Abascal defiende la huelga del transporte y dice que la izquierda “quiere tener el monopolio de la violencia” de los piquetes
Vox reúne a miles de personas ante los ayuntamientos para protestar contra el Gobierno por la subida de precios
Las banderas de Ucrania, amarillas y azules, que desde hace unos días rodean la fuente de Cibeles, alternándose con españolas, eran lo único que esta mañana de sábado recordaba la guerra que se desarrolla en la otra punta de Europa. Ni una pancarta, ni un grito contra la invasión rusa en la concentración que Vox ha celebrado ante el Ayuntamiento de Madrid, acto central de una movilización convocada en toda España (salvo Valencia,...
Las banderas de Ucrania, amarillas y azules, que desde hace unos días rodean la fuente de Cibeles, alternándose con españolas, eran lo único que esta mañana de sábado recordaba la guerra que se desarrolla en la otra punta de Europa. Ni una pancarta, ni un grito contra la invasión rusa en la concentración que Vox ha celebrado ante el Ayuntamiento de Madrid, acto central de una movilización convocada en toda España (salvo Valencia, por respeto a Las Fallas) bajo el lema: “¡Hay que echarlos! [al Gobierno]”.
Sólo el líder del partido, Santiago Abascal, se ha referido a la guerra de Putin para asegurar que “es la excusa del mentiroso y el tramposo [Pedro] Sánchez como antes lo fue la pandemia” para “aplicar el rodillo, quitar libertades y amordazar a los españoles”; y que la subida de la luz, la gasolina o la cesta de la compra solo son responsabilidad de la mala gestión del Gobierno. Para calentar el ambiente mientras empezaban los discursos, se animaba por megafonía a los alrededor de 4.000 asistentes ―2.500 según la Delegación del Gobierno― a corear insultos contra el presidente del Gobierno: “Sánchez rata, queremos luz barata” o “Sánchez basura, paga tú la factura”. No desentonó en ese ambiente que un hombre gritara: “¡Hay que colgarlo!”.
Los protagonistas del acto fueron los transportistas que, convocados por una plataforma minoritaria en el sector, están provocando desde el pasado lunes problemas de desabastecimiento en algunas provincias y sectores. Después de que el público dedicara una ovación a los huelguistas, Abascal los defendió frente a las acusaciones de ultras y violentos lanzadas desde el Gobierno, asegurando que la izquierda “está en contra de los piquetes, a los que han utilizado siempre para amedrentar a los trabajadores, porque quiere tener el monopolio de la violencia”. Eso sí, prometió que si gobierna aprobará una ley de huelga que garantice que quien quiera secundar un paro “no entorpezca el derecho al trabajo de los demás”. En realidad, su propuesta va más allá: prohibir los piquetes, violentos o informativos, durante las jornadas de huelga para evitar que nadie se sienta coaccionado.
Por su parte, el secretario general del sindicato Solidaridad, Rodrigo Alonso, exempresario y diputado autonómico de Vox, arremetió contra Comisiones Obreras y UGT, a los que tachó de “corruptos y mafiosos”. “Esos sindicatos son los enemigos de España y no pararemos hasta verlos en la cárcel”, clamó.
Aunque en ningún momento se refirió a su nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo, Abascal acusó al PP de ser “la muleta de Gobierno” y aseguró que su partido está “más cerca de poder ayudar a los españoles”, pero advirtió de que eso solo será posible “si nos quitamos de encima a los que han traicionado a su propio pueblo” y Vox puede “imponer un nuevo rumbo a España”.