Feijóo emprende la reconstrucción del PP con el equipo que organizará el congreso del partido

Gamarra, Moreno y Pons, su candidato a secretario general en 2018, serán sus pilares

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a su salida de la sede de Génova, en la madrugada de este jueves.Foto: KIKE PARA (EL PAÍS)

El comunicado redactado y pactado por unanimidad entre la actual cúpula del PP y todos sus barones territoriales en la madrugada del jueves para intentar zanjar su crisis de liderazgo señala una serie de instrucciones orgánicas inmediatas y dos nombres de cara al Congreso interno del 2 y 3 de abril, Cuca Gamarra y Esteban González Pons. Pero obvió a una de las personalidades con más influencia ahora en el presidente gallego,...

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El comunicado redactado y pactado por unanimidad entre la actual cúpula del PP y todos sus barones territoriales en la madrugada del jueves para intentar zanjar su crisis de liderazgo señala una serie de instrucciones orgánicas inmediatas y dos nombres de cara al Congreso interno del 2 y 3 de abril, Cuca Gamarra y Esteban González Pons. Pero obvió a una de las personalidades con más influencia ahora en el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo. El primer barón que salió esa madrugada de la larga e intensa reunión de los líderes territoriales fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que avanzó ese comunicado, así como su interpretación, e hizo de portavoz del poder territorial. Feijóo y Moreno llevan semanas hablando del diseño del PP del futuro. Coinciden en todo. Estos son los tres pilares de Feijóo para el turbulento futuro, también marcado por la invasión rusa de Ucrania.

Juan Manuel Moreno. El presidente de Andalucía no es un presidente autonómico más. Logró hace tres años acabar por primera vez con el poder aparentemente omnímodo del PSOE en su región. Ha gobernado y sacado luego sus presupuestos en su ejecutivo de coalición con Ciudadanos sin grandes contratiempos y ha contado con los votos de Vox cuando eran imprescindibles sin pagarlo electoralmente muy caro. Moreno tiene 52 años, lleva 33 de militante en todo tipo de cargos locales, nacionales y de gobierno del PP y es un político con experiencia y moderado en las formas, que ha triunfado en un territorio de entrada no fácil.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, durante una reunión de su Consejo de Gobierno.PACO PUENTES (EL PAÍS)

Moreno conectó bien con Feijóo desde hace años y esa relación se ha estrechado desde que ambos son presidentes autonómicos. En estas semanas y días críticos, ha sido de los pocos que ha contrastado opiniones con el dirigente gallego. Ambos han coincidido en la estrategia a seguir sobre la dimisión inmediata del secretario general Teodoro García Egea, con el que tuvo duros enfrentamientos, y más tarde con la necesidad de un abandono ordenado de la presidencia de Pablo Casado. Fue uno de los muñidores del comunicado final, que se consensuó entre todas las partes enfrentadas, y en el que Casado se comprometió por escrito a no presentarse a la reelección en el cónclave extraordinario a cambio de dejarle despedirse “con dignidad” de los cargos en la Junta Directiva Nacional del próximo martes y de los militantes que le votaron en el Congreso extraordinario.

La mano derecha de Moreno en la Junta de Andalucía y en el PP andaluz, Elías Bendodo, se apunta estos días en fuentes del partido como un candidato hipotético para ocupar algún puesto clave en la nueva estructura de Génova 13. Fuentes de la dirección nacional del partido indican que la intención es celebrar ese congreso especial fuera de Madrid. Málaga, la tierra de Moreno y Bendodo, es una de las ciudades candidata para albergarlo y concederle a Moreno esa proyección mediática también pensando en las elecciones autonómicas previstas allí ahora para este otoño.

Esteban González Pons. El actualmente vicepresidente del Grupo Popular en el Parlamento Europeo lo ha sido casi todo en el PP nacional. Tiene 57 años, lleva 29 militando en el partido, ha pasado por todas las administraciones y cargos de poder, locales, autonómicos, nacionales, parlamentarios y orgánicos. Y es ahora, posiblemente, uno de los dirigentes no gallegos más próximos a Núñez Feijóo. En la anterior ocasión en la que Feijóo estuvo a punto de lanzarse a la política nacional, en el congreso de las primarias exprés de 2018, Pons era su candidato para el puesto nuclear de secretario general del PP, el que ahora ha abandonado entre críticas generalizadas Egea. Pons estuvo entonces dispuesto a renunciar a su carrera en Bruselas, donde ha estado a punto de ser presidente del Parlamento europeo y querría ser comisario. Han pasado cuatro años y esa relación estrecha no ha menguado. En la convención nacional de octubre para reactivar el liderazgo de Casado en Valencia, el que estuvo a pie de alfombra en la puerta del Palau de las Arts esperando a Feijóo no fue Casado, ni Egea. Fue Pons. Ha trabajado con todos los líderes del PP y en todos los equipos desde hace tres décadas. Su perfil político es templado y proclive a los grandes pactos de Estado, incluso con el PSOE actual. Casado y su entorno lo tenían algo marginado.

Esteban González Pons, actual vicepresidente del Grupo Popular en el Parlamento Europeo.Thierry Monasse (Getty)

Cuca Gamarra. La relación directa de Feijóo con la actual portavoz del PP en el Congreso y nueva coordinadora general del partido ha sido hasta ahora escasa. En el comunicado del consenso del jueves se precisa en el tercer párrafo que la designación de Gamarra como la responsable real del partido en estas semanas de transición hasta el Congreso fue propuesta por Casado. También se señala que fue aceptada por unanimidad. La dirigente riojana parece no tener enemigos en el PP, al menos el nacional. Tiene 48 años y lleva casi 20 en el PP, donde también comenzó desde abajo, de concejal en Logroño. Luego fue la primera mujer alcaldesa de esa capital y allí gobernó con mayoría absoluta y en coalición.

En el cónclave de 2018, apostó por el liderazgo derrotado de Dolores de Cospedal frente a Soraya Sáenz de Santamaría y Casado, pero en el verano de 2020 el aún presidente la rescató y encomendó el relevo de Cayetana Álvarez de Toledo en un puesto clave, mediático y muy visible como el de portavoz en la Cámara baja, que es donde más se faja la oposición contra el Gobierno. Cospedal sí fue en 2018 uno de los apoyos que más presionó a Feijóo para coaligarse y batir a Santamaría, pero el gallego al final declinó.

La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, este jueves.Isabel Infantes (Europa Press)

Gamarra también ha sufrido en estos meses en el Congreso las intromisiones e injerencias de Egea que padeció Álvarez de Toledo en el grupo parlamentario, pero las manejó con menos estridencias y más mano izquierda. Es uno de sus grandes valores. Cumple siempre con el trabajo que se le encomienda. Por su perfil ideológico y trayectoria, se encuadraba en el sector moderado y progresista del PP con temas como el feminismo o asuntos de conciencia. Pero en los duelos parlamentarios se ha empleado con tanta dureza en ocasiones frente a sus adversarias del PSOE o de Unidas Podemos como Casado o Egea.

En el trato, es cordial y accesible, pero si tiene que cumplir instrucciones no duda. Así sucedió al seguir las directrices que le marcó la dirección en el caso del voto equivocado del diputado Alberto Casero. En los últimos días, había sido una de las dirigentes que más apoyo y lealtad había mostrado en público a Casado, pero el lunes, en el seno del comité de dirección, le soltó entre lágrimas que debía dejar el cargo por el bien de la organización. Cuando Casado replicó con la frase de que él “no había hecho nada malo”, Gamarra sentenció: “Tú no has hecho nada malo pero aquí se han hecho muchas cosas mal”.

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