Los mejores oradores del Congreso
Los periodistas premian la retórica de la nueva política y eligen a Errejón por delante de Rufián, Arrimadas e Iceta
Hasta en las más sofocantes tardes de junio, cuentan las crónicas del siglo XIX, las tribunas del Congreso se abarrotaban de hombres y mujeres, emperifollados y sudorosos, para escuchar a Emilio Castelar. En el Parlamento del siglo XXI las tribunas nunca se llenan y de los discursos se extraen píldoras de 20 segundos para las redes sociales. “Hemos pasado de la lucha de clases a la lucha de frases”, ironizaba un ministro socialista el pasado martes, en la entrega de los premios anuales de la Asocia...
Hasta en las más sofocantes tardes de junio, cuentan las crónicas del siglo XIX, las tribunas del Congreso se abarrotaban de hombres y mujeres, emperifollados y sudorosos, para escuchar a Emilio Castelar. En el Parlamento del siglo XXI las tribunas nunca se llenan y de los discursos se extraen píldoras de 20 segundos para las redes sociales. “Hemos pasado de la lucha de clases a la lucha de frases”, ironizaba un ministro socialista el pasado martes, en la entrega de los premios anuales de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP); entre ellos, el que más ambicionan los diputados: el Castelar al mejor orador. El de 2021 se lo ha llevado Íñigo Errejón, por delante de Gabriel Rufián, Inés Arrimadas y Miquel Iceta.
Entre los más veteranos del Congreso es frecuente el lamento por la ausencia de grandes oradores. Al fin y al cabo, es una Cámara de novatos, en la que ―como recordó el martes la presidenta, Meritxell Batet― 220 de los 350 diputados se estrenaron hace tres años. “Es cierto que ya no quedan esos oradores de prosa brillante que se adornaban con citas”, comenta Anabel Díez, presidenta de la APP y conocedora como pocos del Congreso después de tres décadas cubriendo la información parlamentaria para EL PAÍS. “Ahora, sobre todo tras la llegada de la nueva política, se valoran más otras cosas, como los golpes de efecto o la rapidez en la réplica al adversario. Lo malo es que a veces se incurre en un coloquialismo excesivo para el viejo palacio de las Cortes”.
Hace décadas estaba prohibido leer discursos en el Parlamento. Hoy casi todos salen con su chuleta y por eso los periodistas valoran a los que prescinden de papeles, como los cuatro que los informadores seleccionaron para finalistas del Castelar, tres de ellos producto de la nueva política (Errejón, Arrimadas y Rufián) y uno más clásico, el ministro de Cultura, Miquel Iceta. Estas han sido algunas de sus intervenciones recientes más recordadas:
Errejón: brevedad obligada. Errejón se las tiene que arreglar con su escaso tiempo ―tres o cuatro minutos la mayoría de las veces― y su discurso al recibir el premio Castelar fue igual de escueto, con una reflexión final: “Se habla mucho de las escuelas de oratoria, pero lo fundamental es que creas lo que estás diciendo”. Con esa fuerza de convicción arrancó el líder de Más País, en febrero de 2021, un infrecuente aplauso de las bancadas socialista y de Unidas Podemos. Errejón concluyó así su réplica a un discurso enardecido contra la inmigración de la diputada de Vox Rocío de Meer:
“En el momento en el que más falta hace la solidaridad, arrimar el hombro, cooperar, resulta que unos señoritos malcriados vienen a azuzar el odio contra los que lo están pasando peor (…) Usted, señora De Meer, insultó a muchos barrios populares de nuestro país llamándoles estercoleros multiculturales. A mí, después de escucharla, me queda claro que, por muchos millones que les legaran sus abuelos, por muchas casas que les dejaran en herencia, por muchos apellidos compuestos, ustedes son un estercolero moral”.
Otro Rufián. El portavoz de ERC ya no es el enfant terrible que llegó al Congreso. Sin perder del todo su estilo tuitero ―ganó el premio al diputado 2.0―, hasta en la derecha le reconocen sus cualidades en la tribuna. El pasado marzo obtuvo mucho eco con esta intervención ante Pedro Sánchez:
“A la izquierda no nos entiende nadie, no nos sabemos explicar, hablamos de temas que no le interesan a nadie. ¡Es duro, eh, es duro! ¿Saben qué le interesa a la gente? Que la luz ha subido un 80% el último año, que el butano ha subido un 33% y que la gasolina ha subido un 30%. Señorías de izquierdas, yo también estoy harto y me incluyo. Tenemos que dejar de militar exclusivamente en la moral y tenemos que empezar a militar en la utilidad”.
Eficaz Arrimadas. “No es brillante, pero es eficaz”, dice de la líder de Ciudadanos un rival socialista. Se luce mucho cuando su objetivo es el bipartidismo, como en el debate de Presupuestos de noviembre de 2021, en su réplica a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero:
“Usted habría hecho el mismo discurso que ha hecho el señor Casado si ellos gobernaran y el señor Casado habría hecho el mismo discurso que usted si gobernaran ellos. ¡Porque llevan haciendo lo mismo durante 40 años! ¿Saben ustedes, ciudadanos españoles y señorías, que en 40 años el PSOE siempre ha presentado una enmienda a la totalidad a los presupuestos del PP y que en 40 años el PP siempre ha presentado una enmienda a la totalidad a los presupuestos del PSOE? ¿Por qué hacen este teatrillo?”
El humor de Iceta. El ministro de Cultura no es diputado y se prodiga menos en el Congreso desde que abandonó el Ministerio de Política Territorial. Aun así, ha dejado huella en debates como uno con Rufián en febrero de 2021. El portavoz de ERC se declaró muy honrado de medirse a un político de tanta experiencia como Iceta: “Yo iba al colegio y usted estaba en el atril de una institución”, le dijo. Iceta le retrucó con una de sus armas predilectas, la autoironía: “Yo llevo tiempo, sí, a mis amigos les digo que tengo cierta vocación de eternidad”.