La transparencia de los sondeos

A pesar de la enorme cantidad de encuestas publicadas en el último año, la incertidumbre sigue siendo muy alta y no está claro qué partido encabeza las preferencias ciudadanas

Papeletas electorales para las elecciones generales de distintas formaciones políticas. Jesús Diges

Durante el tiempo de legislatura que llevamos se han publicado más encuestas electorales que en cualquier otro momento de la última década. Exceptuando los años de elecciones generales, desde 2011 se han publicado de media 88 estudios anualmente, con sus correspondientes estimaciones de voto: en 2021, sin embargo, el número de encuestas fue de 207, bastante más del doble. A pesar de esta enorme cantidad de estudios, la incertidumbre sigue siendo ...

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Durante el tiempo de legislatura que llevamos se han publicado más encuestas electorales que en cualquier otro momento de la última década. Exceptuando los años de elecciones generales, desde 2011 se han publicado de media 88 estudios anualmente, con sus correspondientes estimaciones de voto: en 2021, sin embargo, el número de encuestas fue de 207, bastante más del doble. A pesar de esta enorme cantidad de estudios, la incertidumbre sigue siendo muy alta. No está claro qué partido encabeza las preferencias ciudadanas, ni qué piensa realmente la opinión pública sobre la gestión del Gobierno de coalición.

Desde el pasado mayo, coincidiendo con la victoria de Isabel Díaz Ayuso en la presidencia de la Comunidad de Madrid, las predicciones de voto dejaron de dar unánimemente ganador al PSOE en unas hipotéticas elecciones generales: algunos institutos comenzaron a situar al PP como primer partido. A partir de ese momento, se produjeron situaciones desconcertantes: en septiembre de 2021, por ejemplo, un instituto daba una ventaja de 4,9 puntos porcentuales de los populares sobre los socialistas, mientras que otro colocaba al PSOE por delante, a 3,7 puntos de distancia del PP. Con la misma metodología (encuestas telefónicas a muestras de 1.000 entrevistados), la distancia entre las dos predicciones con respecto a qué partido ganaría era de 8,6 puntos, muy por encima, por supuesto, de los márgenes de error.

¿Cómo puede el ciudadano dar crédito a las encuestas cuando ofrecen resultados tan dispares? Que haya ciertas discrepancias entre institutos es natural y hasta saludable. El problema surge cuando no se tiene siquiera la capacidad para evaluar la fiabilidad de la inmensa mayoría de las predicciones publicadas. En la actualidad, con la excepción del CIS, que está obligado a hacerlo, solo dos institutos publican los datos brutos de intención de voto, antes de pasar por la consabida “cocina” y transformar esos datos en estimaciones electorales. A partir de mañana, en EL PAÍS y la Cadena SER, en las encuestas mensuales que realizará 40dB., no solo se darán los datos brutos de intención de voto, sino que además ofreceremos acceso a los microdatos para que todas las personas interesadas puedan examinarlos. Creemos que la transparencia es la mejor receta para garantizar la credibilidad de nuestros datos y disipar las dudas sobre cualquier intencionalidad política en el uso de encuestas.

Belén Barreiro es fundadora y directora de 40dB.

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