Las claves del episodio de calor extremo: ¿hasta cuándo va a durar? ¿Cuál será el peor día? ¿Qué temperaturas se van a alcanzar?
Se esperan máximas de 42° en el valle del Guadalquivir y de 40° en el del Ebro y de 34/35° en amplias zonas del nordeste, zona centro y mitad sur
La Península y Baleares están a las puertas de un episodio de calor brutal para mediados de mayo. Tanto, que “puede ser el peor que se registra mayo de los últimos 20 años” y llegar a convertirse en “la ola de calor más temprana registrada en España desde que hay datos”, destaca Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Este martes ...
La Península y Baleares están a las puertas de un episodio de calor brutal para mediados de mayo. Tanto, que “puede ser el peor que se registra mayo de los últimos 20 años” y llegar a convertirse en “la ola de calor más temprana registrada en España desde que hay datos”, destaca Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Este martes se ha activado ya en Zaragoza el primer aviso por calor del año en la Península ―en Canarias ya hubo el 17 de abril―, amarillo, el más bajo de una escala de tres niveles. El miércoles repetirá en Zaragoza y el jueves tienen aviso, también amarillo, todas las provincias andaluzas menos Huelva y Málaga. Estas son las claves del episodio:
¿Cuándo empieza?
Las temperaturas comenzaron a subir ya el lunes, con 34° en Xátiva (Valencia) y 32° en Zaragoza o Murcia, y lo seguirán haciendo este martes, pero será a partir del miércoles cuando peguen el reventón, sobre todo en la franja central peninsular. Ya se superarán los 35° en la depresión central del Ebro y en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir, así como cerca del litoral del Cantábrico oriental. En Bilbao, Logroño, Sevilla o Granada rondarán los 35° y en Zaragoza, Badajoz o Lleida llegarán a 36°.
¿Cuánto va a durar?
Entre cinco y seis días. El jueves las temperaturas seguirán subiendo en la mitad oeste, zona centro y vertiente mediterránea y lo harán de forma más acusada en los valles de los grandes ríos Atlánticos y en el del Ebro, donde pasarán de 35°. Este ascenso proseguirá hasta el sábado. “El domingo es posible que empiece a refrescar por el oeste de la Península, aunque seguirán subiendo las temperaturas en la vertiente mediterránea y el ambiente, en general, será aún extremadamente cálido en el este y Baleares”, pronostica Del Campo. Entre el lunes y el martes es probable que bajen las temperaturas y vuelvan los chubascos.
¿Cuáles son las causas?
“Una concurrencia de factores”, explica el experto. La Península se englobará en “una dorsal anticiclónica, una zona de altas presiones en niveles medios y altos de la Troposfera en la que se producen movimientos de aire descendentes”. Estos darán lugar, por un lado, a la estabilización de la atmósfera, lo que dificulta la formación de nubes y permite al sol calentar la superficie con fuerza y, por otro, en su bajada, el aire comprime y se calienta, lo que hace que suban más las temperaturas. Además, los vientos soplarán flojos o estarán en calma, lo que impide que el calor se distribuya. A estos factores se sumará, a partir del viernes o del sábado, una masa aire cálido procedente del norte de África.
¿Qué valores se van a alcanzar?
Lo peor estará en el valle del Guadalquivir, donde se puede llegar a los 40-42°, y en otros puntos del cuadrante suroeste y del valle del Ebro, donde se esperan 38-40°. Serán máximas entre 5 y 10° por encima de lo normal en casi toda la Península y más, entre 10 y 15° por encima, en la franja central peninsular. De noche también hará mucho calor: las mínimas estarán entre 5° y 10° por encima de lo normal.
¿Qué zonas se salvan?
Canarias quedará al margen y, en el resto del país, los territorios más “frescos” serán el Cantábrico occidental y el extremo norte de Galicia.
¿Solo afecta a España?
No. Entre el miércoles y el domingo, el calor también va a ser “muy inusual” en el norte de Marruecos y de Argelia, así como en gran parte de Europa occidental. Afectará sobre todo a la península Ibérica, especialmente a España, pero también a Francia, Suiza, el norte de Italia y sur de Alemania, donde se podrían rozar los 30-32°, e incluso puede alcanzar a países de Europa del Este como Hungría y Eslovaquia.
¿Cuál será el pico del episodio?
Entre el viernes y el sábado. Las noches tropicales se extenderán el viernes a la mitad sur y durante el día se superarán los 40° en puntos del interior de Andalucía y del sur de Castilla-La Mancha como Jaén, Córdoba, Sevilla, Granada y Ciudad Real. En Zaragoza y Madrid rondarán los 37° y superarán los 34/35° en amplias zonas del nordeste, zona centro y mitad sur. Para el sábado, hay incertidumbre porque entrará un área de bajas presiones que se situará en el oeste o suroeste de la Península. De su posición final dependerá una mayor o menor inyección de aire cálido. En principio, se espera que el sábado haya un nuevo repunte en los termómetros en buena parte de la Península y Baleares. En Europa, el peor día “probablemente será el viernes”.
¿Es o no una ola de calor?
Para que se produzca este fenómeno, se tienen que registrar “temperaturas muy extremas, afectar al 10% de las estaciones y durar al menos tres días”. De momento, el episodio cumple los criterios de duración y extensión, pero hay dudas en cuanto a la intensidad. “Habrá que esperar a tener todos los datos para saber si lo es en sentido climatológico estricto. En caso afirmativo, “sería la primera vez que ocurre en España en mayo hasta la fecha”, explica Del Campo. Lo común es que ocurran en julio y en agosto: desde 1975, cuando arrancan los datos de Aemet, solo la sexta parte de las olas que han sufrido la Península y Baleares fueron en junio, 10 de 65. Las dos más tempraneras datan del 11 de junio de 1981 y del 13 de junio de 2017 y la tendencia es clara: las altas temperaturas cada vez llegan antes, duran más tiempo y son más intensas a consecuencia del cambio climático.
¿Qué precauciones hay que tomar?
Este calorazo llega cuando la población no está habituada, máxime tras una primavera con poco sol y varias regresiones al invierno. Los grupos de riesgo son los que sufren enfermedades cardiovasculares, respiratorias, neurológicas, endocrinas, renales y las embarazadas y, por edades, las mujeres mayores de 75 años. Pero no solo hay que proteger a la población más vulnerable, ya que cualquier persona sana puede sufrir un golpe de calor. El índice ultravioleta será también muy alto, por lo que es recomendable evitar exponerse al sol y, si no queda más remedio, protegerse con cremas, gorras y gafas de sol. La Aemet también advierte de que el riesgo de incendios “alcanzará valores muy altos” y de que habrá polvo en suspensión, lo que originará calimas y reducción de la visibilidad, principalmente durante el fin de semana.
Una intensidad de calor con solo tres precedentes
Rastreando en el banco de datos climatológicos de Aemet, hay muy pocos precedentes en España de alcanzar la cota de los 40° en mayo y la “práctica totalidad” son del siglo XXI, destaca el experto, aunque en mayo de 1999 hay “algún registro en Padul e Íllora (Granada)”. De ahí, llega un “episodio de calor muy potente en mayo de 2006, cuando se llegaron a 40° por primera vez en Córdoba y a 42,3° en Andújar (Jaén).
El siguiente precedente es el episodio de mayo de 2015, “hasta la fecha el más importante” y en el que se batieron numerosos récords: en Sevilla los termómetros subieron por primera vez de 40° y en Córdoba se llegó a 41,2°. “El viento de Poniente desplazó la masa cálida de Andalucía al Mediterráneo y en el aeropuerto Valencia se llegó a 42,6°, más de seis grados por encima de la máxima anterior”, al igual que en el aeropuerto de Lanzarote, rememora Del Campo. En Alcantarilla (Murcia) los termómetros marcaron 42,5° e incluso en el interior de Valencia hizo 45°. “Y no hay muchos más registros, si se llega a 40° sería la cuarta vez que ocurre y todo en los últimos 23 años. Es un ejemplo más de que los veranos se están comiendo la primavera”, concluye el meteorólogo.