El PP deja en segundo plano a Ayuso en la campaña andaluza para mirar al centro

La presidenta madrileña solo actuará en una provincia en precampaña, igual que el resto de barones populares, a diferencia de la intensa presencia que tuvo en las elecciones de Castilla y León

Isabel Díaz Ayuso, tras descubrir el lunes en Madrid el retrato de la expresidenta regional Esperanza Aguirre, en la Real Casa de Correos.Miguel Osés (EFE)

El contraste es evidente: en las elecciones de Castilla y León de febrero, Isabel Díaz Ayuso fue reclamada casi a la desesperada por el PP de Alfonso Fernández Mañueco como arma electoral frente a Vox, cuando las encuestas empezaron a reflejar que los ultras no paraban de crecer al tiempo que los populares iniciaban un preocupante declive. La presidenta de la Comunidad de Madrid recorrió cuatro de las nueve provincias castellano-leo...

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El contraste es evidente: en las elecciones de Castilla y León de febrero, Isabel Díaz Ayuso fue reclamada casi a la desesperada por el PP de Alfonso Fernández Mañueco como arma electoral frente a Vox, cuando las encuestas empezaron a reflejar que los ultras no paraban de crecer al tiempo que los populares iniciaban un preocupante declive. La presidenta de la Comunidad de Madrid recorrió cuatro de las nueve provincias castellano-leonesas y desembarcó en la recta final ―la más importante porque es en la que se decantan los indecisos― con el propósito de frenar a la extrema derecha. Ahora, en cambio, el PP de Juan Manuel Moreno Bonilla y de Alberto Núñez Feijóo ha decidido prescindir de Ayuso en la campaña de las elecciones en Andalucía, y la relegan a un papel secundario, en la precampaña, al mismo nivel que el resto de barones populares. Ayuso solo actuará en una de las ocho provincias ―Cádiz―, este martes y, según fuentes de la dirección, no volverá a comparecer.

De fondo se libra también el pulso de las dos almas del PP y los dos enfoques para ganar a la izquierda: Moreno Bonilla y Feijóo apuestan por que el partido concurra a las urnas el 19-J con una estrategia de moderación y acento andaluz, frente a la derecha ideológica y de batalla cultural que representa Ayuso. La incógnita es cuál de los dos PP logrará la mejor marca electoral y se impondrá en el camino de los conservadores hacia La Moncloa.

La líder madrileña se desplaza este martes en la precampaña a Jerez de la Frontera y a Algeciras, en su único acto previsto. Viaja a una provincia, Cádiz, en la que Vox adelantó al PP en las últimas elecciones generales. Y su papel será el mismo que el del resto de los presidentes autonómicos del PP.

Los barones acuden, como ella, un día en la precampaña, salvo el de Galicia, Alfonso Rueda, al que se ha dejado completamente fuera porque está recién llegado a la presidencia de la Xunta, según la dirección popular. Mañueco participó el lunes en un acto del PP en Jaén, y el presidente de Murcia, Fernando López Miras, se desplazó el pasado miércoles a Almería.

En Andalucía, Ayuso deja de tener una presencia específica y potente como cartel electoral estrella del PP. Aunque las campañas están vivas y pueden sufrir alteraciones sobre la marcha, fuentes de la dirección popular aseguran que el diseño está “cerrado” y que no está prevista la participación de la presidenta de la Comunidad de Madrid en más actos. Tampoco asistirán los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy. En cambio, Feijóo sí tendrá una intensa agenda en Andalucía, y recorrerá seis provincias con una caravana electoral propia y por separado de la de Moreno Bonilla. Juntos solo coincidirán en el acto central, el sábado 11 en Antequera (Málaga).

“Una presidenta autonómica más”

La ausencia de Ayuso, explican en la dirección popular, se debe a que el PP ha diseñado una campaña muy andaluza centrada en Moreno Bonilla y en la bandera del andalucismo. Ayuso “suma”, según fuentes de la cúpula de Feijóo, pero “es una presidenta autonómica más” y la campaña “es eminentemente andaluza”. Las mismas fuentes reconocen también que la estrategia es mirar al centro y presentar a Moreno Bonilla como un presidente moderado que no da miedo a la izquierda y que está dispuesto incluso a repetir elecciones antes que pactar con Vox, según llegó a decir en una entrevista, aunque Feijóo no ha respaldado ese mensaje y evita cerrar de forma tajante la puerta a un Gobierno con los ultras. El lunes mismo, el coordinador general del PP y director de la campaña de Moreno Bonilla tampoco quiso vetar a la extrema derecha, aunque sostuvo que el Partido Popular aspira a una “mayoría suficiente para no depender de nadie”.

La clave es que el PP pretende captar una importante bolsa de votantes socialistas y cree que tiene más margen de crecimiento por el centro-izquierda que por la derecha. En la dirección de la campaña popular resaltan dos datos de la encuesta de 40dB. para EL PAÍS publicada el lunes para apoyar esa tesis: que un 10% de votantes que eligieron la papeleta del PSOE en las últimas elecciones andaluzas hoy votarían al PP, y que otro 14% de electores socialistas aún no ha decidido qué hacer. Ayuso puede ahuyentar a ese electorado con mensajes como los que lanzó en la campaña de Castilla y León, animando a su partido a pactar con la extrema derecha. “Prefiero pactar con el partido de Ortega Lara [Vox] que con quienes lo secuestraron”, dijo entonces en Valladolid. Unos días después, el PP se desinfló con una pírrica victoria dependiente del partido ultra, al que tuvo que meter en el Gobierno. Por si las moscas, Moreno Bonilla y Feijóo se apartan ahora en Andalucía de la estrategia que arrojó a Mañueco en brazos de Vox.

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