís, nerviosa, en la puerta de la sede tras la primera de la reuniones.
La líder de Cs ha anunciado también la creación de cinco grupos de trabajo con afiliados que, como el proceso de refundación, acelerarán el intercambio de análisis e impresiones de cara a presentar las conclusiones el fin de semana del 17 de septiembre. También habrá un órgano “externo” formado por intelectuales, representantes económicos y expertos de fuera del partido que asesorarán al equipo político y al técnico. Arrimadas ha hecho hincapié en la necesidad de reforzar las bases locales para que sean los concejales, alcaldes y los candidatos a las elecciones municipales de 2023 quienes empiecen a impulsar, desde sus municipios, el reflote del partido.
Tras la reunión de la ejecutiva ampliada, la cúpula de la formación se ha enfrentado, por la tarde, al consejo general, en el que Arrimadas se ha visto las caras con algunos de los cargos orgánicos que habían pedido públicamente estos días tanto su dimisión como la del resto de la directiva. Entre los 125 consejeros hay diputados autonómicos, coordinadores provinciales, ediles o ex cargos orgánicos. Pero con todo el pastel repartido por la mañana, el cónclave de la tarde ha quedado muy descafeinado. Todas las fuentes consultadas vaticinaban una reunión “larga” y “calentita”, incluso dirigentes cercanos a Arrimadas, algo que finalmente no se ha producido. La reunión ha durado algo menos que la de la mañana. Solo han intervenido una decena de consejeros que han tomado la palabra. Se han demandado responsabilidades, pero no se ha pedido la cabeza de ningún dirigente en concreto. “Hay gente que ha criticado cosas, pero lo esperable”, afirma un alto cargo cercano a Arrimadas. “Ha sido muy decepcionante. Cómo van a refundar nada los mismos que se han cargado el partido”, lamenta un consejero crítico.