España y Marruecos acuerdan la reapertura de la frontera de Ceuta y Melilla para el próximo martes
Grande-Marlaska anuncia que el reinicio del tránsito de personas será gradual “para garantizar la seguridad y la salud pública”
España y Marruecos han alcanzado por fin un acuerdo para reabrir las fronteras terrestres con Ceuta y Melilla, cerradas desde marzo de 2020. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha hecho público este jueves que los pasos fronterizos abrirán a partir de la medianoche del próximo martes, 17 de mayo. La apertura, no obstante, se efectuará de modo gradual “para garantizar la seguridad y la salud pública”, según ha recalcado Grande-Marlaska.
Primero, en la medianoche entre el lunes y el martes de la próxima semana, se reabrirán los pasos de El Tarajal, en Ceuta, y de Beni Enza...
España y Marruecos han alcanzado por fin un acuerdo para reabrir las fronteras terrestres con Ceuta y Melilla, cerradas desde marzo de 2020. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha hecho público este jueves que los pasos fronterizos abrirán a partir de la medianoche del próximo martes, 17 de mayo. La apertura, no obstante, se efectuará de modo gradual “para garantizar la seguridad y la salud pública”, según ha recalcado Grande-Marlaska.
Primero, en la medianoche entre el lunes y el martes de la próxima semana, se reabrirán los pasos de El Tarajal, en Ceuta, y de Beni Enzar, en Melilla, únicamente para los ciudadanos y residentes de la Unión Europea y para aquellas personas autorizadas a circular en el espacio Schengen.
Desde el 31 de mayo, se permitirá el tránsito de los transfronterizos, ciudadanos marroquíes con autorizaciones de trabajo en ambas ciudades autónomas con su documentación en vigor. Este colectivo, según fuentes conocedoras de la negociación, ronda las 200 personas. En todos los casos, el acceso estará sometido a los requisitos sanitarios sobre vacunación contra la covid-19, señala Interior en una nota.
Por ahora, quedan fuera del acuerdo los residentes de Nador y Tetuán —ciudades marroquíes vecinas, respectivamente, de Melilla y Ceuta—, que hasta la llegada de la pandemia tenían permitido el tránsito entre los dos países sin necesidad de visado.
Tampoco se ha concretado qué ocurrirá con la reapertura de la aduana comercial de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en verano de 2018, y la creación de la de Ceuta. La implementación de aduanas comerciales en las dos ciudades era una de las demandas del Ministerio de Exteriores, un hito anunciado como uno de los acuerdos de la nueva hoja de ruta con Rabat, después de que España respaldase los planes marroquíes sobre el Sáhara Occidental. De hecho, la apertura de las aduanas comerciales —y, por tanto, del tránsito de mercancías— trabó la negociación a principios de mes.
Grande-Marlaska se ha limitado a añadir que las negociaciones entre ambos países continuarán en las próximas semanas para determinar “las siguientes categorías de personas y mercancías que podrán acceder a Ceuta y Melilla a través de la frontera con Marruecos”. Interior también ha anunciado este jueves un refuerzo de las plantillas de la Policía Nacional y Guardia Civil en ambas ciudades “para garantizar las necesidades de seguridad”.
La próxima apertura supone un problema para Ceuta, cuyos pasos fronterizos están inmersos en obras de reacondicionamiento. La frontera ahora mismo es intransitable para vehículos en algunos puntos, con enormes socavones en la calzada. Las labores de asfaltado estaban previstas para finales de la semana que viene, según el calendario previsto por la Dirección General de Infraestructura del Ministerio del Interior, responsable de todas las obras que se ejecutan en la frontera y su perímetro. Fuentes de la Delegación de Gobierno de la ciudad autónoma han conocido la fecha de la reapertura este jueves y afirman que están analizando la situación a la espera de más instrucciones para saber si se autorizara la entrada de vehículos y cómo se canalizará el tránsito de peatones para que sorteen las obras.
Con las fronteras cerradas desde marzo de 2020, tras el estallido de la pandemia, ambos países llevaban negociando reabrirlas desde que en marzo el Ejecutivo de Pedro Sánchez anunciara su decisión de respaldar la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Con aquel gesto, reprobado posteriormente por el Congreso de los Diputados, Sánchez logró poner fin a la crisis diplomática abierta con Marruecos en abril del año pasado, tras trascender la llegada a España, para ser tratado de la covid-19, de Brahim Gali, el líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
En Semana Santa, las conversaciones se intensificaron ante la supuesta intención de Rabat de reabrir los puestos fronterizos el 14 de abril, en pleno Jueves Santo. Las condiciones no convencían a las autoridades españolas que, además, se quejaron de que no había habido la suficiente coordinación con sus socios para acelerar la reanudación del tránsito de viajeros. La reapertura llegó a ser noticia en medios en Marruecos, pero finalmente no se consumó. El anuncio de este jueves se produce, además, a un mes de que se inicie, el 15 de junio, la Operación Paso del Estrecho, que debe facilitar el tránsito por vía marítima a los ciudadanos marroquíes residentes en el extranjero durante el periodo estival. La apertura coincide con las fechas del primer aniversario de la entrada de más 10.000 personas en Ceuta ante la pasividad de los agentes marroquíes, en mayo de 2021.