El PP y el PSOE de Castilla y León muestran su ruptura tras solo 15 minutos de reunión entre Mañueco y Tudanca

La cita para explorar las posibilidades para la investidura se salda sin acuerdo entre reproches mutuos y con los populares levantándose al hablar de corrupción, según los socialistas

Tudanca y Mañueco se saludan al inicio de la reunión, que apenas ha durado 15 minutos.Photogenic/Claudia Alba (Europa Press)
Valladolid -

La ronda de contactos del presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), en busca de apoyos para la investidura ha comenzado sin acuerdo con el PSOE de Luis Tudanca, primer citado por el dirigente en busca de aliados que les permitan gobernar. Ambos líderes se han reprochado mutuamente sus divergencias, con Mañueco tildando a su interlocutor de “marioneta a las instrucciones de...

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La ronda de contactos del presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), en busca de apoyos para la investidura ha comenzado sin acuerdo con el PSOE de Luis Tudanca, primer citado por el dirigente en busca de aliados que les permitan gobernar. Ambos líderes se han reprochado mutuamente sus divergencias, con Mañueco tildando a su interlocutor de “marioneta a las instrucciones de Pedro Sánchez” mientras Tudanca aseguraba que la cita, que apenas ha durado 15 minutos, ha concluido porque el PP se ha levantado de la mesa cuando se le ha mencionado la palabra “corrupción”.

Los 31 procuradores del PP no bastan para gobernar y el partido necesita respaldo. Los socialistas de Luis Tudanca, con 28 escaños, han ofrecido su abstención para tender un cordón sanitario que aísle a la extrema derecha de Vox, que reclama entrar en la Junta y ocupar puestos claves de mando. La oferta del PSOE implica que los conservadores rompan cualquier tipo de pacto con los ultras en lo autonómico y nacional, algo a lo que Mañueco, como relataba un “estupefacto” Tudanca, se ha negado, del mismo modo que tampoco se ha opuesto a un potencial ingreso de Vox en un futuro Ejecutivo.

La cita ha durado tan solo 15 minutos, tal y como ha explicado el líder socialista, y ha terminado cuando le ha dicho a Mañueco: “Una de las cosas que nos diferencian es la corrupción”. Entonces, según ha asegurado el dirigente del PSOE, su interlocutor ha respondido: “Te dije que si hablabas de corrupción nos levantábamos de la mesa”. Así ha ocurrido, aunque ambos han reconocido que no había “condiciones” impuestas. El dirigente conservador ha insistido en su voluntad de gobernar en solitario y no ha querido catalogar a Vox, con quien se verá el miércoles, como extrema derecha: “No estoy para juzgar fuerzas políticas o personas, mi responsabilidad es un programa parlamentario y homologable. El diálogo de hoy ha sido decepcionante”.

Mañueco ha rechazado también la oferta socialista de un “cordón democrático” a Vox, que implique romper pactos en toda España, a cambio de la abstención del principal partido de la oposición: “No sé si la reunión ha durado 15 minutos o media hora... hablar del ayuntamiento de no sé dónde o la comunidad de no sé cuál es irrelevante”. Tudanca se ha confesado “estupefacto” por la actitud de su rival, y lo ha acusado de dinamitar “cualquier posibilidad de acuerdo estable”. “Estoy convencido de que ya tienen decidido pactar con Vox”, ha dicho.

Vista general de la reunión entre el PSOE y el PP en las Cortes de Castilla y León, en Valladolid, este lunes. Photogenic/Claudia Alba (Europa Press)

Asimismo, ha censurado los conflictos internos de los conservadores, divididos entre el presidente nacional del partido, Pablo Casado, y la dirigente autonómica de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y ha señalado que Mañueco siguió estrategias partidistas cuando anticipó los comicios: “El PP, un partido antaño moderado y de gobierno, está destrozando la institucionalidad y alterando las normas de convivencia dentro y fuera de su partido”.

Las presiones hacia el presidente en funciones para la formación de Gobierno emanan también desde su derecha. Vox, con 13 representantes, exige entrar en la Junta en proporciones similares a las que Ciudadanos, con 12 asientos, lo hizo en 2019, cuando ocupó la vicepresidencia, 4 de 10 consejerías y presidió las Cortes. El presidente de la formación ultraderechista, Santiago Abascal, aseguró tras la noche electoral que a su candidato, Juan García-Gallardo, se le estaba “poniendo cara de vicepresidente”, aunque con los días ha suavizado formas, y se ha presentado como un aliado prudente para sustentar la estabilidad, pero sin difuminar el fondo de tocar poder. La reunión entre Mañueco, García-Gallardo y sus equipos será este miércoles y tras ella Mañueco se irá viendo, los días siguientes, con otras formaciones menores, entre ellas Ciudadanos.

Mañueco: "El votante está indignado y descorazonado"

La crisis del PP ha copado parte de las comparecencias y, ante las preguntas de la prensa, Mañueco ha evitado pronunciarse firmemente sobre el futuro de su formación y sus responsables. “El votante está indignado y descorazonado, quiere una solución rápida y eficaz que traiga soluciones y unidad, el PP ha sido un instrumento al servicio de España”, ha anunciado el presidente en funciones de Castilla y León, que ha atribuido a Casado la responsabilidad de “atajar la situación”. Además, ha admitido que el jefe de sus filas lo llamó el jueves y que él le respondió haciéndole llegar la “sensación de desazón” que ha captado en su electorado.

Mañueco no ha aclarado si es partidario de la convocatoria de un congreso extraordinario en el PP y se ha apoyado en la “lealtad” y el “respeto” para no pronunciarse sobre las posiciones que debe tomar su partido para solventar este enfrentamiento. Tampoco ha querido “profundizar” en su valoración acerca de la concentración de miles de personas este domingo ante la sede nacional del PP, en la calle de Génova de Madrid, y ha reiterado su consideración hacia Casado y Ayuso para no indicar quién cree que lleva razón.

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