Ocho detenidos en Málaga por un secuestro motivado por el pago de droga con 100.000 euros falsos

Con furia, se acercaron a un peatón que paseaba por la calle y le dieron una paliza. Acto seguido, lo subieron a su vehículo y abandonaron el lugar a toda velocidad. El suceso dio pie a una investigación desarrollada por la Guardia Civil que incluye una transacción de compraventa de droga en la Costa del Sol, 100.000 euros en billetes falsos, un secuestro y un disparo. Trabajo que ha acabado cuatro meses después con la detención de ocho personas, entre ellas, la víctima.

El punto de partido se remo...

Con furia, se acercaron a un peatón que paseaba por la calle y le dieron una paliza. Acto seguido, lo subieron a su vehículo y abandonaron el lugar a toda velocidad. El suceso dio pie a una investigación desarrollada por la Guardia Civil que incluye una transacción de compraventa de droga en la Costa del Sol, 100.000 euros en billetes falsos, un secuestro y un disparo. Trabajo que ha acabado cuatro meses después con la detención de ocho personas, entre ellas, la víctima.

El punto de partido se remonta a unos días atrás de aquellos golpes a plena luz del día. El hombre que los recibió había adquirido una partida de droga ―hachís probablemente, aunque los investigadores no lo saben a ciencia cierta― a cambio de 100.000 euros. El problema es que los billetes eran falsos y los vendedores se dieron cuenta de ello. Para resarcirse de la estafa, urdieron un plan: secuestrar al comprador y no liberarlo hasta que les pagara la cantidad que les debía. Lo pusieron en práctica el miércoles 12 de enero. Cuando dieron con su objetivo en La Cala de Mijas ―núcleo costero perteneciente a Mijas― lo obligaron a meterse en su coche tras propinarle varios golpes. Después, llevaron a víctima hasta un domicilio donde volvieron a golpearle. Los captores lo tenían claro. Si no pagaba, no recuperaría la libertad.

La Guardia Civil no sabe aún cómo, pero el rehén consiguió escapar ese mismo día. En su huida recibió un disparo en el brazo. Horas más tarde del primer incidente, los agentes recibieron un aviso de que un hombre que coincidía con las características del que había sido secuestrado estaba en Manilva, a 67 kilómetros al oeste de La Cala de Mijas, caminando por la calle con múltiples contusiones y sangrando. Tras localizarlo, fue ingresado en un hospital para ser intervenido “de las graves heridas que presentaba”, según los investigadores. La víctima relató entonces que había sufrido un secuestro y que sus captores le exigían el pago de 100.000 euros para su puesta en libertad. La Guardia Civil abrió una investigación y consiguió dar con la vivienda donde había sido retenido. Allí encontraron el casquillo del proyectil que dispararon a la víctima y el dinero falso en una funda de plástico. También, en una bandolera negra, una pistola que coincidía con el mismo calibre de la bala. Los agentes comenzaron la identificación de las personas que habían participado en el delito, que finalmente resultaron ser miembros de una organización criminal dedicada al narcotráfico.

Hasta ocho personas han sido detenidas en esta operación, denominada Costala y desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Málaga y al Puesto Principal de Mijas con el apoyo del Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil. Los arrestos se han llevado a cabo en los municipios malagueños de Mijas, Benalmádena y Fuengirola, pero también en Algeciras y Madrid. Entre ellas también está la víctima, de quien se cree que pertenecía a otra banda de narcotraficantes. Se los considera sospechosos de los delitos de pertenencia a organización criminal, detención ilegal, lesiones y tenencia ilícita de armas.

Este no es el único incidente con arma de fuego relacionado con el narcotráfico en Málaga en lo que va de año. El pasado 12 de abril, un vecino de Villanueva el Trabuco (5.360 habitantes) encontró el cadáver de un hombre desnudo, sin cabeza ni manos ni genitales junto a una carretera a las afueras del pueblo. La principal hipótesis es que se trata de un ajuste de cuentas y que el lugar al que fue arrojado el cuerpo es casual.